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12 increíbles gestas europeas de nuestro fútbol que serían imposibles con una Superliga

El proyecto de competición europea presentado pretende aglutinar a clubes poderosos del viejo continente, pero pondría punto y final a una de las historias más bonitas del fútbol. Recopilamos algunas de las grandes hazañas de equipos que podrían no volver a sucederse.

Dani Panero

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El anuncio de una Superliga Europea sacudió el planeta fútbol. Este nuevo proyecto futbolístico, que parte con el rechazo de organismos como la UEFA, la FIFA y LaLiga, así como de la gran mayoría de los aficionados, pone en tela de juicio aspectos tan importantes como los méritos deportivos o el afán de superación de los clubes, ya que pondría en peligro también la pelea por varios de los incentivos actuales, como el acceso de los clubes a competiciones europeas o la capacidad de este deporte de llegar a todos los rincones de Europa, siendo además una oportunidad única de visibilidad y de atracción para estas regiones. El formato tendría 15 equipos fijos y apenas cinco invitados, un cupo que se antoja muy escaso si se pretendiera acceder por méritos deportivos.

Una Superliga pretendería así reunir a clubes poderosos del viejo continente, pero acabaría con una de las historias más bonitas del fútbol, aquella en la que David se enfrenta a Goliath en un terreno de juego y logra contra todo pronóstico un triunfo que rompe todas las quinielas. Equipos españoles como Athletic Club, Real Sociedad, Málaga CF, Valencia CF, Sevilla FC, Real Betis, Villarreal CF, Deportivo Alavés, Deportivo de la Coruña, RC Celta, Real Zaragoza o Granada CF el último de todos ellos, han llevado su equipo y su ciudad hasta los escenarios más monumentales con el balón como vehículo. Estos son algunos de los sueños que, de hacerse realidad, podrían no volver a repetirse.

Orgullo vasco

“La filosofía del Athletic Club siempre ha sido defender nuestro escudo mediante la histórica vía de los méritos deportivos”, dijo la junta directiva dirigida por Aitor Elizegi sobre la Superliga Europea. Su reacción es la de un club que siempre ha sabido exportar al mundo un modelo único. Quizá la temporada que más visibilidad tuvo esa forma de ver el fútbol fue la 2011-2012. En ese curso el conjunto dirigido por Marcelo Bielsa se sintió capaz de luchar contra todos. El técnico argentino confeccionó un equipo con jugadores de la talla de Ánder Herrera, Iker Muniain o Fernando Llorente. Todos entraron en su rueda y la Europa League fue el escaparate perfecto. Tras una fase de grupos casi inmaculada y después de dejar atrás al Lokomotiv de Moscú llegó la hora de la verdad en octavos de final, tocaba medirse al Manchester United.

Casi 8.000 leones poblaron Old Trafford y fueron testigos de uno de los mejores encuentros de la historia reciente del Athletic. Marcelo Bielsa salió al ataque y el resultado fue una exhibición que concluyó 2-3 gracias a los goles de De Marcos, Fernando Llorente e Iker Muniain. El pase a la semifinal se cerró en la vuelta con un nuevo triunfo por 2-1.

En la imagen, los jugadores del Athletic Club celebrando uno de sus tres goles en Old Trafford ante el Manchester United. (Foto: EFE)

Asimismo, la Real Sociedad, uno de los equipos que mejor fútbol está practicando en los últimos años, también se ha dejado ver por Europa. El equipo donostiarra, que estuvo muy cerca de ganar el campeonato liguero en el año 2003 firmando una brillante segunda posición, disputó la Champions en la temporada siguiente, llegando a octavos de final tras compartir grupo con Juventus, Galatasaray y Olimpiakos. Diez años después, los “txuri urdin” volvieron a disputar la máxima competición continental tras pasar por encima del Olympique de Lyon en la eliminatoria de clasificación de la fase previa, aunque esta vez no pudieron pasar de la fase de grupos.

El Málaga se agiganta en Europa

Hace una década Málaga vivió una transformación futbolística de arriba abajo. Los ´boquerones’ se reforzaron con la llegada de Manuel Pellegrini al banquillo y fichajes de renombre como Demichelis, Monreal, Toulalan, Isco o Baptista. El proyecto creció y el premio llegó con el sueño europeo de la Champions League en la temporada 2012-2013. En la fase de grupos, La Rosaleda vivió una noche mágica al imponerse por 1-0 al Milan gracias a un solitario tanto de Joaquín. Ese día una ciudad como Málaga comenzó a creer que, por qué no, los sueños se cumplen y miró a los colosos del fútbol europeo de tú a tú.

