Un juez ha condenado a la sanidad catalana a indemnizar con más de un millón de euros al marido y los padres de una mujer que sufre secuelas neurológicas y físicas irreversibles tras ser intervenida de una ligadura de varices en el esófago. Los hechos se remontan al 25 de noviembre de 2005 cuando la mujer fue intervenida por primera vez en el hospital de Sant Pau de Barcelona para que se le realizara una ligadura de varices en el esófago. A esa intervención siguieron otras en el año 2006 y una más el 12 de abril de 2007. Fue esta operación la que provocó las lesiones a la mujer.



