La francesa Clotilde Courau, Princesa y actriz, que dio la campanada cuando embarazada de cinco meses y vestida de Valentino, llegó al altar en la Basílica de los Ángeles y Mártires de Roma el 25 de septiembre del año 2003 para esposar al Príncipe italiano Filiberto de Saboya, ha aceptado ser la estrella en el famoso cabaret «Crazy Horse» parisiense en un espectáculo de atracciones, cuyo argumento es de momento un secreto de Estado.

Clotilde Courau y Manuel Filiberto, el día de su boda.
Madre de dos niñas, Victoria y Luisa, esta dama de una cierta edad (43) siempre discreta cuando se codea con la realeza europea, esposa modelo y ama de casa impecable, es totalmente ajena a las críticas. Opina que en nuestros tiempos nadie puede asombrarse, o menos escandalizarse, de que un miembro de una monarquía no reinante se dedique a la profesión que tenía antes de su boda.
Por su parte Manuel Filiberto, conocido como «el Príncipe sin Corona», que conoció a Clotilde en Mónaco, reconoce ser muy feliz con su mujer y pensar como ella ya que en su forma de ver, dejarse ver bailando en un escenario, seas príncipe o no, es «algo natural». Recordemos que Manuel Filiberto, totalmente falto de complejos, puso una pica en Flandes al convertirse en «Rey de las pistas», cuando ganó el concurso de televisión «Bailando con las estrellas», edición italiana de ¡Mira quien baila!.