Madrid

Picones de María

8 /10
Precio medio
60€
Dirección
Simancas,12
Teléfono
91 459 99 09 Llamar
Web
www.piconesdemaria.com
 Picones de María
Foto: Belén Díaz
Picones de María Simancas 12,Madrid

Es el restaurante más solicitado de Madrid. Largas esperas para conseguir mesa, de meses incluso. Un auténtico fenómeno. Cierto que su comedor es muy pequeño y que abre sólo cinco días a la semana (tres noches para cenas), pero en cualquier caso puede parecer sorprendente el éxito de esta modesta casa de comidas. Detrás está Jorge Muñoz, joven cocinero que a finales de 2019, tras pasar por La Tasquita de Enfrente, se incorporó al negocio de menús del día de sus suegros. Muñoz dio un cambio total a la cocina sin renunciar a una línea tradicional. Apostando por el producto de temporada, buscando los mejores proveedores y aplicando conceptos modernos para sacar el máximo de la materia prima. La influencia de Juanjo López y su Tasquita es innegable. En cualquier caso, en Picones de María se come muy bien y eso es lo que importa. Platos aparentemente sencillos, pero con mucho trabajo y reflexión. Únanle el acogedor trato de la familia propietaria, precios contenidos y detalles cuidados, empezando por unas mesas bien vestidas.

La presencia en la carta de algunos platos en formato degustación, medias raciones y sugerencias del día hacen recomendable pactar con el cocinero un menú al gusto de cada uno. Imprescindibles las grandes butifarras, blanca y negra, hechas expresamente para él y que sirve con el contraste de aceitunas negras y pepinillos. También la chistorra de Arbizu sobre yema de huevo, o las croquetas de cecina ahumada (13,60). Vamos probando cosas, algunas de la carta, otras no, siempre con el producto perfectamente tratado: sardinillas nórdicas ahumadas con papada; ostra con escabeche de gallina y palo cortado (5,40) excesivamente potente, o una magnífica escupiña con ponzu, aceite y sake (2,90).

Uno de los momentos más brillantes llega con la ortiguilla frita (2,90), a la que aplica una técnica que aporta estética pero sobre todo sabor y textura. Menos atractiva la versión con salsa de callos. Baja bastante el nivel la oreja de cerdo ahumada y estofada (4,45) con exceso de sal y de humo. Seguimos el festival con unas potentes y elegantes chantarelas en revuelto con picadillo de morcilla a la morquera (17,60), guisantes del Maresme sobre huevo poché y aceite de primera prensada (18,90) y unas albóndigas magníficas, con salsa española y trompetas de la muerte (18,40). Para rematar, impecable la paloma torcaz en salmís con pochas de Coristanco (9,80 en formato degustación). Buenos postres, especialmente el «flan no-flan» (5,40), con leche fresca y nata, y el contrapunto amargo de aceite koroneiki. Muchas cosas buenas que explican el furor por esta casa. Ármense de paciencia e intenten conseguir una mesa. Aquí sí vale la pena la espera.

Cierra domingos y lunes completos, y cenas de martes y miércoles.