Embutidos españoles. Tipos y variedades según la región

Embutidos españoles. Tipos y variedades según la región

¿Sabes cuántas variedades de embutidos existen en España? Lo cierto es que, independientemente de la región que visitemos, encontraremos una gran cantidad de embutidos diferentes. Por este motivo, hoy os traemos una recopilación de los distintos tipos de embutidos que podemos encontrar en las distintas regiones españolas.

Desde el morcón murciano, pasando por la morcilla de Burgos y variedades más específicas como el chiquillo de Murcia, el perro de Requena, el chosco, o el sabadeño, el embutido es un alimento típico de España que disfrutamos consumir enormemente.

Por supuesto, existen variedades algo más tradicionales como lo son el salchichón, el lomo, el chorizo o las distintas variedades que podemos encontrar de jamón en función de la geografía y denominación del producto.

Todos ellos son embutidos que, para aquellos que no habiten cada una de las regiones en las que son producidos, son desconocidos. A continuación os mostramos los embutidos regionales más famosos que debes probar cuanto antes, así como los lugares en los que puedes degustarlos.

El cerdo

El cerdo es un producto que cuenta con una larga tradición dentro de la gastronomía española, y no es para menos, ya que todas sus partes son aprovechadas en distintas elaboraciones.

Fue el Dios de los antiguos hebreos el que determinó que el cerdo era un animal capaz de contaminar a aquel que lo tocase o comiese, y por lo tanto, se trataba de un animal impuro. Alrededor de 1500 años después, el dios de los musulmanes, Alá, comunicó a Mahoma un mensaje similar. El cerdo pasó a ser para los musulmanes y los judíos algo similar a una abominación.

El cerdo, si se contempla bajo el prisma de la ciencia, es un animal increíblemente beneficioso a nivel nutricional, ya que los granos y tubérculos que consume, son transformados posteriormente en proteínas de alta calidad. Así mismo, nos ofrecen multitud de tipos de carne que podemos utilizar en infinidad de elaboraciones que disfrutamos muchísimo.

Son muchos los países, entre ellos España, que no tienen en consideración estos pensamientos religiosos, y la mayoría adora su carne en cualquiera de sus formatos. De entre estas posibilidades, el embutido es probablemente, una de las favoritas y eso que en ocasiones, tan solo son conocidos en la región en la que son elaborados.

Hoy os mostramos los tipos de embutidos que podemos encontrar en España, desde los más conocidos a los que resultan menos populares, para que así puedas probar y disfrutar de las distintas formas que tiene de prepararlos cada comunidad.

Tipos de embutido según la región española

Chorizo español – Segovia

Se trata de una de las variedades de embutido de mayor popularidad alrededor del mundo. Para concretar un poco más, destaca por su renombre el chorizo de Cantimpalos, lo cual se debe no solo a su jugosidad, sino que también al maravilloso sabor que ofrece.

Este embutido proviene de Segovia, donde normalmente, se ofrece en forma de herradura o de ristras. Es característico debido a la ausencia de tocino y entre sus ingredientes podemos encontrar sal, especias como el pimentón De la Vera y el orégano, ajos picados y por supuesto, carne de cerdo blanco.

Es toda una delicia segoviana que ha sido denominada como Indicación Geográfica Protegida de Cantimpalos o IGP. Esto quiere decir que es un alimento cuya calidad no solo está garantizada, también está certificada.

Butifarra – Baleares y Cataluña

Este es un embutido típico de Baleares y Cataluña, aunque también se prepara tradicionalmente en Murcia, Aragón y otras muchas regiones españolas. Para su elaboración se mezcla un poco de grasa con carne magra de cerdo previamente picada, pimienta, sal y varios tipos de especias, y a continuación se embute en una tripa natural.

La butifarra puede encontrarse cruda o cocida y si en su elaboración no se incluyen más ingredientes, reciben el nombre de “butifarras blancas”. Por otro lado, es muy habitual encontrar las denominadas “butifarras con sangre”, “butifarras negras” y “butifarras de huevo”.

Aquella originaria del Ampurdán es la más famosa de Cataluña y podemos encontrarla como “butifarra del perol”. En este caso se utiliza papada, careta, asadura o lengua de cerdo, partes menos nobles del animal, pero que ofrecen un resultado espectacular.

Morcilla – Burgos y Asturias

La morcilla española es otro de los clásicos y se prepara a partir de sangre de vaca y cerdo. En función de la región en la que nos encontremos, estaremos ante un tipo de morcilla u otro. Las que cuentan con mayor popularidad son las de:

  • Burgos: se trata de un tipo de morcilla preparada con arroz, que se embute en un tipo de piel comestible que no procede de los intestinos del animal. A la hora de comercializarla, no se cocina del todo, pero es importante hacerlo si se quiere consumir (ya sea utilizando el microondas o friéndola directamente).
  • Asturias: ésta morcilla se prepara a partir de carne de cerdo. Resulta increíblemente resistente y durante su proceso de elaboración, se orea ligeramente. Normalmente se utiliza en la preparación de distintos tipos de guisos, como por ejemplo, la fabada.
  • Morcilla de cebolla: ésta morcilla, como su propio nombre indica, se prepara con cebolla y sangre del animal. Podemos encontrarla o bien ligeramente oreada, o bien fresca.

