Toneladas de amianto se pudren al aire libre desde hace años en el solar de una antigua fábrica

Los restos de Tableros del Sur: más de una década de olvidoA los pies del Castillo de la Marchenilla parece que se ha librado una guerra, donde la artillería pesada ha dejado una inmensa escombrera tras pasar por encima de su objetivo. Es la imagen que viene a la cabeza de cualquiera que transite por esta zona del extrarradio de Alcalá de Guadaíra; un lugar que, por otro lado, también esta salpicado de huertas, caminos rurales y una urbanización encaramada a un cerro con 200 viviendas y un colegio de Infantil y Primaria. Todo muy bucólico si no fuera por un cementerio de uralita que se pudre al aire libre sobre una superficie de 26.000 metros cuadrados entre la antigua fortificación y las casas. Algunos en la localidad lo han bautizado como el Chernobyl de Alcalá para referirse a los restos de una fábrica de tableros que estaba levantada sobre unos terrenos que abarcan más de 200.000 metros cuadrados. Aquellas instalaciones cerraron, fueron desmanteladas sin control alguno; después expoliadas y desde hace más de una década, transformadas en una escombrera quecontiene toneladas de un producto cuya comercialización se prohibió en España en 2002 porque contiene amianto, altamente tóxico y causante de enfermedades tan severas como el cáncer de pulmón.Los terrenos son propiedad de varias sociedades y casi un centenar de pequeños dueños, antiguos trabajadores a los que se les compensó tras la quiebra de la fábrica con un caramelo envenedado: un porcentaje de suelo contaminadoLos vecinos de la urbanización la Cruz de la Marchenilla han decidido movilizarse tras demasiados años viendo cómo no se hace nada. La situación es compleja porque los terrenos donde estaba la fábrica de Tableros del Sur son propiedad de varias sociedades y de un centenar de personas, muchos de ellos antiguos trabajadores que tras la quiebra de la empresa, recibieron en compensación un caramelo envenenado: un porcentaje de suelo contaminado, cuyo tratamiento es muy costoso.Las primeras denuncias son del año 2010. Llevan la firma de la asociación ecologista Alwadi-ira. En ese momento, había más partes y elementos de la fábrica en pie como varios depósitos de combustible con las tuberías rotas. La Fiscalía de Medio Ambiente denunció en mayo de 2010 al dueño de la extinta Tableros del Sur por un posible vertido de fuel en el arroyo Marchenilla que discurre al lado. La Fiscalía ya advirtió entonces que el desmantelamiento de las instalaciones se estaba haciendo sin guardar las medidas de seguridad ni controlando la eliminación de unos residuos que requieren un tratamiento especial. Pero aquella denuncia no ha servido para que se elimine ese punto negro de materiales contaminantes. La maraña administrativa que hay en el subsuelo de este asunto no ayuda.Los restos de la fábrica están rodeados de campos cultivados; los vecinos temen que puedan estar contaminados - Rocío RuzEl Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra admite a preguntas de ABC que la situación les preocupa y que ya ha enviado hasta cuatro requerimientos a los dueños para que limpien las parcelas y adopten medidas de seguridad. Porque además de la amenaza que suponen los restos de uralita, hay varios pozos abiertos y aún queda en pie el esqueleto del edificio de oficinas de la fábrica, refugio hoy en día de personas sin techo que malviven en el interior. Este periódico ha informado en varias ocasiones de accidentes de niños que se adentran al inmueble ruinoso y acaban cayendo por algunos de los huecos que hay entre las plantas.Una maraña administrativaEn estos momentos, explican desde el Consistorio, están en proceso de agotar todos los trámites legales para tratar de que los propietarios cumplan con la obligación de que sus parcelas tengan un correcto mantenimiento y no sean un foco contaminante. Pero también reconocen que con el paso del tiempo, la situación administrativa se está complicando porque a cada pequeño propietario que fallece, le suceden varios herederos; multiplicándose el número de particulares a los que la Administración busca para que cumplan con las órdenes de limpieza.Dos vecinos dialogan junto al cementerio de amianto que tienen junto a sus casas - Rocío RuzEste periódico ha tenido acceso al informe que emitió el arquitecto municipal en 2019 sobre el coste que supondría la limpieza y cerramiento de las cuatro parcelas que conforman los terrenos donde estaba la antigua fábrica. A cada solar le calcula un precio distinto en función de los metros cuadrados de extensión y teniendo en cuenta que se tratan de trabajos específicos de descontaminación que requieren que, por ejemplo, los residuos sean trasladados a vertederos específicos. Coste aproximado de la limpieza: 3,3 millones En total, el funcionario municipal elevó un presupuesto estimativo de 3,3 millones de euros. El informe también subraya los riesgos que presentan esos solares por los fragmentos de placas de fibrocemento «que hay esparcidas por todos los terrenos»; además de la falta de seguridad. En ese mismo informe, el técnico municipal señala que ya había elevado hasta seis escritos desde 2010 y 2015 por los mismos motivos, la falta de intervención en esos terrenos. Uno de ellos fue remitido al juzgado de Instrucción de Alcalá nº 4 que le pedía una estimación de los gastos de descontaminación y limpieza. Once años después de la primera advertencia, los terrenos ni siquiera cuentan con una valla perimetral para que, al menos, ese material contaminante no esté al alcance de cualquiera.Los propietarios de los solares ya han respondido que no disponen de recursos para afrontar esas tareas. El Ayuntamiento tiene la potestad de ejecutar esas órdenes de manera subsidiaria para después pasar la factura a los dueños. Pero fuentes municipales admiten que el coste es muy elevado. Por eso, han anunciado a este periódico que se van a poner en contacto con la Consejería de Medio Ambiente para tratar de buscar una solución conjunta o lo que es lo mismo una vía de financiación.

Toneladas de amianto se pudren al aire libre desde hace años en el solar de una antigua fábrica

En una inmensa escombrera de 26.000 metros cuadrados, se acumulan restos de uralita, un producto que contiene asbesto cuyo uso se prohibió en 2002 por ser altamente tóxico

Fotogalería: La escombrera de amianto en Alcalá

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