En medio de una crisis económica, los últimos años, y en particular este 2012, no ha sido precisamente «bueno» para el sector de venta de vehículos. A falta de un análisis final, que sin duda se verá influenciado por el plan PIVE, todas las marcas han registrado descensos importantes en las ventas.

Tampoco se prevé un aumento del parque automovilístico español, que según el último estudio de la Asociación Nacional de Fabricantes ANFAC, había registrado un tímido crecimiento del 0,5%, en un año en el que la crisis todavía no había alcanzado los niveles del actual ejercicio.

Según esta asociación, son precisamente las consecuencias de esta crisis económica las que han afectado de forma especial a las familias que no han podido impulsar la compra de vehículos adicionales en unidad familiar.

Con todo, lo que más se puede comprobar en nuestras calles es la presencia de gran cantidad de vehículos con más de 10 años. Según los datos que barajan en ANFAC, se ha pasado del 33,9% en 2009 al 36,5% en 2010. La falta de renovación del parque se pone de manifiesto en estos números, a pesar de los diversos planes puestos en marcha para la renovación del parque, como el Plan 2000E o el más reciente Plan PIVE, que, según los fabricantes, no han podido evitar la tendencia al empeoramiento de la antigüedad de estos coches que circulan por nuestras calles.

Para conocer los verdaderos motivos que hacen que vehículos «veteranos» sigan rodando sin aparentes problemas, hemos recogido algunos ejemplos. Sus propietarios nos dan detalles de cuánto cuesta mantener uno de estos vehículos, de sus ventajas e inconvenientes.

En general, por mucho que, por ejemplo, las medidas de seguridad con las que cuentan sean inferiores a las de un modelo nuevo, aunque este último sea de gama baja, la mayor parte de los usuarios se muestran satisfechos porque el coche «cumple sobradamente con las necesidades a las que se destinan».

Si no existen averías, el paso anual por el taller para cumplir con el trámite de la ITV es el único requisito por el que han de pasar para poder circular por nuestras calles y carreteras.

Mari. Renault Mégane Coupé de 1998

El coche tiene ya 170.000 Km, lo que «para un coche diesel tampoco es demasiado», nos dice su propietaria. Este deportivo lleva en la familia 6 años. Lo compraron con 120.000 Km y en su día les costó 4.000 euros. Primero lo utilizó su hermana Patricia, que se lo cedió porque «ella necesitaba un coche con más maletero por cuestiones de trabajo».

La verdad es que la vida de este Mégane ha estado caracterizada por sus numerosos pasos por el taller, aunque «este último año se ha portado bastante bien y no ha dado ningún problema». De todas formas, su propietaria reconoce que «nos hemos gastado en estos seis años casi tanto como lo que nos costó comprarlo», por lo que en un balance general reconoce que «no nos ha salido rentable». El Megane ha viajado, de todas formas, desde Galicia hasta Málaga, por carteras de Ávila y hasta Valencia y finalmente por las calles de Madrid, con sus autovías y atascos callejeros. En el apartado de anécdotas, Mari nos cuenta que «tenía una gotera en medio del techo, y cuando llovía te metías en el coche y el suelo estaba lleno de agua».

Vicente. Citroën Saxo de 2002

Este utilitario tiene ya 10 años y 140.000 Km. Vicente lo tiene desde hace 4 años, con 100.000 Km, y desde entonces «no ha habido un solo día en el que no lo haya usado para algo».

El precio de adquisición fue absolutamente «demoledor», ya que lo compró por tan solo 600 euros. Las perspectivas a la hora de hacerse con él tampoco eran demasiadas, nos cuenta. «Era un coche barato, que había dado resultado, que consumía poco, y que iba a utilizar para desplazamientos cortos por Leganés y para ir a la parcela».

Todas estas expectativas se han cubierto sobradamente porque «no ha tenido ni una sola avería en 40.000 kilómetros, y ahora hasta lo uso a diario por carreteras de tierra para desplazarme hasta una parcela en las afueras, por lo que también tiene que cargar con todo lo que le eches».

Vicente asegura que no se le pasa por la cabeza cambiarlo «va a durar todo lo que pueda, pero a día de hoy hasta funcionan bien el aire acondicionado y las ventanillas eléctricas».