Chistorra – País Vasco/ Navarra

Aunque su origen no está bien determinado, ya que tanto el País Vasco como Navarra se disputan esta hazaña, la chistorra es un embutido muy consumido en toda España. Se prepara utilizando partes no tan apreciadas del cerdo, pero resulta increíblemente similar al cerdo.

El contenido en grasa es bastante elevado, tanto que en ocasiones puede superar el 70% del contenido total de producto. Podremos reconocer una chistorra por la longitud, que resulta mayor que la del resto de embutidos y por su grosor. Habitualmente es comercializada en fresco por lo que para su consumo es necesario freírla previamente.

Salchichón ibérico – Extremadura, Huelva, Córdoba y Salamanca

Otra de las estrellas de los embutidos españoles es el salchichón ibérico. Se trata de un embutido curado que carga una larga tradición a sus espaldas. Para su elaboración se utiliza carne de cerdo ibérico de la mejor calidad posible, pimienta negra, azúcar, nuez moscada y un poco de tocino.

El aroma de este producto es más bien fuerte pero no resulta agobiante. Este aroma lo ofrecen los condimentos y especias agregados durante su preparación. Por otro lado, el toque picante lo ofrece la pimienta negra y el resto lo aporta la calidad de la carne utilizada.

Botillo – León

El botillo es todo un emblema gastronómico del Bierzo y es que cuenta con la Indicación Geográfica Protegida. Por esta misma razón, los tipos de botillo no varían en exceso de elaborador a elaborador. Los básicos en la preparación de este embutido son los siguientes: rabo de cerdo, pimentón, ajo, sal y entre un 60 y 90% de costilla de cerdo. En función del elaborador, pueden modificarse los tipos de carne empleados, así como las especias.

Los ingredientes utilizados son adobados y embutidos con el propio hueso, lo cual resulta poco habitual en las preparaciones que tienen que ver con la charcutería. En relación al aspecto, es más bien tosco y corto, y normalmente se comercializa ya ahumado.

Fuet – Cataluña

El fuet, probablemente, sea el tipo de embutido que cuenta con una mayor popularidad en España. Su origen se da en Cataluña y se trata de un tipo de salchicha increíblemente valorada gracias a su propiedades organolépticas.

Este producto se elabora con panceta, embutidos rectos de magro, especias y sal. Presenta un sabor algo suave, característica que lo ha convertido en un producto que puede venderse fácilmente en el mercado, tanto interior como exterior.

Morcón – Extremadura

Para diferenciarlo bien, el morcón es una especie de chorizo bastante más grueso ya que se embute en el intestino ciego del animal. También se utilizan ingredientes muy similares a los del chorizo, pero en su caso, se hace uso de piezas magras picadas a cuchillo o enteras, de mayor calidad (cerdo ibérico principalmente). Por eso se trata de un producto algo más selecto, a pesar de que a la carne le acompañan pimentón, ajo y sal, y alguna que otra especia más en determinados casos.

El tiempo de curación de este embutido es mayor, lo cual se debe al gran tamaño, pero sorprendentemente el resultado final es una pieza muy jugosa.

Lomo embuchado

Otro de los embutidos típicos de nuestro país es el lomo embuchado. Se trata de un embutido que se prepara con carne de cerdo sin grasa exterior, adobada, salada y embuchada.

La principal diferencia entre el resto de embutidos y el lomo embuchado, es que la carne de este último se tritura de una pieza entera en la tripa.

Longaniza de pascua – Comunidad Valenciana

La longaniza es también uno de los embutidos más consumidos en España, pero destaca especialmente la longaniza de Pascua, proveniente de la Comunidad Valenciana.

Se trata de un embutido curado o fresco cuya base es carne de cerdo adobada y picada. se Puede consumirse asada o bien frita, aunque lo más común es hacerlo en crudo.

Salchichas

Por supuesto, todos conocemos esta preparación ya que este nombre hace referencia a infinidad de embutidos. Todos ellos guardan una similitud importante y es que, utilizan la grasa y la carne del cerdo, así como la piel, el cartílago o las vísceras. Asimismo, se condimentan con especias y sal y se amalgaman utilizando agua. Por último, se utiliza el intestino delgado para embutir la mezcla.

A pesar de que las salchichas alemanas son las que se consumen principalmente en nuestro país, lo cierto es que es tradición elaborar salchichas frescas que posteriormente se fríen o se cocinan en vino. También podemos encontrar salchichas preparadas con carne de pollo o de pavo.

Sobrasada – Mallorca

En Mallorca, el único embutido untable es la sobrasada. Se prepara normalmente utilizando una carne autóctona de cerdo negro. Para ello, se mezcla el tocino de cerdo y el magro con varias especias como el pimentón y después se pica finamente y se amasa hasta lograr una pasta con una textura homogénea.

A continuación, se utiliza una tripa natural para embutirla y en función del grosor del producto, son necesarios de 3 a 5 meses para curarlo.

Cecina – León

La cecina de León no es un embutido como tal, pero a menudo se confunde ya que la manera en la que se comercializa es en trozos. Podemos pensar que es algo similar al jamón de vaca, ya que sufre el mismo procedimiento que el jamón de cerdo ibérico o serrano.

Esperamos que este recorrido por las distintas regiones productoras de embutido te haya sido de gran utilidad. Por supuesto, te recomendamos que pruebes todas ellas si tienes la oportunidad de visitar estas localidades.

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Categorías: Actualidad gastronómica

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