Esta noche la Agrupación de Cofradías de Córdoba hará entrega a su viuda del reconocimiento, a título póstumo, a Ricardo Gómez Porras, hermano mayor que fue de la Buena Muerte, como Cofrade Ejemplar de la Semana Santa de Córdoba.
Quizás ese momento se produzca en torno a la medianoche, a esa misma hora en la que el Cristo de la Buena Muerte sale a la calle, a esa misma hora en la que, según me cuenta su hermana, Ricardo partió hacia la Casa del Padre. Y además lo hizo con una serena, silenciosa y buena muerte después de su duro calvario.
Imagino con emoción la conversación íntima que, en dicho trance, Ricardo mantendría con el crucificado de su devoción: «Señor, escucha mi plegaria:/ ya sé que me esperas;/siento que mi vida se escapa/ y un miedo sereno me ciega». Desde la cruz le contestará: «No temas nada, Ricardo,/ te has ganado tu morada,/ has salvado tu alma/ con tanto amor derramado». «Gracias te doy mi Señor —replicará—/ que nada hice mejor/ que humildemente servirte/ para devolverte cuanto me diste».
Más que acertada este año dicha distinción a quien dedicó todos sus esfuerzos a la hermandad que acoge en nuestra ciudad la Compañía de Jesús. Porque si algo caracterizó a Ricardo fue su trabajo siempre callado, desinteresado, silencioso, constante, en la hermandad congregante. Nunca fue aficionado al pecadillo habitual de figurar, es más, delegaba bastante en otros miembros de su Junta de Gobierno.
Servicial como pocos y con todos, cariñoso, amable, trabajador, reflejaba la buena cuna familiar como Kiko y Ángela. Y en ello coincidía plenamente con Luisa, su esposa, su amiga, su compañera inseparable, su amor correspondido, su todo.
Querido Ricardo, no me pude despedir de ti personalmente, pero al menos participé en el funeral que te merecías: una iglesia llena hasta el coro de gente que te quería, la Reina de luto; lágrimas sinceras y las notas sublimes, exquisitas de «Salve Regina Martyrum», preciosa despedida para quien como tú llegó al Cielo por la puerta grande. ¡Enhorabuena, Ricardo! Un fuerte y emocionado abrazo de tu amigo.