Ya en octavos el Málaga se deshizo del Oporto y en cuartos rozó con la punta de los dedos la gesta de colarse entre los cuatro mejores equipos del viejo continente. El Borussia Dortmund de Lewandowski, Reus o Gundogan le arrebató la gloria con dos goles en el tiempo de descuento. Para entonces toda Europa ya sabía dónde estaba la Costa del Sol.

Isco, por entonces central de Málaga, durante el partido de ida de los cuartos de final de la Champions contra el Borussia Dortmund en 2013. (Foto: EFE/Jorge Zapata)

El Valencia siempre compite

El Valencia sabe lo que es conquistar el título de liga, la Copa de la UEFA y pasear su escudo por toda Europa. Porque pocos equipos eran capaces de hincarle el diente a un conjunto que era tremendamente sólido con Rafa Benítez primero y con Héctor Cúper después.

Aquel Valencia, que ganó las ligas 2001-2002 y 2003-2004, tuvo varios años de esplendor en Europa. Alcanzó las finales de la Champions League en los años 2000 y 2001 dejando atrás a clubes como Barcelona o Arsenal. Especialmente emotiva fue la noche ante los culés con un Mestalla a reventar que llevó en volandas a los de Cúper hasta la gran final. Ese día tras un histórico 4-1 la ciudad del Turia fue un delirio que podría no volver a repetirse.

Los jugadores del Valencia celebran un tanto frente al Barcelona durante la semifinal de la Champions League en 2000. (FOTO: EPA PHOTO EFE/J.C. CARDENAS)

Villarreal: la gloria a once metros

El Villarreal ha sido uno de los clubes que más enérgicamente han rechazado la creación de una Superliga. “Hoy en día, los aficionados al fútbol de toda Europa pueden soñar con que su Club, sea cual sea su dimensión, pueda destacar en una competición, alcanzar lo más alto, y competir en la cumbre del fútbol europeo”, ha explicado a través de un comunicado. No es para menos, el club ‘groguet’ trabaja día a día con la esperanza de ofrecer la revancha a una afición que ya se asomó a una final de Champions y que no pudo tocarla por once metros, los que separan el punto de penalti de la portería.

Fue en el año 2006. Los ‘Gunners’ liderados por Tierry Henry se impusieron en la ida por 1-0, así que El Madrigal se engalanó para vivir una nueva noche mágica en Europa, ya habían eliminado al Inter de Milán en la ronda anterior. El conjunto de Manuel Pellegrini asedió a los londinenses, pero no logró materializar sus ocasiones y se llegó sin goles hasta el minuto 88, momento en el que todo el estadio, toda la ciudad y toda España contuvo el aliento. Juan Román Riquelme asumió la responsabilidad de lanzar el penalti que forzaba la prórroga y alargaba el sueño. Jens Lehman detuvo su lanzamiento y acabó con un sueño que en Villarreal ansían volver a repetir. El destino ha querido que años después el Estadio de la Cerámica y el club londinense se vuelvan a ver las caras en semifinales de una competición europea, en este caso de la Europa League.

Riquelme tira a puerta en la semifinal de la Champions League de 2006. (Foto: REUTERS/Eddie Keogh)

La conquista del Granada

Tras más de treinta años sin alcanzar el máximo escalón del fútbol nacional, el Granada ha logrado el éxtasis de llevar a su club a algunos de los estadios más importantes de Europa. Lo ha hecho esta temporada frente al Nápoles en los dieciseisavos del torneo, en el Estadio Diego Armando Maradona, donde los ‘nazaríes’ lograron pasar de ronda en la Europa League. En cuartos de final se enfrentarían al Manchester United, en Old Trafford, donde pese a la derrota por 2-0, el equipo andaluz dejó firmada su gesta. Y es que un equipo que hace algunos años estaba en la categoría de plata del fútbol español disputaba todos unos cuartos de final europeos con un club como el Manchester United.

Ese aspecto, el de la mejora de los clubes, es precisamente el que ha alegado el Granada en su rechazo a una posible Superliga. “Este modelo hubiera privado a nuestro club del reciente sueño europeo, suponiendo una merma económica, deportiva y social irreparable tras 90 años de historia trabajando por seguir creciendo”, aseguran.

El Granada se ha enfrentado esta temporada al Manchester United en la Europa League. (Foto: AFP)

Sevilla tiene un color especial, también en Europa

El siglo XXI ha servido al Sevilla para verse a sí mismo como un equipo capaz de aspirar a todo. Los hispalenses han dejado su impronta en Europa en innumerables ocasiones y solo hay que ver la lista de equipos que han eliminado para conquistar las seis Europa League que tienen en la vitrina. Clubes como Liverpool, Tottenham, Benfica, Manchester United o Inter de Milán, equipos a los que eliminó la pasada temporada, han sucumbido ante el inconformismo de una entidad que quiere seguir midiéndose ante los mejores. “Este enfoque es manifiestamente contrario a nuestro ADN de nunca rendirse y de ponerse retos cada vez más ambiciosos, con la idea de superarlos día a día en el terreno de juego”, aseguró en un comunicado.

