El pionero español que se hizo amigo de Chaplin y dio esquinazo a Hollywood
La productora de cine buscaba jóvenes talentos en España para trabajar en la versión en castellano de algunas películas de Hollywood, y aunque no pagaba de forma excepcional, Jardiel Poncela aceptó la invitación
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«De todos los españoles que han hablado y escrito sobre Hollywood, el más certero, a mi juicio, ha sido Jardiel Poncela; Jardiel Poncela, que con un contrato espléndido salió de allí corriendo y se volvió a España, porque la mágica ciudad de los encantos le resultaba insoportable», contó a ABC en noviembre de 1933 el periodista (y mil cosas más) Federico Santander, que dio la vuelta al mundo y conoció a las grandes personalidades de la época.
El escritor y dramaturgo Enrique Jardiel Poncela era una de ellas. Su obra, relacionada con el teatro del absurdo, no solo rompió con las tendencias españolas de la época, sino que le permitieron saltar con su talento al otro lado del charco.
«Las comedias, para que tengan un ritmo trepidante, hay que empezar a escribirlas con imaginación generosa, sumando líos, barullos, laberintos, cada vez más difíciles, para ver luego cómo se desenredan y desenlazan», evocó, citando sus palabras, su amigo Alfredo Marquerie en las páginas de ABC para definir su estilo.
+ infoFichado por la FOX
Hijo de un matemático y de una prestigiosa pintora, Jardiel Poncela se crió en un ambiente de gran efervescencia cultural. A partir de 1919, el madrileño empezó a ser conocido en los cafés de la capital y a escribir sus primeras colaboraciones, artículos y cuentos en distintos periódicos. ABC cuenta con muchos de estos relatos. Pero pronto exploró la faceta que le haría más conocido: el teatro, concretamente, la comedia disparatada.
«Enrique Jardiel Poncela ha estrenado en el teatro Lara, con feliz éxito, su primera comedia. Trata de una original humorada, escrita con agilidad y despreocupada gracia, que descubre en su misma incongruente, extravagante y a veces infantil manera, un estilo muy estimable. Una querella matrimonial, que se resuelve con la reconciliación de los desavenidos cónyuges, y en la que toma parte muy activa, de acuerdo con el marido, cierto averiado conquistador, constituye la trama de la obra, a la que dispensó el público excelente acogida», dejó escrito el crítico de ABC sobre su primera obra.
+ infoEn muy pocos años, el joven dramaturgo se consagró como uno de los escritores ligeros más ocurrentes y graciosos. Lo burlesco, lo risueño y una crítica social muy ligera eran sus señas de identidad y lo que llamó la atención de la FOX por medio del guionista José López Rubio. La productora de cine buscaba jóvenes talentos en España para trabajar en la versión en castellano de algunas películas de Hollywood, y aunque no pagaba de forma excepcional, Jardiel Poncela aceptó la invitación.
A partir de 1933, empezó a escribió los diálogos y los guiones para el departamento de películas en español, en unos momentos en los que no existía el doblaje, sino que de día se rodaba en inglés y de noche entraban en los mismos decorados los actores hispanohablantes y se repetía en español. La FOX esperaba que las versiones en otros idiomas tuvieran su propia personalidad, por lo que era necesario que detrás del guion hubiera buenos escritores reescribiendo escenas enteras. En esta etapa también llevó al cine su comedia ‘Angelina o el honor de un brigadier’, que rodó en verso y fue un éxito a pesar de las reticencias de la productora.
Jardiel Poncela y el grupo de españoles que vivía en Hollywood, entre ellos Gregorio Martínez Sierra y Catalina Bárcena, trabó amistad con Charles Chaplin, que apreciaba su buen humor y su ojo crítico. No en vano, el madrileño se cansó pronto de Hollywood y se marchó del país renegando del racismo crónico de EE UU, las turbias relaciones de la Mafia con los estudios, la gran corrupción de la industria y la escasa relevancia que se daba a este tipo de adaptaciones.
Recordando lo mucho que se había desperdiciado el talento español en Los Ángeles, ABC escribió años después: «Las adaptaciones no fueron buenas; no por culpa de esos escritores, que apenas trabajaron, ya que no les dieron tarea, sino porque, como en varias ocasiones se ha registrado, todo se hacía precipitadamente y, en la mayoría de los casos, las películas eran simples y no cuidadas traducciones de las que se estaban rodando en inglés, y perdían los valores que pudieran tener las versiones originales».
Marcado por la política
Jardiel Poncela, del que desciende toda una estirpe de actores, falleció el 18 de febrero de 1952 arruinado y abandonado por muchos de sus amigos a la temprana edad de cincuenta años. Como a toda su generación, la Guerra Civil marcó de manera trágica la carrera del dramaturgo. Al inicio del conflicto fue llevado a una checa (local que utilizaban los milicianos de izquierda como cárceles), acusado, por una denuncia anónima, de haber dado cobijo en su casa al exministro de la Segunda República Rafael Salazar Alonso, ejecutado unos meses más tarde. Se salvó, y pronto huyó de Madrid.
+ infoTras pasar el resto de la guerra fuera de España o en territorios controlados por el bando de Franco, el dramaturgo madrileño logró reactivar en los años cuarenta su carrera en los teatros, si bien una parte de España no le perdonó. En 1944, inició una gira por América que tuvo que suspender antes de tiempo en Uruguay, debido a los incidentes causados por republicanos exiliados y uruguayos que reventaron los estrenos por considerarla afín al régimen. Fernando Fernán Gómez, en su libro de memorias ‘El tiempo amarillo’, achacó esta reacción a las feroces diatribas contra «el envilecido vecindario del Madrid marxista», publicadas por Jardiel durante la guerra, y añadió que «aquella excursión le arruinó y fue el factor desencadenante que contribuyó también a arruinar su salud».
«Era, como dramaturgo, inquieto, fértil, lozano, y tenía la obsesión del montaje de sus comedias, ya complicadas por el desarrollo que daba a la acción. Esta y otras causas le crearon partidarios fervorosos y jueves severos. Lo indiscutible es que Jardiel Poncela transmitió a sus comedias un timbre nuevo, de buen humor y de sorprendentes efectos en los trucos que ponía en juego. Constituyó compañía y marchó a América del Sur, pero allí la fortuna no le fue propicia, y tuvo que disolver el conjunto», definió ABC en la necrológica que el 19 de febrero de 1952 dedicó a Jardiel Poncelo.