En Madrid hay tradiciones que se saborean. Una de las más dulces —y quizá menos conocidas fuera de la capital— es la Corona de la Almudena, un bollo esponjoso y aromático que llega cada noviembre para rendir homenaje a la patrona de la ciudad. Tiene forma de roscón, lleva su toque de azahar, fruta confitada y nata o crema por dentro, pero no es exactamente el Roscón de Reyes. Es, podríamos decir, su primo madrileño, más joven, más local y con un carácter propio que cada vez conquista a más gente.
Cuando se acerca el 9 de noviembre, Día de la Almudena, las pastelerías de Madrid se llenan de coronas. El olor a bollería recién hecha se mezcla con las flores que la gente lleva a la Virgen y las calles del centro respiran esa mezcla tan madrileña de devoción y dulce. Si nunca la has probado, o si te has preguntado de dónde viene exactamente esta tradición, aquí te lo contamos todo.
Qué es la Corona de la Almudena
La Corona de la Almudena es un dulce típico madrileño con forma de roscón, hecho con una masa tipo brioche, perfumada con ralladura de cítricos y agua de azahar, decorada con frutas confitadas y azúcar. Se rellena habitualmente de nata montada, trufa o crema pastelera, aunque también hay versiones sin relleno.
Visualmente recuerda mucho al Roscón de Reyes, pero no tiene que ver con la Navidad: la Corona de la Almudena se elabora para celebrar la festividad de la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid, que se conmemora cada 9 de noviembre. Es el dulce oficial de esas fechas, igual que los buñuelos lo son del Día de Todos los Santos.
Suele servirse como postre o merienda y es perfecta para acompañar un café caliente o un chocolate espeso, porque su masa es suave, tierna y ligeramente aromática.
Origen e historia de la Corona de la Almudena
Aunque su aspecto pueda hacer pensar que es una receta centenaria, la Corona de la Almudena es relativamente reciente. Nació en los años 70, impulsada por el Gremio de Pasteleros de Madrid. Buscaban crear un dulce propio para honrar a la patrona de la ciudad, del mismo modo que el Roscón se asocia a la Epifanía.
La idea fue un éxito desde el principio: un bollo vistoso, fácil de reconocer y con ingredientes familiares, pero con nombre y fecha propios. Poco a poco se convirtió en una costumbre madrileña más. Hoy en día, las principales pastelerías de la capital la preparan durante la primera quincena de noviembre, y muchas familias la compran cada año como parte de la celebración.
Además, su receta ha ido evolucionando. Algunas versiones añaden almendra laminada, frutas diferentes o incluso toques modernos como rellenos de crema de pistacho o mousse de chocolate. Pero su esencia sigue siendo la misma: un bollo tierno con forma de corona, símbolo de homenaje y tradición.
Diferencia entre la Corona de la Almudena y el Roscón de Reyes
Aunque se parecen, no son lo mismo. Estas son las principales diferencias entre ambos dulces:
Fecha y significado
- La Corona de la Almudena se prepara para el 9 de noviembre, día de la patrona de Madrid.
- El Roscón de Reyes se come el 6 de enero, día de la Epifanía.
Origen
- La Corona fue creada por los pasteleros madrileños en los años 70.
- El Roscón tiene raíces mucho más antiguas, que se remontan a la época romana y más tarde a la tradición cristiana de los Reyes Magos.
Forma y decoración
- La Corona suele tener una forma más redonda, cerrada y sin el hueco central tan pronunciado.
- El Roscón es más abierto, con decoración más cargada de frutas confitadas.
Relleno
- Aunque ambos pueden llevar nata, trufa o crema, el Roscón puede encontrarse también sin relleno, mientras que la Corona suele venir ya con él.
Aromas y sabor
- La masa de la Corona tiende a ser algo más ligera, con un punto más dulce y menos denso que la del Roscón.
- En resumen, el Roscón es la estrella navideña y la Corona es su versión otoñal, nacida del amor madrileño por su patrona y por la buena repostería.
Dónde comprar la Corona de la Almudena en Madrid
Cada año, las pastelerías de Madrid compiten (con cariño) por hacer la mejor Corona. Algunas son auténticos templos del dulce y otras pequeñas joyas de barrio que preparan versiones artesanales con mimo. Estas son algunas de las más reconocidas:
- El Riojano (Calle Mayor, 10): una de las pastelerías más históricas de Madrid. Su Corona de la Almudena es esponjosa, aromática y con un relleno de nata impecable.
- La Mallorquina (Puerta del Sol): siempre a rebosar de gente, y con razón. Su corona es un clásico para madrileños y turistas.
- Viena Capellanes (varios locales): fieles a la receta tradicional, con masa tierna y un toque de fruta confitada justo en su punto.
- Pastelería Nunos (Narváez, 63): famosa por sus versiones innovadoras del roscón y también por su corona, con rellenos originales y presentaciones impecables.
- Horno de San Onofre (varias ubicaciones): elaboran una de las coronas más delicadas y equilibradas de la capital, perfecta para quienes prefieren sabores suaves.
Aunque solo se comercializa en torno al Día de la Almudena, muchas de estas pastelerías la ofrecen unos días antes y después de la festividad. Conviene encargarla con antelación, sobre todo si quieres una versión rellena, ya que vuelan.
Curiosidades sobre la Corona de la Almudena
- La idea original del Gremio de Pasteleros fue crear un dulce únicamente madrileño, algo que identificara a la ciudad igual que las torrijas lo hacen con la Semana Santa.
- Su nombre hace referencia tanto a la Virgen como a la forma circular del bollo, símbolo de eternidad y devoción.
- En algunos barrios de Madrid, los colegios reparten pequeñas coronas a los niños como parte de las celebraciones del 9 de noviembre.
- A diferencia del Roscón, no lleva sorpresa ni haba. Aquí lo importante es el sabor, no la competición por ver quién friega los platos.
La Corona de la Almudena es uno de esos dulces que resumen perfectamente lo que es Madrid: tradición, sabor y un toque castizo que la hace única. Es un homenaje comestible a la patrona, pero también un motivo para juntarse en familia, brindar con chocolate caliente y celebrar lo que de verdad importa: que las cosas buenas de la vida suelen venir con azúcar por encima.
Categorías: Actualidad gastronómica
