Mermelada de arándanos casera

Para 4 1.1€/pers. 230kcal/100g

Si hablamos de aprovechar bien la fruta, pocas cosas son tan agradecidas como hacer una buena mermelada en casa. Se conserva durante semanas, nos saca de más de un apuro en tostadas o postres y, lo mejor de todo, sabemos exactamente lo que lleva. Esta vez la vamos a preparar con una caja de arándanos que nos han regalado y que aunque pequeños, están llenos de sabor. Dan fe de ellos mis hijos que se han comido ya la mitad.

Lo curioso de estas mermeladas es que han pasado de ser un recurso de abuelas a una receta que nos lleva a su generación, y que nos gusta volver a probar de vez en cuando, en la época de mi abuela no había arándanos en Galicia, pero si hacía todo tipo de mermeladas con todos los frutales que teníamos. Pavieiras, melocotoneros, naranjos, cerezos, manzanos, perales… y por supuesto, uvas, que para eso estamos en la Ribeira Sacra. Apuntaros esta receta de mermelada de arándanos. Una mermelada con un sabor dulce con un toque ácido y un aroma fresco, que recuerda a cuando los metes en la boca y desprenden ese olor dulce. El punto exacto de dulzor y acidez esta muy equilibrada, pues tiene muy poquito limón y el punto perfecto de azúcar.

En España, su consumo se ha popularizado hace relativamente poco, pero cada vez es más común verlos en mercados y supermercados. La mermelada de arándanos casera es una buena forma de sacarles partido cuando los compramos en cantidad, y además permite hacer la mermelada a tu gusto, con la textura que quieras y sobre todo el dulzor que guste en casa. Nosotros la hemos preparado con 350 gramos de azúcar, pero depende de como de maduros estén los arándanos. Ahora sí, vamos con el paso a paso. Espero que te guste nuestra mermelada casera de arándanos.

Receta casera de mermelada de arándanos

Preparación de la mermelada

1. Empezamos lavando bien los arándanos bajo un chorro de agua fría y los dejamos escurrir. Los pasamos a una cazuela amplia, añadimos el azúcar y el zumo de limón. Removemos bien para que el azúcar se impregne en toda la fruta y dejamos reposar unos 10 minutos, hasta que empiecen a soltar su jugo.
2. Ponemos la cazuela a fuego medio y dejamos que la mezcla comience a calentarse poco a poco. Removemos de vez en cuando con una cuchara de madera para que el azúcar no se quede pegado al fondo. Veremos que los arándanos empiezan a abrirse y soltar más líquido, formando un almíbar natural.
3. Cuando la mezcla hierva, bajamos un poco el fuego y mantenemos una cocción suave. Vamos retirando la espuma que se forma en la superficie con una espumadera, así conseguiremos una mermelada más limpia y con mejor sabor. Cocinamos unos 25-30 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
4. Pasado ese tiempo, comprobamos la textura. Si nos gusta más rústica, dejamos los arándanos enteros; si preferimos algo más fino, podemos triturar ligeramente con una batidora de mano. Para saber si tiene el punto justo, ponemos una cucharadita en un plato frío y la inclinamos: si la mermelada baja lentamente, está lista.
5. Retiramos la cazuela del fuego y dejamos que repose unos minutos. Si vamos a consumirla en pocos días, la guardamos en un bote limpio y la metemos en la nevera.
6. Si queremos conservarla más tiempo, la envasamos en tarros de cristal esterilizados, cerramos bien y los hervimos al baño maría durante 15 minutos para hacer el vacío.

Ya ves que preparar una mermelada casera de arándanos no tiene complicación y el resultado merece la pena. Con un par de tostadas, un poco de queso o incluso en una tarta de queso, te soluciona un buen desayuno o una merienda de lujo. Así que la próxima vez que veas arándanos en el mercado, no lo dudes: hazte con ellos y prepara un par de tarros para tener siempre a mano.

Si te apetece seguir experimentando con frutas, puedes preparar una mermelada de fresa clásica que siempre triunfa en desayunos y meriendas, una mermelada de albaricoques con un punto ácido que combina genial con yogur natural, o una mermelada de naranja casera con ese amargor tan característico que va de lujo en tostadas con mantequilla. Con estas opciones y la de arándanos de hoy, tendrás un repertorio variado para que cada mañana sea distinta.

Consejos para una mermelada de arándanos de rechupete

• La clave de una buena mermelada es ajustar el azúcar. Si te gustan las mermeladas menos dulces, puedes reducir la cantidad, aunque recuerda que el azúcar también ayuda a conservarla. Para una versión más ligera, prueba a usar panela o azúcar moreno, que aportan un sabor diferente y más profundo.
• Si no tienes arándanos frescos, los congelados funcionan igual de bien; solo hay que dejarlos descongelar antes y escurrir el exceso de líquido. También puedes añadir un toque de especias como canela, clavo o incluso un poco de ralladura de naranja, que combina de maravilla con los frutos rojos.
• Una manera distinta de preparar esta mermelada es añadir otras frutas rojas como frambuesas o moras, que aportan acidez y un color aún más intenso. Si prefieres un sabor más suave, puedes combinar arándanos con manzana, que además ayuda a espesar de forma natural gracias a su pectina. Otra opción es darle un toque más moderno con unas gotas de esencia de vainilla o un chorrito de licor, como Cointreau o ron, que intensifica el aroma.

Última revisión: 25 septiembre 2025

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45 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
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Categorías: Recetas de postres con fruta Recetas de postres y dulces

Etiquetas: arándanos azúcar cocina sueca limón

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