La segunda tarde de conferencias de las Jornadas de Otoño de la Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno arrojó luz sobre uno de los hechos más importantes de la historia de España: la Reconquista cristiana. Además de una expansión de los reinos hispanos por la Península, a costa de los árabes,la Reconquista puede verse como una cruzada en suelo europeo, «la cruzada hispánica». «Alfonso VII instó al Papa Eugenio III a que incluyera la Reconquista dentro del planteamiento cruzado general», afirmó Carlos de Ayala, catedrático de Historia Medieval de la Universidad Autónoma de Madrid.
La aspiración a cruzada fue tomando relevancia durante el paso de los años. Una cruzada que para el Papa debía ser dirigida por Roma, aunque los reyes siempre tuvieran la aspiración de luchar en una cruzada hispánica. «Cuando el Papa entrega la Rosa de Oro, por su cruzada contra el Islam, a Alfonso VII, en una misiva le asegura que los intereses defendidos deben ser los de Roma», explicó Carlos de Ayala. «Ni Alfonso VII ni sus sucesores estaban interesados en que los réditos de la cruzada se los llevara Roma», añadió el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid.
La cruzada acabó por hispanizarse y fruto de esto es la creación de las órdenes militares. «Se controló a las órdenes militares generales, Temple y San Juan de Jerusalén, y se crearon ordenes hispánicas como la de Calatrava. La primera cruzada en la que la órdenes militares toman parte es en la batalla de las Navas de Tolosa», recordó De Ayala.
«El objetivo en las Navas de Tolosa era librar una batalla, una cruzada, en campo abierto para destruir dentro de una colisión al contingente contrario», abundó Francisco García Fitz, profesor titular de Historia Medieval de la Universidad de Extremadura. En esta batalla chocaron dos formas de civilización: una emergente y otra casi agotada. «El imperio Almohade tenía suficientes contradicciones como para desaparecer sin derrota», añadió García Fitz.
Fortaleza y debilidad
Las Navas de Tolosa fueron la reafirmación de un proceso de construcción de una sociedad. «La batalla es la reafirmación en la península ibérica de una sociedad occidental, con base latina y cristiana que se había mantenido presente y fuerte tras la invasión islámica. Es el triunfo de una sociedad militarizada y fuerte, frente al debilitado poder musulmán», reafirmó el profesor.
Aunque para muchos expertos la Reconquista no es más que una invención de los historiadores. «La Reconquista es una larguísima operación militar que se libra durante ocho siglos y en la que los cristianos recuperan el territorio previamente ocupado por los musulmanes», dijo. Se ha creado una polémica historiográfica que ha trascendido al público en general «que dice que la Reconquista es un invento de los historiadores». Y a pesar de que no hubo una larga lista de batallas, la ocupación de territorios, los asedios, los pactos y el debilitamiento de los musulmanes mediante la exigencia de tributos para mantener la paz «fueron algunas de las estrategias utilizadas por los cristianos en la larga Reconquista del territorio peninsular», expuso en su conferencia Manuel González Jiménez, Catedrático de Historia Medieval.