El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, pidió ayer a la Unión Europea que suspenda temporalmente las conexiones aéreas con México para intentar frenar la extensión del virus de la nueva gripe. En todo caso, y de tomarse la decisión, tendrían que ser los representantes de los Veintisiete Estados miembros los que tomaran una decisión de esa naturaleza ya que la Comisión Europea no tiene ninguna capacidad de hacer algo así.

Sarkozy pidió una reunión extraordinaria y urgente del Consejo de Transportes de la Unión Europea para analizar su propuesta que, de momento, no ha sido refrendada por la Presidencia de la UE, este semestre en manos de la República Checa, que es quien decide el orden del día de las reuniones del Consejo.

En caso de que el Consejo tomara una decisión de esas características España sería uno de los países más perjudicados a nivel económico ya que es uno de los países europeos con mayor número de conexiones aéreas con México, al margen de las numerosas cadenas hoteleras de capital español instaladas en la Rivera Maya.

La ministra francesa de Sanidad, Roselyne Bachelot, llevará este asunto a la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros de la Unión Europea que se celebrará hoy en Luxemburgo. En todo caso su idea sería restringir los vuelos hacia México y no en el sentido contrario, lo que supondría numerosos problemas económicos para las compañías aéreas.

Al margen de la cuestión de los vuelos los ministros de Sanidad de los Veintisiete intentarán hoy alcanzar un acuerdo para aumentar su coordinación en la lucha contra este nuevo virus, al tiempo que homologar sus protocolos de prevención y de actuación ante los casos sospechosos que vayan apareciendo en Europa.

Por su parte la comisaria europea de Sanidad, Androulla Vassilou, se reunió ayer con la industria farmacéutica para analizar la posibilidad de fabricar una nueva vacuna.