No es que vaya a ser tan trascendente como la partida de aquellas tres carabelas desde Palos o el primer partido disputado por el Huelva Recreation Club, pero la circunscripción de Huelva ha tomado una importancia insospechada en estas elecciones generales. Al parecer, los resultados en la provincia son vitales en la batalla de Andalucía. Politólogos y demógrafos insisten en que a orillas del Tinto y el Odiel puede darse un vuelco histórico que implicaría la primera victoria en unas generales del PP (en las anteriores hubo un 3-2 a favor del PSOE, y en tiempos se daba un 4-1).
Ese sería el testigo que determinaría también la victoria clara en otras circunscripciones andaluzas, una especie de efecto dominó que recorrería la Comunidad de poniente a levante. Y siempre se ha dicho que Andalucía abre al menos uno de los cerrojos de las puertas de La Moncloa. No es extraño que tanto socialistas como populares hayan reservado el último día de campaña para mandar allí a Rubalcaba y a Rajoy, que después cerrarán la campaña en Madrid, como viene siendo tradicional. Será la única vez en toda la quincena que los dos candidatos coincidan tanto en el mitin matutino como en el vespertino. Y será el último día, cuando la suerte esté echada.





