Esto se acaba, y menos mal porque los días pasados desde la derrota ante Chile y eliminación del Mundial hasta hoy, que se enfrentará en el último encuentro a Australia han sido un infierno para España, tal y como se esperaba. Sin ilusión, sin ganas, con el rostro demacrado por la decepción, la campeona se descomponía por momentos, afloraban tensiones, viejas rivalidades y la eterna desazón del que no juega. Como dijo el propio Del Bosque “los jugadores solo piensan en sí mismos”. Es algo sabido en el mundo del fútbol, de ahí que los futbolistas, tan egoístas ellos en líneas generales, tengan tan mala imagen (menos cuando ganan un Mundial claro, que eso lo borra todo)...
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