Los vecinos partidarios de clasificar los residuos, pero contrarios a la aplicación de una tasa por la recogida
Muchos edificios todavía no disponen del cubo amarillo
Actualizado Viernes, 24-10-08 a las 13:32
Separar la basura ha de ser una obligación del ciudadano. Hacerle pagar 60 euros al año por el servicio de recogida, un abuso por parte del Ayuntamiento. Eso es al menos lo que se palpa en las conversaciones callejeras estos días.

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprueba hoy la controvertida ordenanza municipal que grava con una tasa de 60 euros anuales el servicio de recogida de basuras en la ciudad de Madrid, una ordenanza que contiene otras disposiciones que obligarán a los madrileños a modificar algunos de sus hábitos. Si verdaderamente, el Consisitorio aplica el severo régimen sancionador que contempla la normativa, se va acabar la práctica de algunos de echar todos los residuos al mismo cubo. No obstante, hay quienes son muy escépticos repsecto a la utilidad de una medida que ha levantado ampollas.

Es el caso de Fulgencio, conserje en una finca de la calle Narváez, que califica de «tontería» la nueva regulación. «Pasarán muchos años hasta que la gente recicle bien, ¿Qué van a hacer, van a poner un señor husmeándonos la basura?». El edificio en el que trabaja Fulgencio es de los que cuenta con los dos cubos pertinentes para separar los envases del resto de deshechos. Sin embargo, cómo relata su portero, «Son muy pocos los que reciclan; la mayoría saca la basura en bolsas de la compra y no miran ni en qué cubo lo echan».

En una panadería del barrio, la mujer que la regenta, tampoco ve con buenos ojos la última iniciativa municipal: «Con esto de la basura se están pasando. Yo creo que hay que reciclar y soy de las que separa desde el primer día, pero ponerle a la gente multas de 750 euros es pasarse». Este es el criterio de una mujer que se dice partidaria del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, pero que discrepa de sus útlimas decisiones:«Esto de prohibir los hombres anuncio, tampoco lo entiendo, la verdad».

Rechazo unánime al «basurazo»Con todo, pese a que, a poco que se rasque, aflora el criterio de quienes ven exageradas las multas, en la calle, la mayoría entiende la necesidad de reciclar los residuos. También se apoya el Ayuntamiento en su decisión de prohibir que se alimente animales en la vía pública. Los muchos viejecitos que se entretenían echando migas a las palomas en los parques van a tener que buscarse otro pasatiempo. En cualquier caso, su conducta, no parecía contar con una excesiva aprobación social. «Esa parte de la ordenanza sí la veo bien. Las palomas son muy sucias y generan muchas molestias», afirma Manuel Martínez, un pensionista que invierte su tarde en leer en un banco del Retiro. Incluso los que se dicen partidarios de Gallardón rechazan el impuesto sobre la basura.
Pero en lo que se detcta absoluta unanimidad es en el rechazo al impuesto sobre el servicio de recogida de basuras. Serán casi cinco euros al mespor algo que hasta ahora era gratuito y a nadie le gusta la idea. Es el caso de Jorge, un joven, redactor en una editorial, que detrás de la nueva tasa ve «una medida recaudatoria para financiar las obras públicas municipales». En idéntico sentido se expresa Mariano Castaño: «Yo vivo con la pensión mínima y no dejan de caerme sablazos por todas partes». A Mariano, que vive con su mujer, Carmen Sánchez, en buhardilla, lo de pagar por sacar la basura no le hace ni pizca de gracia.

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