Cómo integrar la biodiversidad en la estrategia empresarial
Fruto de la colaboración entre Redeia, el Club de Excelencia en Sostenibilidad y la Fundación Global Nature, una nueva guía muestra cómo las empresas pueden alinear sus objetivos financieros con el cuidado medioambiental.

La protección de la naturaleza es un desafío global que exige la implicación activa de todos los sectores de la sociedad, incluidas también las empresas. Con un mundo que cada vez nos da más señales de la gravedad de los efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas, las compañías no solo tienen la oportunidad, sino también la responsabilidad de liderar con el ejemplo.
En 2024 materializar su compromiso con la naturaleza es ya mucho más que una cuestión ética: se trata de una estrategia esencial para garantizar la sostenibilidad a largo plazo, tanto de los negocios como del planeta en su conjunto.
En este contexto, recientemente en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, se presentó la Guía para Integrar la biodiversidad en las empresas, una publicación nacida de la colaboración de Redeia y el club de Excelencia en Sostenibilidad y la Fundación Global Nature, que pretende servir de inspiración a las compañías que operan en España para que afiancen su compromiso con la protección de la naturaleza.
El documento recoge la actualidad en materia de gestión de biodiversidad y ESG y tiene como objetivo dar las claves necesarias para que las empresas independientemente de su tamaño conozcan cómo gestionar de forma eficaz sus impactos y dependencias relacionadas con la naturaleza como primer paso para comprender y gestionar sus riesgos ya sean estos operativos, financieros, legales, de reputación o en su relación con sus grupos de interés. En definitiva, para que aprendan por qué incorporar la biodiversidad en su estrategia del negocio y en su toma de decisiones.

Un documento inspirador
Durante el acto de presentación, el secretario de Estado de Medioambiente, Hugo Morán, destacó la importancia de que la biodiversidad alcance todos los ámbitos de la sociedad y la especial importancia de que las empresas sean uno de ellos. “No hay garantías económicas sin respeto a la biodiversidad”, afirmó Morán.
En este sentido, la presidenta de Redeia, Beatriz Corredor, explicó que “la pérdida de la biodiversidad es uno de los retos más graves y urgentes que enfrenta nuestra sociedad. Es prioritario que las compañías, desde el compromiso de su alta dirección, integren la protección del capital natural en sus decisiones y esto se traduzca en enfoques sistemáticos y acciones que transformen el modo en que operan en su cadena de valor”.
Por su parte, el secretario general del Club de Excelencia en Sostenibilidad, Carles Navarro, añadió que “las entidades privadas tienen un papel clave en la gestión de la biodiversidad mediante la transformación de sus prácticas, la gestión del impacto en sus sitios operativos, la influencia en su cadena de valor y la promoción de cambios sistémicos más amplios”.
“En Fundación Global Nature —indicó Amanda del Río, directora adjunta de esta entidad privada sin ánimo de lucro — consideramos que la biodiversidad representa una oportunidad única para rediseñar las actividades económicas desde un enfoque regenerativo. Más allá de reducir impactos o huella ecológica, se trata de generar impactos positivos en la naturaleza, creando valor social. Las empresas pueden alinear sus inversiones con los objetivos marcados por la ciencia y con las necesidades de nuestros territorios".

Con la ciencia por bandera
En la guía, pueden consultarse tanto casos de empresas que ya han adoptado el enfoque del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con la Naturaleza (TNFD), como lecciones aprendidas por compañías que han llevado sus objetivos climáticos y de naturaleza a sus operaciones con un enfoque regenerativo. Es decir, más allá de minimizar o compensar los impactos negativos de sus operaciones sobre la naturaleza, la regeneración implica restaurar, revitalizar y mejorar los ecosistemas y la biodiversidad en sus áreas de operación y en su cadena de suministro.
Además, compila buenas prácticas empresariales de compañías como Redeia, gestor global de infraestructuras esenciales, así como la experiencia de AgForest, una empresa emergente española dedicada a la teledetección, sobre el reto al que se enfrentan las empresas en la gestión de geodatos.
Con la ciencia por bandera y guiados las necesidades de los ecosistemas, las compañías tienen la oportunidad de ser agentes de cambio. La Guía para Integrar la biodiversidad en las empresas pretende ser una ayuda que les permita realizarlo con más facilidad, para continuar colaborando de forma tanto individual como colectiva en la construcción de un futuro más sostenible para todos.