Durante generaciones, los guisos de nuestras abuelas se cocinaban lentamente al fuego, en pucheros de barro que pasaban horas sobre la lumbre. Aquellos platos sabían a paciencia, a hogar y a domingos sin prisa. Pero los tiempos cambiaron, y con ellos también la manera de cocinar.
En pleno siglo XXI, la olla exprés se ha convertido en una aliada imprescindible para quienes quieren comer bien sin pasar el día en la cocina. Más allá de ser un simple utensilio, la olla exprés representa una revolución silenciosa en la forma de preparar alimentos: conserva los nutrientes, potencia los sabores y, sobre todo, ahorra tiempo y energía.
Qué es una olla exprés y cómo funciona
La olla exprés, también conocida como olla a presión, es un recipiente hermético diseñado para cocinar los alimentos en menos tiempo del habitual. Su funcionamiento se basa en un principio físico muy sencillo: al aumentar la presión interna, el agua alcanza temperaturas de ebullición superiores a los 100 °C, lo que acelera la cocción.
Mientras una olla convencional hierve a unos 100 °C, una olla exprés puede llegar a unos 115 o incluso 120 °C, dependiendo del modelo. Esto permite cocinar carnes, legumbres o caldos en una fracción del tiempo, sin que los alimentos pierdan sabor ni valor nutricional.
Breve historia de la olla exprés
Aunque muchos piensan que es un invento moderno, la historia de la olla exprés tiene ya más de un siglo. En España, su desarrollo se debe al ingeniero José Alix Martínez, quien patentó la primera olla exprés en 1919. Su objetivo era reducir el tiempo de cocción y ahorrar combustible, algo fundamental en una época en la que los hogares dependían de leña o carbón.
A partir de ahí, el invento se popularizó rápidamente. En las décadas de los 50 y 60, la olla exprés entró de lleno en las cocinas españolas, sustituyendo a los viejos pucheros de barro y convirtiéndose en símbolo de modernidad. Lo que antes requería horas de fuego lento ahora se podía preparar en menos de una hora, manteniendo el sabor y la textura.
Ventajas de cocinar con olla exprés
Usar una olla exprés no solo significa cocinar más rápido. Es también una forma más eficiente y saludable de preparar los alimentos. Estas son sus principales ventajas:
- Ahorro de tiempo y energía: reduce los tiempos de cocción hasta en un 70 %.
- Conservación de nutrientes: al cocinar con menos agua y sin apenas evaporación, las vitaminas y minerales se mantienen mejor.
- Sabores más concentrados: los alimentos se cocinan en su propio jugo, lo que realza su sabor natural.
- Ideal para dietas bajas en sal: al potenciar los sabores, se necesita menos sal para conseguir platos sabrosos.
- Menos limpieza: una sola olla, menos cacharros.
- Versatilidad: sirve para legumbres, carnes, sopas, verduras y hasta postres.
Qué se puede cocinar (y qué no)
La olla exprés es perfecta para potajes, estofados, carnes duras, legumbres, verduras o caldos. También es sorprendentemente útil para hacer compotas, flanes o manzanas asadas. Sin embargo, no todos los alimentos son adecuados. El arroz, la pasta o el pescado tienden a deshacerse con la presión, por lo que se recomienda cocinarlos con otros métodos.
A continuación, algunos tiempos orientativos para que te hagas una idea de su eficacia (los minutos se cuentan desde el momento en que la olla alcanza la presión):
- Lentejas: 12 min
- Garbanzos: 20 min
- Pollo: 10 min
- Cordero: 13 min
- Solomillo de ternera: 16 min
- Flan: 5 min
- Brócoli: 1 min
- Zanahorias: 6 min
- Porrusalda: 5 min
- Sopa de ajo: 4 min
Como ves, platos que antes requerían una hora o más pueden estar listos en cuestión de minutos.
Cocción al vapor y cocción en agua
En la olla exprés se puede cocinar de dos maneras:
- Con los alimentos sumergidos en agua, ideal para guisos, sopas o legumbres.
- Al vapor, utilizando una bandeja o cestillo interior para que los alimentos no toquen el agua directamente. Este método conserva mejor las vitaminas y el color de las verduras.
