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fuerzas armadas

Casi dos mil personas juran bandera en la Plaza de España

Los ciudadanos manifestaron su «compromiso con España» en un acto enmarcado dentro de las actividades complementarias del Día de las Fuerzas Armadas

Un ciudadano que juró bandera esta mañana se acerca para besar la enseña nacional Tamara rozas
Jesús Morillo

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Casi dos mil personas han jurado bandera en la mañana de este domingo en la Plaza de España, en un acto organizado por el Cuartel General de la Fuerza Terrestre y que se enmarca dentro de las actividades complementarias del Día de las Fuerzas Armadas. Estos actos de Jura de Bandera del personal civil los lleva a cabo el Ejército desde que se suprimió el servicio militar obligatorio.

El acto, que dio comienzo sobre las once de la mañana presidido por el teniente general jefe de la Fuerza Terrestre, Carlos Melero Claudio, estuvo marcado por las altas temperaturas, que hizo que muchos de los asistentes hicieran uso del sombrero y de los abanicos. Asistieron, entre otras autoridades, el subdelegado del Gobierno, Francisco Toscano; la consejera de Educación, Patricia del Pozo; y el delegado de Urbanismo, Juan de la Rosa, además de miembros de la sociedad civil.

Hasta la Plaza de España se habían desplazado ya numerosos participantes desde las diez de la mañana, fácilmente reconocibles frente a los turistas, de vestimenta más casual, por vestir ellos traje de chaqueta y ellas vestidos largos e, incluso, mantillas. Entre los que juraron bandera se encontraban el torero Juan José Padilla, la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada y el empresario de la moda Álvaro Moreno.

Los tres se mostraron emocionados en los momentos previos a la jura. El diestro jerezano, que acudió junto a su familia, afirmaba que se sentía como si estuviera en el patio de cuadrillas de la plaza de la Real Maestranza. «Siento un orgullo tremendo, porque la bandera de España es un símbolo de nuestra cultura«.

Ágatha Ruiz de la Prada, ataviada con su famoso vestido que forma la bandera de España y una mantilla, confesaba que se sentía «muy feliz» en el acto y que «no he pegado ojo la noche pasada, como cuando hice mi primera comunión». Y «muy emocionado» se manifestaba Álvaro Moreno, quien acudió acompañado de su esposa.

El acto comenzó con los sones de la Unidad de Música del Cuartel General de la Fuerza Terrestre, que sonaron mientras se incorporaron a la Plaza de España la Unidad de Honores y las ocho banderas de las diversas unidades.

Paracaidista descendiendo sobre la Plaza de España con la enseña nacional Tarama Rozas

La Unidad de Honores estuvo compuesta, además de por la Unidad de Música, por el Mando y PLMM del Batallón Mixto, del RAAA 74; la Escuadra de Gastadores del RAAA 74; una Batería del MAAA, de El Copero; una compañía del Regimiento de Infantería 'La Reina' nº2 de Córdoba; y una compañía mixta compuesta por tres secciones de unidades de la plaza Aalog 21, Rew 32 y Bhelma IV.

Tras pasar revista a las tropas el general Carlos Melero Claudio, se produjo el momento más espectacular del acto, cuando dos paracaidistas saltaron de un helicóptero Superpuma, radicado en la Base del Copero, desde unos 1.400 metros de altura, uno de ellos portando la enseña nacional que posteriormente sería izada en un mástil antes de dar comienzo propiamente a la jura.

Más de 1.700 realizaron el juramento o la promesa ante la bandera, para posteriormente efectuar el paso individual de los jurados ante las banderas, con el que estos ciudadanos mostraron su «compromiso» con la patria, hasta el punto de estar dispuestos a dejar sus vidas al servicio de España.

Desfile en la Plaza de España Tamara rozas

El acto se acercó a su conclusión con las palabras del general Carlos Melero Claudio quien agradeció a los participantes su compromiso con la bandera, símbolo de «la lealtad hacia España y los españoles«, en una acto que, en su opinión, aúna »simbolismo, tradición y compromiso«. Porque besar la bandera muestra, según manifestó, que el ciudadano demuestra «patriotismo» y se siente «muy orgulloso de ser español».

Melero Claudio terminó su alocución con un «¡Viva España! ¡Viva el Rey! y ¡Viva el Ejército!« que fue coreado por todos los presentes. Al concluir sus palabras se procedió al acto de homenaje a los caídos por España, donde se entonó 'La muerte no es el final', tras lo cual la Unidad de Honores realizó un desfile que continuó por el Parque de María Luisa hasta el Acuartelamiento La Borbolla.

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