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"La boina existe", recordó ayer el portavoz socialista en el Ayuntamiento, Jaime Lissavetzky. De acuerdo con sus datos, en el mes de enero, 22 de las 24 estaciones medidoras han superado los niveles máximos de contaminantes permitidos. A su juicio, no se está atajando el problema. Por eso, el grupo municipal socialista va a solicitar la celebración de un pleno extraordinario sobre contaminación.
«Han pasado ya dos meses desde que Botella llegó a la Alcaldía, se acabó el periodo de gracia»
Lissavetzky cree que se está produciendo una "parálisis" municipal en este asunto, como prueba el hecho, que remarca el socialista, de que no se ha aplicado aún ninguna medida del Plan de Calidad del Aire aprobado para el periodo 2011-2015, y que recibió el vistobueno del Gobierno local en el último pleno.
"Han pasado ya dos meses desde que Botella llegó a la Alcaldía, se ha acabado el periodo de gracia", señaló Lissavetzky, quien considera que hace falta un revulsivo en el asunto de la contaminación. Por ello, anunció que su grupo está terminando su propio plan alternativo con medidas para frenar la polución.
