Ser un futbolista en el siglo XXI no es solo técnica y resistencia física. Si no pregúntele a David Beckham quien, asesorado por su esposa «posh spice», ha sabido convertirse en un icono de tendencia y glamour. Ahora es Sergio Ramos quien ha cambiado su lacia cabellera por un aspecto en consonancia con su reciente paso por Sudáfrica.
El defensa de la selección ha cambiado su melena por unas vistosas trenzas como las que inmortalizó Bo Derek en «Diez, la mujer perfecta» y que en el deporte popularizó el jugador de la NBA Allen Iverson. El cambio de look vino de la mano de la visita solidaria que realizó el sevillano con Unicef a Senegal. Se trata del primer viaje que el futbolista realiza para conocer los programas de ayuda humanitaria y la situación de los niños de este país, quienes recibieron al ídolo madridista como a un héroe y aprovecharon para jugar un partido con él.
El sevillano ya pasó por la media melena, el alisado y el rubio platino
Inolvidables «fashion-victims»
Los tatuajes son un capítulo aparte en la pasarela de los dioses del balón, aquellos que nos deleitan con sus exitosas campañas de ropa interior. De nuevo nuestro «fashion-victim» preferido David Beckham, saca un diez en esta asignatura. Su cuerpo, devenido en un auténtico lienzo, lleva inscritos motivos religiosos y familiares, números romanos y hasta diez rosas en el brazo izquierdo, una por cada año que lleva casado con su amada Victoria.
Otros nombres que han marcado estilo en el peinado futbolístico es el del francés Djibril-Cisse, conocido por sus estrambóticos peinados, algunos de los cuales podrían ser calificados de artísticos, o los cambios de look del defensa portugués Abel Xavier, cuyos peinados kistch son capaces de reunir trenzas, teñidos y cresta en una sola cabeza. Mirando hacia atrás, cómo olvidar a históricos del fútbol y del estilo masculino como Valderrama y su inolvidable afro.