Carolina
de Mónaco asistió sola
ROSETA L. DEL VALLE/
La
Princesa Carolina de Mónaco, que viajó a Madrid para asistir
al enlace junto a su marido, Ernesto de Hannover, acudió, sorprendentemente,
sola, hecho que llamó la atención, más aún
teniendo en cuenta que acudía en su calidad de Princesa de Hannover.
No menos extraño resultó que la primogénita de
Rainiero de Mónaco (de Chanel de los pies a la cabeza, aunque
con un diseño sobrio, sin el glamour que acostumbra) apareciera
en la catedral con el primer grupo de invitados, cuando el protocolo
establece que los miembros de Casas Reales sean de los últimos
asistentes en llegar. Su hermano Alberto de Mónaco llegó
también solo, pero con el grupo de invitados reales. El Príncipe
de Hannover, que se incorporó a la celebración a la altura
de las «fotos de familia», acudió a la cena de gala
que se sirvió la noche anterior en El Pardo.
De
esa celebración, Carolina de Mónaco salió sola,
mientras que su marido optó por alargar la noche. Solo fue también
el Príncipe Carlos de Inglaterra (el único que lució
un chaqué gris perla), uno de los más aclamados por los
curiosos que se arremolinaron en los alrededores. Aplausos y vítores
también recibieron los personajes más populares entre
el público, como Magdalena de Suecia, Mette-Marit de Noruega
o Rania de Jordania (que batió el récord de tiempo de
posado ante los reporteros gráficos). Llamó la atención
la chaqueta blanca que lució la Begum, un color (como el negro)
no recomendado para las bodas. Como anécdota, el simpático
gesto que regaló la Reina Fabiola de Bélgica, que desplegó
su abanico ante los fotógrafos, en un gesto tan español
como ella misma.
>
Baño de colorido
> Carolina de Mónaco asistió sola
> El público
dedicó una gran ovacion a Mandela
> Los políticos
llegaron en grupos
> Medios de comunicación,
cultura y deporte