Buñuelos colombianos

Para 6 0.6€/pers. 290kcal/100g

Crujientes por fuera, tiernos y esponjosos por dentro: así son los auténticos buñuelos colombianos, uno de los bocados más queridos en Colombia, especialmente durante la época navideña. Su olor inconfundible al freír es parte de las fiestas familiares, y el primer mordisco es pura nostalgia para quienes han crecido con ellos.

Aunque fuera de Colombia se preparan versiones muy distintas, el secreto de los verdaderos buñuelos está en el equilibrio entre el queso costeño y las harinas, que les dan esa textura aireada y ese sabor salado con un punto justo de dulzor.

Origen

Los buñuelos colombianos son parte esencial de la gastronomía navideña del país, pero su historia se remonta a las influencias europeas del siglo XVI. Los colonos españoles llevaron consigo la costumbre de freír masas dulces, y con el tiempo la receta se fusionó con ingredientes locales, como el queso costeño y el almidón de yuca.

En Colombia, cada región tiene su propio toque: algunos los prefieren más pequeños y secos, otros los hacen grandes y esponjosos. En la costa se suele usar queso costeño, mientras que en el interior se emplean quesos más suaves. El resultado siempre es el mismo: una masa dorada que se hincha al freír y deja el interior hueco, señal de que están perfectamente hechos.

Si te gustan los sabores latinos con masa frita y ese punto dulce-salado, puedes probar las arepas de queso, también típicas del desayuno colombiano; las empanadas de carne colombianas, crujientes y sabrosas; o las arepas fritas rellenas de huevo, donde la elaboración es algo más extensa que la arepa horneada o asada, ya que se realiza una fritura inicial que permita abrir la arepa como un sobre donde introducir el huevo y devolver la arepa al aceite caliente para rematar el proceso. Y si te quedas con ganas de más, puedes ver este especial de la mejor comida colombiana.

Receta casera de buñuelos colombianos

Preparamos la masa

1. Comenzamos introduciendo la fécula de maíz en un recipiente amplio y hondo.
2. Hacemos un hueco en el centro y añadimos el almidón de yuca, el huevo, el azúcar y el bicarbonato sódico. Mezclamos bien con una cuchara o con las manos hasta integrar.
3. Incorporamos poco a poco el agua. Añadimos la mitad, mezclamos y trabajamos la masa con las manos hasta que se integre.
4. Añadimos el resto del agua de manera gradual, amasando hasta conseguir la consistencia adecuada: húmeda, pero sin que se pegue a las manos ni a los bordes del recipiente.
5. En ese punto, tapamos el recipiente con un paño limpio y dejamos reposar la masa 15 minutos para que se asiente y tome cuerpo.

Formamos y cocinamos los buñuelos

6. Pasado el reposo, formamos los buñuelos. Lo ideal es pesar porciones de unos 25 g para que queden todos iguales y se frían de manera uniforme.
7. Boleamos cada porción hasta formar esferas lisas y sin grietas. Si quieres buñuelos más grandes, puedes hacerlos de hasta 50 g, pero ten en cuenta que necesitarán más tiempo de cocción para que no queden crudos por dentro.
8. Calentamos abundante aceite de girasol en un cazo profundo. La temperatura ideal es de 145 °C, lo bastante caliente para que se frían sin abrirse, pero no tanto como para que se doren antes de tiempo. Si tienes un termómetro de cocina, úsalo.
9. Freímos las bolitas de masa de pocas en pocas, dejando espacio para que crezcan. Durante los primeros segundos se irán al fondo, pero pronto subirán solas y comenzarán a girar, dorándose de forma uniforme.
10. La fritura tarda unos 12-13 minutos, dependiendo del tamaño y del calor del aceite. Es importante mantener la temperatura constante para que no se abran ni se empapen de aceite.
11. Cuando estén dorados y crujientes, los retiramos con una espumadera y los colocamos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
12. Repetimos el proceso hasta acabar con toda la masa y servimos los buñuelos colombianos calientes o templados, que es cuando están más ricos.

Son ideales para compartir en desayunos, meriendas o reuniones familiares, acompañados de un café o un chocolate caliente. Una receta tradicional que, una vez la dominas, se convierte en un clásico de tu cocina.

Consejos para unos buñuelos colombianos de rechupete

• El queso costeño es fundamental por su punto salado y su textura. Si no lo encuentras, puedes mezclar un queso fresco con uno semicurado rallado.
• No sobrecalientes el aceite. Si supera los 150 °C, los buñuelos se doran por fuera y quedan crudos por dentro.
• La masa no debe quedar seca ni pegajosa. Ajusta el agua poco a poco hasta dar con el punto justo.
• Si no tienes termómetro, prueba con un trocito de masa: si sube lentamente y burbujea, la temperatura es perfecta.
• No sobrecargues la sartén. El exceso de buñuelos enfría el aceite y los hará grasientos.
• Puedes guardar la masa tapada en la nevera durante unas horas antes de freír, siempre que no le entre aire.

Curiosidades de rechupete

Los buñuelos colombianos son uno de los tres pilares del desayuno y la merienda navideña junto con los pandebonos y la natilla. En muchas casas se fríen en la madrugada del 24 de diciembre mientras suena música y se preparan las velas y faroles. La forma perfecta —redonda, dorada y sin grietas— es casi motivo de orgullo familiar, y cada cocinero tiene su truco.

Hacer buñuelos colombianos en casa es mucho más fácil de lo que parece. Solo hace falta cuidar la temperatura del aceite y la textura de la masa para conseguir ese contraste perfecto entre corteza crujiente y corazón tierno.

Última revisión: 1 noviembre 2025

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Categorías: Recetario de cocina Recetas de pan, masas y rebozados Recetas de postres y dulces

Etiquetas: aceite de girasol agua azúcar bicarbonato cocina colombiana fécula de maíz huevos

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