Las castañas son un alimento increíblemente beneficioso debido a que contienen un alto nivel de carbohidratos de calidad, que son los encargados de mantener en niveles adecuados la cantidad de azúcar en sangre. Asimismo, son una fuente de fibra increíble, pero tambien de minerales como es el caso del calcio y de vitamina B.
Existe la falsa creencia de que consumir castañas engorda, pero no lo hace más que muchos otros alimentos. Engordamos cuando abusamos de muchos productos y alimentos, pero en el caso de las castañas, gran parte de las sustancias que la forman es agua. Apenas aportan calorías y son bajas en grasas.
Cómo pelar las castañas
Cuando la castaña no se ha cocinado, es una tarea muy laboriosa el retirarle el fruto de la cáscara por lo que os traemos un truco que no tiene fallo. Comenzaremos por hacerle un corte a cada una de las castañas con el fin de que no estallen al someterlas a una fuente de calor.
Seguidamente, las introduciremos en un bol o cualquier recipiente que las abarque, lleno de agua y las introduciremos en el microondas durante unos 10 minutos aproximadamente. En función de la temperatura programada, variará el tiempo. Cuando haya terminado, iremos retirándoles la cáscara con ayuda de un cuchillo.
Para cocer las castañas
Cocerlas es una buena opción, y para ello deberemos hacerles una incisión pequeña a cada una de las castañas para después introducirlas en un cazo lleno de agua. Dejaremos que se cocinen durante unos 25 minutos y después las retiraremos del fuego. Cuando se hayan enfriado lo suficiente como para no quemarnos los dedos, comenzaremos a pelarlas con ayuda de un cuchillo.
El agua en el que hemos cocinado las castañas puede servirnos para determinadas recetas saladas, siempre que le agreguemos una pizca de sal. Si le agregamos azúcar, para cualquier receta dulce y si es de nuestro agrado, también podemos incluir unos granitos de anís.
Para asar las castañas
Si deseamos hacerlas al fuego,el primer paso será hacernos con una sartén que incluya agujeros en su fondo. Previamente al cocinado, haremos un corte en cada uno de los culos de las castañas para tenerlas listas y someterlas a un fuego medio durante 30 minutos aproximadamente. Te recomendamos que las vayas moviendo de vez en cuando para que no se quemen.
Si deseamos hacerlas al horno, haremos lo mismo con ellas que en la modalidad anterior. Iremos precalentando el horno con calor arriba y abajo con una temperatura de unos 200º C. Una vez esté listo nuestro horno, introduciremos nuestras castañas en una bandeja adecuada para horno y dejaremos que se hagan durante media hora. Te recomendamos que las vayas moviendo cada cierto tiempo para evitar que se quemen.
Errores que cometemos al asar castañas
A continuación, vamos a enseñarte los motivos por los que tus castañas pueden no estar quedándote perfectas.
- En primer lugar, aunque es complicado saber si están verdaderamente buenas sin haberlas cocinado, es recomendable que escojas aquellas que presenten una consistencia dura y una piel brillante. Trata de no escoger aquellas que tengan agujeros, que se vean pasadas o que estén un poco ennegrecidas.
- No guardarlas en el lugar que corresponde. Se recomienda elegir un sitio fresco y seco en el que no les pueda dar el sol ni esté próxima a insectos. Esto evitará que enmohezcan y se pudran. Asimismo, cuanto antes las consumamos mejor, aunque si tienes mucha cantidad, puedes congelarlas perfectamente.
- El corte con el cuchillo es obligatorio ya que en cualquier modalidad de cocinado se las someterá al calor, y en el caso de que no se les realice este corte, probablemente estallarán.
- Sumergir las castañas en agua tibia. Os aconsejamos, que antes de asarlas, las introduzcas en un bol o barreño con agua tibia durante unos 15 minutos. Esto hará que se hidraten de forma correcta y que, al mismo tiempo, después de haberlas cocinado, la piel se retire de forma mucho más sencilla y evitando hacer tantísimo esfuerzo.
- Evita hacer tandas de muchísimas castañas al mismo tiempo porque se amontonarán unas encima de otras y el asado no será homogéneo. Se harán más unas que otras y desperdiciarás la mitad de las castañas.
- Si las hacemos en una cocina de gas, no deberemos taparlas debido a que se pondrían excesivamente blandas. Lo ideal para que no se sequen es no mantenerlas en el fuego durante un tiempo excesivo, de esta forma no perderán el agua. Tras haberlas cocinado, es recomendable dejarlas en reposo durante 15 minutos antes de comenzar a pelarlas.
Otras formas de comer castañas
Existen infinidad de formas de darles otro toque a nuestras castañas, pero aquí te mostramos algunas de ellas que pueden gustarte.
- Escaldadas: que son las que se utilizan en ensaladas, habiéndolas fileteado previamente, o para la elaboración de patés, pestos y vinagretas. Resultan un poco indigestas siempre y cuando no se las haya mantenido en remojo durante 8 horas.
- Marrón glacé: se trata de una exquisitez dentro del mundo de la repostería de Francia, y es que son escogidas las mejores castañas para después pelarlas, confitarlas en un almíbar que se perfuma previamente con especias hasta lograr ese dulzor característico y el resultado es una castaña translúcida. Para hacerlas en casa debes hervirlas, pelarlas, hervirlas otra vez y después cocerlas en almíbar. Cuando hayas acabado, deberás dejarlas reposar y después volver a cocerlas. Por último, déjalas secar y ya tendrás tu marrón glacé.
- Castañas pilongas: estas son una variedad que se pela y posteriormente se seca con humo. Si deseas utilizarlas, deberás mantenerlas en remojo un buen rato antes de utilizarlas. Asimismo, podemos picarlas y molerlas, aunque recomendamos que se utilicen enteras debido a que, para la elaboración de guisos, platos invernales y estofados de larga cocción, son el ingrediente estrella. Si las hervimos con leches vegetales, podemos hacer cremas saladas o dulces. Cuando se secan o se cocinan, el sabor de esta variedad se vuelve más dulce y por este motivo son tan apreciadas dentro de la repostería.
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