29 de octubre de 2024. La vida se detiene para los valencianos. En cuestión de horas, decenas de pueblos se vieron envueltos en un caos de agua y barro que transformó el paisaje en un escenario de devastación. Calles anegadas, vehículos empujados por la corriente y familias obligadas a abandonar sus hogares en busca de refugio.
La desolación del día siguiente fue inmensa: no había sido una pesadilla. Valencia despertaba en medio de un clima sombrío donde el sonido de las sirenas no cesaba. Era oficial: estábamos ante una de las mayores crisis metereológicas a la que nuestro país se había enfrentado en años. Fue demoledor descubrir que más de 200 personas habían perdido su vida arrastrados por el agua. Otras, las más afortunadas, “solo” habían perdido su hogar, sus negocios y sus vehículos.
La ayuda se convirtió en la única manera de sostener a todo un pueblo golpeado por la adversidad. Desde los servicios de emergencia, vecinos, voluntarios y organizaciones locales, todos se volcaron con Valencia. Con el apoyo de la Fundación ”laCaixa” muchas entidades trabajan sobre el terreno desde el primer día para proporcionar a las personas afectadas atención tanto material como psicológica. Y es que tienen que reconstruir ya no solo sus casas sino también sus vidas.

Apoyo económico y humano
«Los primeros días fueron de visitar los municipios, apoyar trayendo comidas calientes, enseres de limpieza, linternas… Ahora repartimos tarjetas a personas derivadas de los servicios sociales. Fundación ”laCaixa” es nuestro mayor donante en este programa, con una aportación económica muy importante, con lo cual es un apoyo tanto económico como técnico el que nos proporcionan. Ha sido una gestión muy ágil y muchas personas nos han contado que es la primera ayuda económica que han recibido», explica Dolores Marco, delegada de ‘Acción contra el hambre’ en la Comunidad Valenciana.
Acción contra el hambre es una de las muchas entidades a las que la Fundación ”laCaixa” brinda ayuda. Otra de ellas es Nova Feina, que ha suministrado electrodomésticos a quienes los han perdido a causa de la DANA: «Aquí la Administración está superada, así que los servicios sociales somos todos y todas», cuenta Vanessa Fernández desde la asociación.
El respaldo emocional tras la DANA
«Nosotros desde Carena lo que podemos ofrecer es a nuestro equipo de profesionales de la psicología, para que las personas que lo necesiten tengan un espacio en el que reformular y reconducir todo lo que han vivido, que supone por un lado un proceso de duelo, y por otro un proceso de aprendizaje», expone Silvia Fernández, psicóloga clínica y coordinadora del EAPS Carena, una entidad parte del Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación ”laCaixa”, que acompaña desde 1996 en situaciones de final de vida y de duelo en Valencia.
«Muchos de los pacientes y familiares que se han visto ahora afectados por la DANA son pacientes que llevábamos nosotros ya en tratamiento», añade Silvia. «Ya no es solamente el afrontamiento de su enfermedad, sino que también se suman unas necesidades nuevas a raíz de la experiencia tan traumática que ha sido para ellos la vivencia de la riada», concreta.
5 M €
de ayuda económica a víctimas
1,5 M €
de ayuda a través de entidades sociales
Más de 71.669
personas atendidas
Un lugar para volver a ser niños

Pero si hay un colectivo vulnerable al que más le cuesta comprender lo que ha pasado, es sin duda la infancia. Niños y niñas que de repente cambian por completo su rutina: de ir al cole cada día a no tener un cole al que acudir. Para ellos, Save the Children en colaboración con la Fundación ”laCaixa” ha puesto en marcha espacios seguros y amigables. «Son espacios donde los niños y las niñas que viven en zonas afectadas pueden jugar, divertirse y relacionarse con otros niños y niñas», explica la responsable de la respuesta de protección ante la emergencia de la DANA en Save the Children, Maribel López.
Save the Children colabora en el programa CaixaProinfancia, una red de trabajo conjunto con diversas entidades sociales para combatir la pobreza infantil. Un ejemplo de esta colaboración es el Proyecto Babhel, una iniciativa ligada a Cáritas que ofrece refuerzo educativo y actividades de ocio saludable a niños y niñas del barrio de La Torre, uno de los más desfavorecidos de Valencia y especialmente golpeado tras el paso de la DANA.

Apoyo al autoempleo y a las familias
Además, se ha intensificado la línea de autoempleo del programa Incorpora, cuyo objetivo es la integración laboral de personas en riesgo de exclusión, proporcionando acompañamiento y asesoramiento a personas con pequeños negocios.
Por otro lado, CaixaForum València se ha movilizado para apoyar a las personas afectadas, habilitando un aula equipada con ordenadores para facilitar las gestiones administrativas de las entidades sociales. El centro se ha convertido en un espacio seguro para la infancia, reforzando sus actividades educativas y familiares para ofrecer apoyo en este momento complicado.
Volver a empezar
Han pasado más de tres meses desde que la gente de la periferia sur de Valencia vive sumida en el desastre. Si hay algo que les impulsa a seguir adelante es la solidaridad de las entidades sociales, de los voluntarios y de los propios ciudadanos afectados.

La Fundación ”laCaixa” ha puesto en marcha un plan de ayuda dotado con más de 5 millones de euros para apoyar a las personas afectadas por la DANA. Este plan tiene dos fases: la primera, de emergencia, para satisfacer las necesidades más urgentes de las personas afectadas. La segunda, de recuperación, para contribuir a garantizar su calidad de vida a largo plazo.