Llegaron los cruces y con ellos la decepción en un país que vive por y para el fútbol. En Argentina el balompié es una cuestión de Estado y la derrota ayer de la selección que dirige Batista en la tanda de penalties, merced al fallo del Apache Tévez, cayó como un auténtico mazazo en el país de Maradona.Antes del partido todas las miradas estaban centradas en el referente local, el blaugrana Leo Messi. La pulga no defraudó y aunque no logró marcar jugó un buen partido que no fue seguido por el resto de sus compañeros. Con el de ayer el astro argentino lleva sin marcar en partido oficial con su selección desde el 23 de marzo de 2009.Se adelantó a los cinco minutos Uruguay, con gol de Pérez que remachó a la red un remate de Cáceres. A los 18 minutos, Higuaín empató cabeceando a la espalda de los centrales un pase perfecto de Messi. El árbitro, el paraguayo Carlos Amarilla expulsó por doble amarilla a Diego Pérez (m. 3 y 38), por parte de Uruguay, y a Mascherano (m. 49 y 83), por Argentina.La derrota en el clásico del Río de la Plata deja muy tocado al seleccionador argentino quien ha reconocido en la rueda de prensa posterior al partido que no tiene intención de dejar su cargo. Por su parte el entrenador uruguayo, Tabárez se mostró muy satisfecho de haber ganado uno de los clásicos más antiguos del mundo y de pasar a la siguiente ronda.Al término del partido, el guardameta uruguayo Muslera fue elegido como el mejor jugador del partido.