La industria de defensa apuesta por atraer talento e incrementar la inversión en un sector clave para España y Europa
Empresarios, analistas y militares debatieron en el Foro Innovación y Defensa ABC sobre las necesidades tecnológicas y humanos de la industria de defensa española
El Foro Innovación y Defensa de ABC, patrocinado por ACORDE y con la Escuela de Organización Industrial (EOI) como partner académico, reunió en la sede de Vocento a los principales actores, tanto públicos como privados, de un sector en auge y con una importancia cada vez más patente a la luz de los retos geopolíticos que enfrentamos. La jornada arrancó con una detallada intervención de la Secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, quien repasó de qué modo la industria de la defensa es vital para la economía española y para la agenda del futuro a corto y medio plazo.
“La industria de defensa es un pilar estratégico de la Unión Europea”, sostuvo Valcarce al comienzo de su discurso. La estrategia de reindustrialización del gobierno de España se basa en dos premisas: la apuesta por el conocimiento y la innovación como “motores de empleo y desarrollo”; y la cohesión territorial de España. Dentro de este plan, “es indispensable la colaboración con universidades para disponer de una base industrial y tecnológica. Eso supone invertir en I+D+I. En 2022 se han invertido más de 1.100 millones de euros en esto, y queremos seguir fomentando un ecosistema emprendedor”.

Y es que la defensa, recordó la Secretaria de Estado, “es un motor de innovación porque aporta valor y mantiene nuestra competitividad”. Un aspecto fundamental es la persecución de una “cohesión territorial reforzada, llevando oportunidades a todo el país. La industria de defensa ya está en todas las regiones de España, aportando un sector innovador y pujante, de gran valor añadido, con puestos de trabajo de calidad”. A ello van destinados una buena parte de los programas de inversión del Ministerio de Defensa, que busca reforzar el tejido industrial generando grandes corredores industriales.
“La gran capital es Madrid, donde están las sedes de las empresas tecnológicas y de aeronáutica”, explico Valcarce, que pasó a enumerar los distintos corredores repartidos por todo el territorio nacional: un corredor norte entre País Vasco y Galicia; un corredor centro-mediterráneo entre Madrid y Cartagena, con un importante foco aeronáutico en Albacete; y un doble corredor sur, que va desde Sevilla hasta Cádiz, y desde la capital andaluza hasta Jaén. Además, la administración está trabajando en la creación de “un cuarto corredor industrial, que atraviese de norte a sur la España vaciada, desde Asturias a la Bahía de Cádiz, y que se estructurará a partir del acuartelamiento del Monte de la Reina, en Zamora”.
Todo ello es vital para que España y Europa aumenten su nivel de autonomía estratégica y productiva, además de por el “efecto tractor que tiene este sector, con su capacidad de generar riqueza, crear empleo, retener talento y obtener retorno fiscal”. El compromiso de España es alcanzar en los próximos años una inversión en defensa equivalente el 2% del PIB, y solo el año pasado la inversión creció en un 26% respecto al anterior. Por el momento, este esfuerzo por impulsar “una industria de defensa nacional, sostenible y a la vanguardia tecnológica” tiene comprometida una inversión de más de 43.000 millones de euros. Valcarce concluyó que “tenemos que pensar en el futuro, y que los ciudadanos sepan que esto contribuye a la paz y a la seguridad de todos”.
Talento para la industria de la defensa
Además de inversión e iniciativa gubernamental, el impulso actual en el sector precisa de talento y formación. La primera mesa de la mañana versó sobre el “Talento y las nuevas generaciones forjando el futuro de la defensa”, y en ella participaron diversos miembros del mundo civil y militar. José Bayón, director de EOI, reconoció que “el mundo formativo debe estar preparado para la industria de la defensa, a la que hay que dotar de más talento, y más rápido. Eso es lo que nos demandan las empresas, y doy algunos datos. Según los presupuestos de 2023, había en España 500 empresas con uso doble (civil y militar) o de defensa, lo que supone unos 177.000 empleos directos y 290.000 indirectos. Eso con una inversión del 1,28%, y si el plan es pasar al 2% supone multiplicar las necesidades de empleo y de talento en todas las escalas”. Ante este cambio de paradigma, la EOI ya ofrece un programa ejecutivo de 132 horas para formar a los futuros directivos del sector. “Pero los CEO nos piden personal formado a otros niveles”, remató, “y en esto es muy importante la FP”.

