Carmen Machi regresa a televisión. Tras su triste salida de Aída, la actriz, que entre proyecto de cine y teatro no ha parado ni un sólo momento, vuelve a la pequeña pantalla con dos nuevos proyectos.
Rodará cinco capítulos nuevos para la mítica serie de Telecinco que le dio la popularidad y una nueva miniserie que se emitirá en Antena3, Rescatando a Sara, sobre Leticia Moracho, la madre coraje española, que intentó por todos los medios recuperar a su hija Sara, de nueve años, secuestrada por su padre musulmán y llevada contra su voluntad a Iraq en plena Guerra del Golfo.
Acompaña en el reparto por Fernando Guillén Cuervo, Sandra Meleroh y Abdelatif Hwidar, Carmen se centra estos días en el rodaje de este nuevo proyecto que produce Bocaboca y dirige Manuel Ríos San Martín.
- ¿Qué vamos a ver en esta miniserie?
- Rescatando a Sara le da título el nombre de la buscada, que es Sara, que es la hija de un matrimonio entre una española y un iraquí, que después de más de una década de convivencia se separan. En uno de los permisos que él tiene de visita para la niña, la secuestra y se la lleva a Iraq. Se la lleva en un momento en el que están en plena guerra. Lo que cuenta es todo el periplo por el que pasa esta mujer para intentar rescatarla, cosa muy complicada, porque las leyes en un país como Iraq no tienen nada que ver con las nuestras. Después de mucha lucha, incluso ayudada por programas de televisión, entrevistándose con Zapatero, escribiendo cartas al Rey... no hay manera. Es tremendo, aparte de vivir lo terrible que es no tener noticias de su hija, no saber si está viva o está muerta, sólo ve las noticias en televisión, bombas que caen en el país donde supuestamente está su hija. Una niña que ha vivido bien, en Galapagar, en un chalet, la hija pequeña mimada. Y de repente se encuentra en esta tesitura. Y Esto es la película.
- ¿Tú has visto No sin mi hija?
- Tiene mucho que ver con eso. Yo no recuerdo ahora, esto está basado en hecho real. Esto demuestra que son casos que no son nada aislados. De hecho hay en este momento, al menos cuando terminaron el guión, mil quinientos casos en España calcados a este. La diferencia es que esta mujer luchó lo indecible, saltó el tema a los medios de comunicación, y es como vio a los políticos. Pero no había manera, daba absolutamente igual que interviniera el Ministerio de Exteriores. Fue un fallo que cometió él, él falsifico un documento y eso fue lo que indignó a los jueces iraquíes, y es la razón por la que la consiguen que salga la niña. Sino estaría todavía allí.
- En la vida real, ¿serías también esa madre coraje?
- Yo no lo sé. Yo creo que hay una diferencia de ser madre a no, en cuanto a no, no sé qué se puede mover. Yo puedo ponerme en el lugar de alguien a quién quieres mucho, supongo que el vínculo madre e hija... Pero yo me imagino como hija si me quitan a mi madre, y más teniendo ocho años. No lo sé, yo imagino que sí. Y sobre todo lo de esta mujer es que está enamorada de él, es lo fuerte. No todo es de buenos y malos, él no es un mal hombre. Es una mujer enamorada de un hombre con quien compartió su vida dieciséis años.
- ¿No te entran ganas de ser madre?
- No, (risas). Tengo muchos hijos putativos, que me encanta, porque luego los pierdo de vista cuando quiero y ya está (risas). Nunca he tenido esa inquietud. Quizás no me he planteado la maternidad por todos los hijos que tengo en la ficción.
- De todos modos, el papel que haces en Aída, y el que haces aquí, son un poco similares en algunos sentidos. En ambos eres una madre que lucha por sus hijos...
- Todas las madres luchan, no son dos perfiles únicos. Todas las madres son madre coraje. Creo que sería muy complicado encontrar a una que no lo fuera. La suerte es que lo consiguió, sino no habría una película.
- ¿Te sientes una de las actrices más queridas?
- Bueno, yo no lo sé. Siempre he recibido un trato exquisito de la gente, muy cariñoso. Algo que supongo que tiene que ver con mi personaje que es muy querido, no conmigo. Pero bueno... (risas).
- Al haber tenido un éxito arrollador con Aída, ¿no puede costar un poco esto de cara al público?
- No, si en mi carrera sólo hubiera sido la serie ésta, claro. Pero es que mi trayectoria no tiene nada que ver con eso. No tiene nada que ver. Yo trabajo en teatro. Aída es un personaje que me ha dado cosas magníficas.
- ¿De qué personaje dramático te sientes más orgullosa?
- Es que he hecho muchísimos. En teatro no he hecho comedia. Yo siempre estoy muy contenta con mi trabajo. Bueno, hay una obra de teatro que ha marcado un antes y un después en mi vida que es La tortura de Darwin, pero porque era un trabajo muy especial. El 90% son dramas de todas las obras que he hecho. Entonces no puedo decirte uno.
