
Jueves, 30-04-09
Las advertencias de que solamente era una cuestión de tiempo hasta que Estados Unidos empezase a registrar víctimas mortales por la gripe porcina empezaron a cumplirse ayer. Con una lista cada vez mayor de contagios y hospitalizaciones, las autoridades sanitarias han anunciado el primer fallecimiento en el Estado de Texas: un bebé de 23 meses.
El pequeño, ciudadano de México, fue ingresado el 12 de abril con fiebre alta en un hospital de la localidad estadounidense de Brownsville. Al empeorar su situación, el niño fue trasladado al día siguiente hasta un centro médico especializado -el Hospital Infantil de Houston-, donde el lunes de esta semana se registró su fallecimiento por la variante de la gripe porcina A/H1N1, que representa una combinación de virus procedentes de seres humanos, cerdos y aves.
Procedente de México
La confirmación ha sido divulgada por el director en funciones del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades CDC de Atlanta. Richard Persse indicó que «como padre de familia y pediatra, mi corazón está con la familia de ese niño». Aunque en su opinión, «esto no cambia realmente la situación porque sabemos que la gripe porcina se encuentra en Estados Unidos y no debe ser una sorpresa que un caso grave haya terminado en Houston y en uno de sus centros médicos de más alto nivel».
De acuerdo con las investigaciones realizadas, el pequeño -aunque tenía otros problemas de salud preexistentes- no presentaba indicios de gripe porcina al cruzar el pasado 4 de abril, en un viaje familiar, la frontera estadounidense por la zona de Matamoros, procedente de la capital de México. Las personas que han estado en contacto directo con el niño tampoco presentan síntomas.
Como reflejo de la velocidad de propagación de esta epidemia -presente ya en cuatro continentes-, las autoridades sanitarias federales han reconocido que las estadísticas sobre el impacto de esta ofensiva viral se quedan anticuadas constantemente. Con cifras cambiantes que superan el centenar de casos confirmados en una decena de Estados de la Unión, que abarcan desde la costa del Atlántico a la del Pacífico. Además de un mayor número de hospitalizaciones y varias pesquisas sobre fallecimientos sospechosos.
En otro posible foco, el comandante del Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos informó ayer que un «marine», destinado en una base el sur de California, podría haberse contagiado de gripe porcina. El general James Conway indicó que como medida de precaución se ha ordenado el confinamiento de un total de 39 soldados en la base militar de Twenty-Nine Palms.
Ayer también trascendió cuatro posibles casos en el campus de la Universidad de Delaware. De confirmarse, estos contagios serían los más cercanos a la capital Washington registrados hasta la fecha. Mientras que las autoridades de Nueva York señalaron que con toda probabilidad existen cientos de casos entre su población escolar, a partir del foco detectado en un «high school» católico de la zona de Queens.

