Name: Bizcocho súper esponjoso con 3 ingredientes
Total time: 60 min
Yield: 8
Cuisine: española
Ingredients: 4 huevos L; 120 g de harina de trigo floja (para bizcochos, pasteles, galletas… con 7 a 9 % de proteína) harina 0000; 120 g de azúcar blanquilla; Para decorar (opcional) Azúcar glasé avainillado o azúcar en polvo

Para 8 0.3€/pers. 247kcal/100g

Ingredientes

4 huevos L
120 g de harina de trigo floja (para bizcochos, pasteles, galletas… con 7 a 9 % de proteína) harina 0000
120 g de azúcar blanquilla
Para decorar (opcional) Azúcar glasé avainillado o azúcar en polvo

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¿Sabes hacer un bizcocho básico esponjoso con sólo 3 ingredientes? Cuando hablamos de recetas de bizcochos (y en el blog tenemos unos cuantos, más de 50) podemos encontrarnos muchos tipos, pero la pastelería tradicional los divide en bizcochos ligeros y bizcochos pesados. Los primeros son aquellos que no llevan ningún tipo de grasa entre sus ingredientes, como es el caso de este bizcocho básico esponjoso.

Tampoco lleva levadura química al contrario que el bizcocho de yogur, por ejemplo. ¿Un bizcocho muy esponjoso y tierno sin levadura, es posible? Pues sí, algo que puede sonar sorprendente visto lo esponjoso y alto que queda ¿verdad? La clave está en batir bien los huevos e incorporar todo el aire que podamos durante el proceso. Consiguiendo una masa aireada y ligera que se cueza en el horno y suba como una esponja.

Es importante contar con la ayuda de unas varillas eléctricas o un robot batidor para este postre y que haga el trabajo duro por nosotros, a no ser que os apetezca ejercitar el brazo y tiréis de las clásicas varillas metálicas manuales. Al gusto.

Siguiendo el proceso de elaboración que os contamos y aplicando los trucos y recomendaciones para conseguir un bizcocho básico esponjoso perfecto tendréis uno igualito al de la foto en vuestras casas en apenas una hora.

Receta de bizcocho esponjoso

Preparación de bizcocho

Para que este bizcocho suba y quede esponjoso es requisito indispensable batir mucho los huevos. La mejor manera de hacerlo es separando las yemas de las claras y este es el primer paso a dar.
Las colocamos en dos recipientes distintos, el de las yemas que sea de mayor tamaño porque en él vamos a mezclar todos los ingredientes.

Montar las claras y las yemas. Dar aire a los huevos

Batimos las claras en un recipiente bien limpio y seco, mejor si es con varillas eléctricas (que también habrán de estar bien limpias y secas) para ahorrarnos el esfuerzo pues los 8-9 minutos no nos los quita nadie.
Cuando empiecen a espumar añadimos la mitad del azúcar. Lo hacemos poco a poco, dejando que caiga en forma de lluvia y sin dejar de batir.

Continuamos batiendo durante unos 7-8 minutos más o hasta que consigamos un merengue firme y brillante. Reservamos.
A continuación añadimos el azúcar al recipiente con las yemas y batimos hasta que el color cambie y se vuelva pálido (esto es lo que se llama blanquear las yemas). También aumentarán en volumen por la cantidad de aire incorporado. Paramos de batir cuando las varillas dibujen un trazo en las yemas.

Crema base del bizcocho

Tamizamos la harina y la incorporamos al recipiente con las yemas batidas, al igual que el merengue, en tres veces.
Alternamos harina y merengue y no añadimos más hasta que el ingrediente anterior no esté perfectamente incorporado en la masa.
Para que no se pierda el aire que hemos incorporado con el batido, mezclamos suavemente con una lengua de silicona con movimientos envolventes.
Cubrimos la base de un molde antiadherente de 18 cm de diámetro x 7 cm de alto con un disco de papel vegetal y vertemos la mezcla en su interior. Si el molde utilizado no es antiadherente, podemos rociar las paredes con spray para desmoldar o untar con una fina capa de mantequilla.
Alisamos la superficie e introducimos el molde en el horno pre calentado a 160º C con calor arriba y abajo.

Horneado y presentación final

Lo colocamos sobre la bandeja (no sobre la rejilla) que tendremos colocada en la segunda posición empezando por abajo.
Cocemos durante 35-40 minutos o hasta que veamos que, al insertar una brocheta, ésta sale limpia.
Retiramos el bizcocho del horno y dejamos atemperar antes de desmoldar. El copete que se forma en el horno bajará ligeramente, esto es perfectamente normal.
A la hora de servir espolvoreamos la superficie con azúcar glasé avainillado o azúcar en polvo (este paso es opcional) y ¡a disfrutar!

Si aún así no lo tenéis claro (no os olvidéis de ver el vídeo), os dejo un paso a paso en fotos de esta receta de bizcocho esponjoso fácil. No os perdáis detalle y os saldrán perfectos, de rechupete.

Consejos para un bizcocho esponjoso perfecto

En caso de no tener un molde de estas características, se puede usar uno de 20 cm de diámetro y más bajo. No quedará con tanta altura, pero estará igualmente esponjoso.
Ya sabéis que cada horno es un mundo y que estas indicaciones pueden cambiar, así que lo mejor es que estéis atentos la primera vez que lo hagáis y ajustar los parámetros según el vuestro.
El bizcocho se empieza a dorar a partir de los 20 minutos. Si no es el caso, será necesario ajustar la temperatura del horno acorde con ello. A los 30 minutos se habrá formado un buen copete en la parte superior. No pasa nada si se agrieta, aunque quede menos estético, pues a la hora de presentar le podemos dar la vuelta y que la base quede el pa parte superior, perfectamente lisa.
El horneado se hace sin aire y el horno tiene que estar bien caliente en el momento de meter el molde en su interior. Lo mejor es encender el horno en el momento de empezar con la receta para no hacer esperar a la masa a que el horno esté listo.
Este bizcocho se puede aromatizar con esencia de vainilla, de limón, anís, licor de almendra, etc… incluso se le puede añadir a la masa base ralladura de limón o naranja. Imaginación al poder.
Es un bizcocho perfecto para mojar en un vaso de leche bien fresca. Al ser tan esponjoso absorbe el líquido en mucha cantidad y muy rápido. ¡No dejéis de hacerlo!

Hemos trabajado 2 horas y 50 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?

60 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.