El Sevilla levantó el trofeo de la Europa League en 2020. (Foto: Lars Baron / POOL / AFP)

En la misma ciudad el Betis también pudo vivir el sueño de jugar una competición europea, jugar contra un coloso y derrotarlo. En la Champions 2005-2006 un transatlántico llamado Chelsea llegó al Villamarín listo para arrasar con Mourinho a la cabeza y jugadores como Cech, Makelele, Lampard, Essien, Robben o Drogba. Los verdiblancos decidieron que era su noche y el estadio al completo pudo saborear gracias a un gol del canterano Dani lo que es sentirse en las nubes.

Aquel glorioso Alavés

Una de las historias más bonitas y a la vez más crueles jamás contadas en un terreno de juego es la del Deportivo Alavés en la Copa UEFA 2000-2001. El equipo de José Manuel Esnal ‘Mané’ fue avanzando rondas una tras otra ante Múnich 1860, Inter de Milán, Rayo Vallecano, y Kaiserlautern y alcanzó la gran final ante el Liverpool. Tamaña gesta ya desbordó todas las expectativas y se convirtió en el evento más importante de la historia del club, pero lo que se vivió en la gran final en Dortmund fue uno de esos momentos que marcan a toda una generación.

El Alavés, impulsado por una afición que viajó en masa a Alemania, creyó hasta empatar en cuatro ocasiones el encuentro y solo sucumbió tras dos expulsiones y con un desgraciado gol en propia meta en el minuto 116. Todavía a día de hoy se les escapa una sonrisa a los aficionados babazorros al recordar aquella edición de la Copa de la UEFA. El orgullo todavía prevalece en la ciudad.

El Alavés, en la Copa de la UEFA de 2001. (Foto: REUTERS/Juergen Schwarz)

Galicia ‘calidade’

El Deportivo de la Coruña fue uno de los grandes animadores del fútbol europeo a principios de este siglo. Los de Riazor confeccionaron un equipo con futbolistas de talento como Djalminha, Valerón, Diego Tristán o Makaay. Tras ganar el título liguero y la Copa del Rey, exportaron su fútbol al viejo continente y no defraudaron. Alcanzaron las semifinales de Champions y dejaron dos partidos memorables ante Manchester United y Milan. Se impusieron a los primeros por 2-3 en Old Trafford, mientras que ante los italianos lograron el más difícil todavía en 2003 al remontar un 4-1 del partido de ida. El periplo de los gallegos pudo haber sido todavía mayor si el Oporto de Mourinho no les hubiera privado de alcanzar la final de la máxima competición de clubes en 2004.

El Celta, por su parte, también puede presumir de tener grandes noches europeas. El sueño europeo de los vigueses en la temporada 2003-2004 tenía un escollo muy difícil de superar en San Siro ante el Milan de Seedorf, Kaká o Rui Costa. Ese día el equipo de Lotina necesitaba la victoria y la logró por 1-2 con tantos de Jesuli y José Ignacio.

Jugadores del Deportivo celebran su tercer gol ante el Milán en la Champions League de 2004. (Foto: AFP Photo / Miguel RIOPA)

La Recopa del Zaragoza

La final de la Recopa de Europa en 1995 en el Parque de los Príncipes fue el éxtasis total para la ciudad de Zaragoza. De la mano de Víctor Fernández, el conjunto maño vivió un renacer acorde a la historia del propio club y alcanzó la insospechada cota de verse en toda una final europea ante el Arsenal y en París, una historia de amor que todavía perdura.

Ese día todo era posible. Se podía bailar una Jota junto la Torre Eiffel rodeado de miles de aragoneses, se podía soñar con levantar el título y se podía anotar uno de los goles más espectaculares de la historia del fútbol europeo. Lo hizo Nayim desde 49 metros a diez segundos de que finalizara la prórroga y sirvió para hacer al Zaragoza campeón.

En el fútbol todo debería ser posible. Todos los equipos tienen derecho a soñar y gracias a la magia de este deporte, como hemos visto, los sueños pueden hacerse reales. Pero que muy reales.

El jugador del Zaragoza, Fernando Cáceres, con el trofeo de la Recopa de Europa conseguida por el equipo maño tras vencer en la final al Arsenal. (Foto: Efe/ Pascal Pavani)

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