
Domingo, 07-06-09
EFE
Agentes de la Policía Nacional tapan el cuerpo de la dueña de la joyería que, aun herida de muerte, logró salir a pedir auxilio
M. J. F.
BARCELONA. Fernando Sánchez Medina, delincuente de largo recorrido, y su sobrino Juan Antonio Sánchez Hernández, que comenzaba entonces su carrera delictiva, no lograron el pretendido botín económico en su atraco a la joyería Royo de Castelldefels el 29 de noviembre de 2005. Sin embargo, dieron un terrible final al matrimonio propietario y a uno de sus dos hijos, a los que presuntamente asesinaron a machetazos. Mañana, tres años y medio después, empezará en la Audiencia de Barcelona el juicio con jurado por este triple crimen.
El relato del fiscal, que pide un total de 144 años de prisión para los acusados, recoge los momentos que se vivieron esa mañana en la joyería-relojería de la calle Antonio Machado, junto al mercado central de Castelldefels. Sobre las once de la mañana, los delincuentes llegaron al establecimiento que habían planificado asaltar. Fernando Sánchez Medina llevaba un machete y vestía uniforme de una empresa de aparatos de aire acondicionado. Juan Antonio Sánchez Hernández portaba una pistola simulada con la que amedrentó a Rosa María Alonso, que se encontraba en ese momento al frente del establecimiento.
Le exigieron las joyas
La mujer, de 51 años y a la que los asaltantes exigían que les diera las joyas, comenzó a gritar. Su marido, José Luis Royo, de 53 años, y su hijo Carlos, de 24, que se encontraban en el taller de composturas situado en un altillo, bajaron rápidamente por la escalera interior. Juan Antonio Sánchez Hernández les amenazó con el revólver y, mientras, su tío asestó varios machetazos a la mujer.
El marido y el hijo intervinieron «en un desesparado intento de hacer frente a la agresión», según el fiscal, y fueron también reiteradamenente apuñalados por Fernando Sánchez Medina. El escrito detalla el número de heridas y su recorrido en diversos órganos del matrimonio y de su hijo, contra quienes «los acusados actuaron en todo momento con total desprecio y aumentando su dolor de forma innecesaria y gratuita». Pese a las heridas mortales, Rosa María logró salir de la joyería para pedir auxilio, instante en que Juan Antonio Sánchez Hernández, con conocimiento pleno de tal situación, salió huyendo». A continuación salió Fernando Sánchez Medina, «no sin antes dirigirse de nuevo a Rosa María y asestarle con total desprecio a su vida un nuevo machetazo que hizo que cayera al suelo desplomada». Los delincuentes huyeron a pie y fueron detenidos poco después en la calle Huelva, no lejos de la joyería. En la captura, que llevó a cabo una patrulla de la Policía Local, fue clave la actuación de un agente de los Mossos d´Esquadra de paisano que estaba por la zona.
La Fiscalía pide que se condene a Fernando Sánchez Medina y Juan Antonio Sánchez Hernández a 78 y 66 años de prisión, respectivamente, por los tres asesinatos con alevosía y ensañamiento y por un delito de robo con violencia.
También se solicita que indemnicen al hijo y hermano de las víctimas con 100.000 euros por los daños morales y con 5.876 euros por los daños materiales que ocasionaron en la joyería. Asimismo, el fiscal reclama un total de 100.000 euros para los padres de Rosa María y los tres hermanos de su marido.
Acusación particular
La acusación particular en nombre de uno de los familiares de las víctimas la ejerce el Colegio de Joyeros de Cataluña, que pide 78 años de cárcel para cada uno de los dos procesados. También ejercerán la acusación otros dos familiares, mientras que el Ayuntamiento de Castellfedels se persona como acción popular. La tragedia que padeció la conocida familia de joyeros conmocionó a los vecinos de la localidad, que al día siguiente se echaron a la calle en demanda de justicia. Mañana comienza a hacerse.

