La campaña electoral no está para despilfarros ni para gastos extra de ningún tipo. Toca austeridad en todos los niveles, también en la televisión pública gallega y en los debates electorales que se mantendrán a partir de este lunes. Con esa mentalidad, los organizadores han querido que los enfrentamientos televisados entre los candidatos estén alejados de los gastos y el derroche de 2008, cuando el único debate que se celebró costó 210.000 euros. Un exceso insostenible hoy en día, así que se ha metido la tijera y el presupuesto del debate de esta noche será de 10.000 euros, según fuentes populares consultadas por ABC.
Coincidiendo con las elecciones generales de 2008 se organizó un enfrentamiento en el Hotel San Francisco de Santiago. Fue toda una fiesta, donde no faltó un catering que costó a las arcas públicas, es decir a los gallegos, 9.000 euros, casi lo que costará hoy el debate entero. Entre pincho y pincho, de primera calidad eso sí, se siguió el debate a tres bandas, entre los dos que estaban gobernando.
Emilio Pérez Touriño (PSdeG) y Anxo Quintana (BNG), contra Alberto Núñez Feijóo (PPdeG), que se presentaría un año después a los comicios, los cuales, a la postre, ganaría. Fue un debate de lujo, con un gran decorado, en el que se cuidó hasta el más mínimo detalle. Eran los tiempos en que el PSOE de Zapatero empezaba a aceptar a regañadientes que en España había crisis económica, y pensaba todavía que la solución estaba en gastar más y más dinero público.
De segunda mano
Pero los tiempos han cambiado. El debate de esta noche, entre Núñez Feijóo y el candidato socialista, Manuel «Pachi» Vázquez, no tendrá lugar en ningún hotel de primera clase, sino en un plató de la televisión pública, con un decorado de segunda mano, que ya fue utilizado en las elecciones municipales de mayo de 2011.
Será el mismo decorado para los tres debates que va a haber a partir de este lunes, pero también servirá para las entrevistas a los distintos candidatos que se harán a lo largo de la campaña electoral, y para el seguimiento de la jornada electoral del 21 de octubre.
En este caso, además, los organizadores han querido evitar la obsesión en lo visual del debate: el decorado, la altura de las sillas, el color del fondo, la sintonía, las corbatas.. Todo eso, que obsesiona a los que preparan los debates entre el PP y el PSOE en las elecciones generales, quieren que pase a un segundo plano para que el interés se centre en lo que tenga que decir cada candidato.
El debate de este lunes estará dividido en tres bloques: economía, políticas sociales y autonomía. Feijóo, como candidato del partido que ganó las anteriores elecciones, abrirá y cerrará el debate. Feijóo y Vázquez llegan con las encuestas conocidas a lo largo del fin de semana bajo el brazo, y que apuntan al aspirante del PPdeG como claro favorito para seguir en la Xunta cuatro años más.
Mayor riesgo
En esta situación, tendrá que ser Vázquez quien arriesgue a lo largo del debate y quien necesite echar mano de alguna estrategia que llame especialmente la atención, para tratar de descolocar a su adversario. Feijóo se limitará a defender sus propuestas y expondrá de nuevo la situación de las cuentas «solventes» de Galicia, aunque no se descarta que guarde un as en la manga y lo saque a relucir para dar un giro en el «cara a cara».