Pese a la poca potencia y tamaño del modelo, su propietario nos cuenta como anécdota que «para movernos por la finca el cochecillo ha llegado a cargar hasta con seis personas».

Verónica. Fiat Punto de 1994

Casi 16 años tiene ya este veterano, auque hace dos años, cuando «Rayito pasó a formar parte de la familia» tan solo tenía 60.000 Km. Nos cuenta su actual propietaria, Verónica, que ella lo heredó de su hermana Tamara, que a su vez se lo compró por 600 euros a la madre de un amigo que casi no lo usaba. «El coche, pese a los años, estaba nuevo. Casi no tenía kilómetros, había pasado todas las revisiones, y aún encima le acababan de cambiar las ruedas». Lo primero por lo que se nota que tiene ya «unos cuantos años» es al mirar la matricula, que es «de las antiguas, con una letra delante y dos letras al final de los números»

La primera en dar uso a este «veterano» fue Tamara que acababa de sacarse el carné de conducir y necesitaba «un primer coche con el que coger algo de práctica». Su primera aventura fue ir a buscarlo «ya que el coche estaba en Galicia y lo tenía que traer para Madrid, así que aproveché unas vacaciones para ir a recogerlo y hacerle sus primeros 600 kilómetros».

Pasado un año, Verónica «cogió el traspaso» del coche de su hermana, y lo usa todos los días «para ir a trabajar y para moverme por Madrid, porque con el coche no tardo más de media hora, y si tuviese que ir en transporte público por lo menos tardaría una hora y media».

En estos dos últimos años tan solo ha tenido un pequeño problema que lo ha llevado al taller. «El coche se calentaba y no sabíamos por qué. Al final descubrieron que era por el motor de la calefacción, así que la desconectaron y listo. En invierno se pasa un poco de frío, pero nada más».

Verónica no tiene intención de cambiar de coche por el momento porque «un coche nuevo cuesta demasiado, y, la verdad, con este tengo todo lo que necesito para moverme por Madrid. Es duro, no da problemas mecánicos y consume poco».

Este Fiat Punto, al que llaman «Rayito» pasa «sin problemas» la ITV todos los años, y por lo que nos cuentan, va a seguir muchos años formando parte de la familia. Solo tiene de él buenos recuerdos, y a la hora de preguntarle por alguna anécdota nos dice Tamara que nada más comprarlo «se notaba que el coche venía de Galicia, porque durante varios meses te subías al coche y seguía oliendo a mar».

J. Morales. Mercedes Sportcoupé 200K

Nuestro siguiente protagonista compró su Mercedes deportivo de gasolina en el año 2001, completamente nuevo. Y ha disfrutado de él durante estos 11 años y medio, en los que ha recorrido 105.000 Km.

A J. Morales le gusta ser «estricto con las revisiones y cambios de aceite. Siempre reviso el coche en los kilómetros marcados por la casa». En estos años no ha tenido ninguna avería importante, aunque lo peor ha sido el consumo de gasolina, que es «algo elevado», según nos confiesa su orgulloso propietario.

La satisfacción con el Mercedes es del 100%, y el propietario cree que en parte se debe a que «hacer una inversión en un coche de alta gama es rentable». También cree que a la hora de adquirir un vehículo es importante hacer una previsión del uso al que se va a dedicar, y así nos explica que «si haces pocos kilómetros las mecánicas de gasolina son las más eficientes y los repuestos son más baratos».

Por ahora no piensa en cambiar de coche, aunque sí le gustaría tener un modelo más actual. De venderlo «buscaría un comprador particular que valorase el estado del coche in situ».

Reconoce que en alguna ocasión «lo he llevado al chapista y me ha ofrecido comprarlo, pero con un precio inferior al que yo estaba dispuesto a vender». En este sentido, entiende que la tasación se suele hacer por año de matriculación del coche, y menos por el estado del mismo.

Otro de los argumentos para no cambiarlo, de momento, es que «el coche está en buen estado, tiene pocos kilómetros, y su valoración actual es muy baja en relación al estado en el que se encuentra». En el caso de J. Morales, la ayuda actual del plan PIVE «no es suficiente para lo que realmente vale mi coche»