Para 1
2.5€/pers.
125kcal/100g
Ingredientes
- 60 ml de ginebra (de buena calidad)
- Hielo en cubos
- 15 ml de vermut seco
- 1 cebollita encurtida pequeña para decorar (cocktail onion)
El cóctel Gibson es un clásico atemporal dentro del mundo de la coctelería. A primera vista, podría parecer un simple martini decorado con una cebollita encurtida, pero su sabor y su historia lo convierten en una opción sofisticada para quienes disfrutan de los clásicos.
La combinación de ginebra y vermut seco da como resultado un trago seco, elegante y ligeramente aromático, mientras que la cebollita aporta un pequeño toque ácido que sorprende y equilibra el perfil de la bebida.
A diferencia de otros cócteles más dulces o frutales, el Gibson es austero y directo: no hay azúcar añadido ni licores complementarios, solo los sabores puros del destilado y el vermut, con un toque crujiente y ácido de la cebolla encurtida. Por eso es un cóctel apreciado por quienes buscan una bebida refinada y ligera, perfecta para un aperitivo, una tarde tranquila en casa o como trago introductorio en una reunión con amigos.
El Gibson se originó a finales del siglo XIX o principios del XX en Estados Unidos, en un contexto en el que los cócteles secos y refinados estaban de moda. Su nombre se asocia con la figura de un empresario o banquero llamado Gibson, aunque existen varias teorías sobre quién fue realmente su creador. Lo que sí se sabe con certeza es que nació como una variante del clásico martini, pero sustituyendo la tradicional aceituna de adorno por una cebollita encurtida, lo que le dio un toque distintivo y original.
Si te gusta el Gibson, también podrían interesarte otros clásicos: el Martini seco, que es la base del Gibson y se diferencia únicamente por la aceituna o twist de limón; el Manhattan, que combina whisky con Martini rojo, pudiendo poner más cantidad de uno que de otro, según gustos; y el espresso Martini, que mezcla vodka, licor café y café espreso, todo un reto.
Receta casera de cóctel Gibson

Elaboración paso a paso
- Llenamos una coctelera o vaso mezclador con hielo en cubos suficiente para enfriar bien los ingredientes sin diluirlos demasiado.
- Vertemos 60 ml de ginebra sobre el hielo y añadimos 15 ml de vermut seco. Removemos suavemente durante unos 15-20 segundos para integrar los sabores y enfriar la bebida de manera uniforme.
- Colamos la mezcla en una copa de cóctel previamente enfriada, asegurando que no caigan trozos de hielo en la bebida.
- Decoramos con una cebollita encurtida (cocktail onion) insertada en un palillo o directamente en la copa. Este detalle aporta el característico contraste ácido que define al Gibson.
- Servimos inmediatamente, disfrutando de un cóctel seco, aromático y elegante, con notas herbales de la ginebra y un ligero toque amargo del vermut.
El secreto de su sabor está en la selección de la ginebra y el vermut seco. La ginebra aporta notas herbales y ligeramente cítricas, mientras que el vermut seco suaviza y aporta un ligero amargor aromático. La cebollita encurtida es el detalle final que sorprende al paladar y diferencia al Gibson de otros cócteles secos similares.




Consejos para un cóctel Gibson perfecto
- Utiliza ginebra de calidad para que sus aromas herbales se perciban claramente.
- Ajusta la cantidad de vermut al gusto: menos vermut hará la bebida más seca y más vermut aportará un perfil más aromático y ligeramente amargo.
- La cebollita encurtida es esencial para respetar la tradición; si no la tienes, puedes hacer una rápida en casa con vinagre, agua y una pizca de azúcar.
- Remueve suavemente el cóctel y evita agitarlo como un martini normal; esto permite mantener la claridad de la bebida y no diluirla demasiado.
- Prueba distintas marcas de vermut seco y ginebra para descubrir combinaciones únicas que se adapten a tu paladar.
Curiosidades de rechupete
El Gibson es famoso por su sencillez y elegancia, y es uno de los pocos cócteles donde la decoración (la cebollita) se convierte en protagonista del sabor. Se dice que la elección de la cebolla en lugar de la aceituna fue un gesto de distinción de algún banquero estadounidense llamado Gibson, aunque hay varias historias sobre su origen. A día de hoy, es un cóctel que representa la sofisticación de los clásicos secos y mantiene su popularidad en bares históricos y modernos alrededor del mundo.
El cóctel Gibson es un clásico que nunca pasa de moda. Perfecto para los amantes de los cócteles secos, elegantes y aromáticos, es ideal para disfrutar solo o para sorprender a tus invitados con un trago refinado y sencillo de preparar.
Su combinación de ginebra, vermut y cebollita encurtida crea un balance perfecto entre frescura, aroma y ligera acidez que te transporta directamente a la tradición coctelera de principios del siglo XX.
Última revisión: 14 octubre 2025
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