En ambos casos, los resultados son excelentes, siempre que respetes el nivel de llenado de la olla (entre un tercio y dos tercios de su capacidad, nunca más ni menos).
Consejos para usarla correctamente
Aunque la olla exprés es un aparato muy seguro, hay algunos consejos básicos que conviene tener en cuenta para sacarle el máximo partido:
- Mantén la válvula limpia. Si se obstruye, puede afectar a la presión.
- Revisa la goma de cierre. Si está desgastada, reemplázala para evitar fugas de vapor.
- No llenes la olla más de dos tercios. Necesita espacio para generar presión.
- Baja el fuego cuando empiece a hervir. Así mantendrás una cocción estable y segura.
- Deja que la presión baje antes de abrir. Nunca fuerces la tapa.
Cómo liberar la presión
Hay dos formas principales de liberar la presión de una olla exprés:
- Liberación rápida: se abre el respiradero de la tapa para dejar escapar el vapor. Es ideal para verduras o recetas delicadas que podrían pasarse de cocción.
- Liberación natural: se deja que la presión baje sola con el tiempo (10–20 minutos). Perfecta para guisos o carnes que se benefician de un reposo suave.
Si la olla está muy llena o contiene líquidos espesos, lo más seguro es optar por la liberación natural.
Seguridad: mito y realidad
Durante años, la olla exprés tuvo mala fama por los accidentes que causaban los modelos antiguos. Pero eso pertenece al pasado. Las ollas modernas cuentan con múltiples sistemas de seguridad: válvulas de escape, cierres automáticos y sensores de presión que evitan cualquier riesgo.
Aun así, hay que seguir las instrucciones del fabricante. Nunca intentes abrirla mientras esté bajo presión, y evita llenar demasiado la olla, especialmente si cocinas arroz o legumbres que aumentan de volumen.
Algunos modelos incluso incluyen sensores que detectan el riesgo de quemado y detienen la cocción antes de que los alimentos se peguen al fondo. Si tu olla muestra el aviso de “QUEMAR”, apágala, libera la presión y añade un poco más de líquido antes de continuar.
Mitos comunes sobre la olla exprés
- “Los alimentos pierden sabor.” Falso. De hecho, se intensifican al cocinarse en su propio jugo.
- “Es peligrosa.” No con los sistemas modernos. Las ollas actuales son completamente seguras.
- “Solo sirve para guisos.” También se pueden preparar postres, sopas, compotas o verduras al vapor.
- “Todo se cocina en cinco minutos.” No exactamente: hay que contar el tiempo de presurización y despresurización, que puede sumar otros 10 o 15 minutos.
Trucos para aprovecharla mejor
- Añade un chorro de vino, especias o hierbas al líquido para realzar el sabor del guiso.
- Si vas a cocinar legumbres, no llenes la olla más de la mitad, ya que espuman.
- Para platos con salsa, deja reposar la olla unos minutos tras liberar la presión: los sabores se integran mejor.
- Usa la olla exprés para reducir caldos: bastan unos minutos para obtener concentrados intensos.
- Limpia siempre la válvula y la goma tras cada uso para mantenerla en perfecto estado.
Curiosidades y datos interesantes
- La primera olla a presión fue inventada por Denis Papin en el siglo XVII, aunque la versión doméstica llegó siglos después.
- En España, José Alix Martínez fue quien la patentó en 1919, lo que impulsó su uso a nivel doméstico.
- Durante los años 50, se convirtió en símbolo del progreso y la modernidad en las cocinas españolas.
- Hoy, las versiones eléctricas —como las ollas multifunción o Instant Pot— combinan la presión tradicional con funciones automáticas, adaptadas al ritmo de vida actual.
La olla exprés es mucho más que un simple utensilio de cocina: es un puente entre la cocina tradicional y la vida moderna. Permite disfrutar de los sabores de siempre, pero en una fracción del tiempo. Con ella puedes preparar desde unas lentejas caseras hasta un flan o una compota, sin renunciar al sabor ni a la calidad.
Dominarla no tiene misterio: basta con entender su funcionamiento, respetar los tiempos y mantenerla en buen estado. Así, lo que empezó hace más de cien años como un invento revolucionario sigue siendo hoy una herramienta indispensable para quienes disfrutan cocinando… incluso cuando no tienen tiempo para hacerlo.
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