Comenzó hace tres cursos como un medio para financiar el viaje de fin de estudios pero esta semana ha llevado a más de 50 alumnos del colegio de Trinitarios por varias provincias españolas en una pequeña gira que concluirá el sábado en la plaza de Las Tendillas. Es el musical «Jesucristo Superstar» al que dan vida cuarenta alumnos de cuarto de Secundaria junto a 15 compañeros de Primaria del mismo centro y que será uno de los platos fuertes de la Misión Juvenil.
Sobre las tablas, además de las escenas del musical, estos adolescentes representarán pasajes clave de la Pasión y Muerte de Cristo que la versión original omite pero que el director de esta adaptación, Fernando Aragón, padre de uno de los alumnos; y el jefe de estudios del colegio, Juan José de la Torre, han querido incorporar para dotarla de un mayor carácter religioso y evangelizador. «La obra presenta a Jesús más como hombre que como Hijo de Dios y nosotros hemos incluido nuestra impronta religiosa», indica Juan José de la Torre. Es por eso que a las canciones y a la coreografía, de la que se ha responsabilizado Manuel Criado, han unido la banda sonora de la película La Pasión para pasajes como la Coronación de Espinas, el Via Crucis y la Resurrección, que es lo que da sentido a todo lo anterior.
Hasta aquí, todo normal si no fuera porque los responsables de la obra han querido ir más allá y, tras la Resurrección, presentan una escena no bíblica en la que Jesús perdona a Judas y lo abraza. «Queremos mandar un mensaje de reconciliación y de perdón. Nosotros vemos en Judas a cualquier persona que reniega de Cristo o se enfada con él y Jesús lo perdona», indica Fernando Aragón, que consigue el objetivo de hacer actual la historia con un vestuario, hecho por padres del colegio, que presenta al pueblo con atuendo hippie o a los soldados romanos con porra y casco. Los padres también son maquilladores y los profesores se encargan de la escenografía, la luz y el sonido.
La intención educativa y evangelizadora de público y actores estuvo presente desde el primer momento. Cuando Fernando Aragón propuso el proyecto, el profesorado lo vio como «una forma privilegiada de educar», en palabras del jefe de estudios, que recuerda que ha supuesto también una oferta para los chicos que han pasado las tardes de los viernes, muchos sábados y algunos domingos ensayando en vez de estar en la calle.
En Madrid, hoy
A la vez que conocían el mundo de la interpretación, al que algunos alumnos pretenden dedicarse tras la experiencia, los jóvenes han trazado lazos de amistad entre clases y han aprendido el mensaje de Cristo viviéndolo y sintiendo a Jesús más cerca. Lo cuenta el director de la obra y lo corroboran Carlos Rentero y Eva María Marín, que hacen los papeles de Jesús y la Virgen María.
Para Carlos, que tiene 16 años, representar a Jesucristo le ha hecho «verlo desde otro punto de vista» pues ahora puede entender mejor que antes «lo que significa lo que hizo no porque te lo cuenten», comenta este joven que reconoce que su papel ha sido complicado e imponía.
«Viendo lo que le hacen me da pena», señala Eva María, que termina desmoronándose y apunta que entiende mejor ahora «la figura de la Virgen y lo que pasó».
Aunque la representación dura dos horas y media, en Las Tendillas sólo se escenificarán las partes más importantes, entre las que se encuentran la Entrada Triunfal en Jerusalén, la Última Cena, la Oración en el Huerto y la Crucifixión. La obra en ese momento la habrán visto casi 4.000 personas desde su estreno en el patio de Trinitarios y su paso por el Teatro Avanti, el auditorio de Alcázar de San Juan, donde tuvieron un pase doble ayer; el colegio La Salle de Madrid, donde actuarán hoy, y el auditorio de Valdepeñas, mañana.
