Pere Navarro, prometó ayer «apoyo personal y político» a Artur Mas pero sólo después de «despejar cualquier duda» sobre si tiene «cuentas en paraísos fiscales»
El PSC se ha decidido a entrar de lleno en las acusaciones de corrupción contra CiU para ver si araña así en esta última semana de campaña algun voto del 20% de indecisos que, dicen las encuestas, todavía no han decidido a quien dar su voto.
El candidato del PSC a la Generalitat, Pere Navarro, prometó ayer «apoyo personal y político» a Artur Mas pero sólo después de «despejar cualquier duda» sobre si tiene «cuentas en paraísos fiscales».
«Yo no tengo ni he tenido nunca ninguna cuenta en ningún paraíso fiscal y quiero que Mas diga exactamente lo mismo, que despeje cualquier duda y sospecha, y si lo dice tendrá mi apoyo político y personal», subrayó en un mitin en Girona.
El camino ya lo había marcado el día anterior la número uno por Barcelona al Congreso, Carme Chacón, cuando dijo: «para los desfalcos, no les importan las frontaras» a los nuevos independentistas de CiU.
Esta semana vuelve al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, a la campaña catalana. Habrá que ver qué dice de las acusaciones que pesan sobre la coalición convergente, cuyo ascenso en los sondeos, al igual que el del PP, amenaza la hegemonía de muchos años del PSC como segunda fuerza.