El vicealmirante Javier Roca, comandante del Mando Conjunto del Ciberespacio, describió los tres atributos que debe tener un militar en estos tiempos hiper tecnologizados: compañerismo, compromiso y competencia. “Estamos en un cambio de era”, recordó el vicealmirante, “somos testigos de la mayor transformación de la historia de la humanidad, y eso no va de tecnología, sino de liderazgo y de personas. No importa tanto enseñar cómo hacer las cosas, sino para qué”.

El Subdirector General de Enseñanza Militar y General de Brigada del Ejército de Tierra Juan Manuel Sánchez Aldao defendió que el “sistema de enseñanza militar tiene características idóneas para captar talento e incentivarlo para que produzca innovación. Esas características son que se trata de una enseñanza esencialmente práctica; que educamos en el ámbito de la indefinición, para que el alumno se enfrente a situaciones de crisis en las que no conoce los parámetros; y que educamos en la iniciativa y en el liderazgo”.
Andrea Iglesias Bosco, Ingeniera en Telecomunicaciones y jefa de área de CIS Aéreo y Naval de Isdefe, señaló la importancia de promover una cultura de defensa. “El reto es doble”, reflexionó, “primero, captar talento y traer ingenieros; segundo, que se sumen al barco de la defensa. Para eso hace falta tener referentes, por lo que es necesario incidir en programas de divulgación en los colegios desde primaria”.

Inteligencia Artificial y ciberseguridad
Después de las personas, las máquinas. En la segunda y última mesa de la jornada se debatió sobre “Transformación digital y modernización de las Fuerzas Armadas”. Manuel Lobeira, CEO de ACORDE, una empresa dedicada a las telecomunicaciones por satélite, explicó que la tarea de su compañía consiste en “asegurar las comunicaciones permanentes y en tiempo real, con equipos pequeños y que pesen poco. La complejidad tecnológica es muy elevada”.
Su postura es favorable a un sector de la defensa 100% español, pero admite que aún estamos lejos de eso. “En cuanto hay algo de hardware de por medio, ya vas a tener un chip que viene de fuera. Renunciamos al desarrollo de los chips en el pasado, y eso es un problema, por lo que ahora tenemos que jugar con aliados”. Sobre la seguridad de las comunicaciones en el contexto actual, reconoció que se han producido “fugas de información, se han modificado órbitas de satélites, ha habido injerencias…Eso está a la orden del día, por eso estamos ahora invirtiendo en criptografía cuántica”.

En la mesa participó también el Teniente Coronel Alberto de Diego Álvarez, Jefe del Grupo de Apoyo Técnico a Operaciones del Mando del Ciberespacio, que repasó los riesgos y beneficios que entraña la incorporación de la Inteligencia Artificial al ejército. A ese respecto, la guerra de Ucrania está siendo un verdadero laboratorio de pruebas de este tipo de tecnologías de ataque y defensa. El teniente coronel no dejó pasar las cuestiones éticas que suscita esta tecnología: “Siempre que pueda haber bajas o se puedan causar daños, tenemos que saber en todo momento qué va a hacer esa IA y, por tanto, tiene que haber un humano responsable. Si tenemos un dron buscando objetivos, por ejemplo, podría causar una baja civil o una baja propia”. Siendo cada vez mayor nuestra dependencia de la IA, es también urgente “una ciberdefensa para controlar y proteger esas IA”.
El analista de Inteligencia Fernando Cocho hizo hincapié en los cambios vertiginosos que afronta la tecnología, y la necesidad de flexibilidad para adaptarse a ellos. Respecto a la industria de la defensa en España, Cocho reconoció que “hay talento, pero faltan medios económicos”. La conclusión de la jornada es evidente: es necesario continuar concienciando de la importancia vital del sector de la defensa y aumentar paulatinamente la inversión en el mismo.