Introducción
Es Semana Santa en Sevilla, y todos los rincones de la ciudad
se convierten en punto de encuentro de emociones, aromas y nostalgias. Después
de un año de trabajo, preparación y reflexión, las hermandades están dispuestas
para realizar aquello que les confiere su esencia y perfección: la estación de
penitencia a la Santa Iglesia Catedral de Sevilla.Ya la Semana de Pasión, desde
el Domingo del Pregón hasta el de Ramos, cuando los sevillanos miran al cielo
y dan gracias a Dios por poder estar en esta tierra un año más, anuncia la llegada
de un estado de gracia inusual. Las vísperas se convierten en permanente espera,
puente para encadenar vivencias, ritos y la fe profunda de una ciudad mariana
que busca más allá de la muerte de Cristo la salvación de la Resurreción. Cada
día es un paso más hacia la agonía. Sevilla, cirinea, acompaña a su Dios por
las calles y enjuga las lágrimas de su madre en el pañuelo de las túnicas y los
costales. La gloria ha llegado al corazón
del cristiano. Es Semana Santa en Sevilla. |
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