La innovación cervecera de Ambar y el secreto de su inconfundible frescura
Descubre cómo Cervezas Ambar, una de las más antiguas de España, fusiona su legado centenario con innovadoras técnicas para preservar los aromas y sabores únicos de sus cervezas.

En el año 1900, mientras Picasso deslumbraba al mundo del arte y la Copa Davis iniciaba su legado, en Zaragoza nacía una revolución: Cervezas Ambar. Más que una cervecería, Ambar es un símbolo de innovación y tradición, una fusión que ha perdurado por más de un siglo. Descubre cómo esta emblemática marca ha redefinido la frescura, convirtiendo el proceso cervecero en un arte.
El valor de la frescura: la clave del sabor en cada sorbo
Superar la barrera del tiempo es un desafío que pocos logran, pero para Cervezas Ambar, es una historia escrita en cada botella. Con una pasión que trasciende generaciones, Ambar ha sido pionera en la industria, creando la primera cerveza sin alcohol de España y, más recientemente, la revolucionaria Ambar Triple 0 - sin alcohol, sin azúcar y neutra en emisiones. Pero, ¿cuál es el secreto detrás de su sabor inigualable?
El lúpulo, ingrediente fundamental en la elaboración de la cerveza, cobra una nueva vida en las manos expertas de Cervezas Ambar. En lugar de seguir los métodos convencionales de procesamiento, la compañía ha optado por moler el lúpulo directamente en su planta, preservando así su frescura y vitalidad. Este enfoque innovador no sólo eleva el sabor de sus cervezas, sino que también establece un estándar completamente nuevo en la industria cervecera.
“Ser pequeños cerveceros entre los grandes de la industria, nos permite combinar métodos tradicionales con la tecnología más moderna y divertirnos experimentando con procesos e ingredientes que dan lugar a grandes cervezas”, afirma Enrique Torguet, director de relaciones institucionales, comunicación y ESG de Grupo Agora.
“Nuestra tecnología de molienda permite obtener buenos rendimientos de extracción de los principios amargos del lúpulo. En ese sentido somos mucho más eficientes y sostenibles al añadir la flor entera sin moler. Al molerlas directamente en nuestras instalaciones, reducimos pasos y obtenemos la máxima frescura de las flores enteras”, concluye.

La importancia del lúpulo en la elaboración de cerveza
El lúpulo es una planta de la cual se aprovecha su flor hembra, sin fecundar, para la elaboración de cerveza. Esta flor es un ingrediente muy importante en el proceso, ya que es el encargado de aportar al producto su característico aroma y sabor amargo.
A la hora de crear una cerveza, el lúpulo puede utilizarse en forma de pellets –que se fabrica a partir de flores de lúpulo molidas y prensadas–, en forma de flores frescas o en forma de extracto. Cada uno de ellos, es importante en las diferentes fases de la fabricación de cerveza según el criterio del maestro cervecero, encargado de sacar lo mejor de cada tipo para elaborar el mejor producto. Ambar, sin embargo, ha desarrollado su propia manera de tratar el lúpulo.

Lúpulo recién molido: el secreto detrás del sabor
En Ambar se preocupan de que sus ingredientes se traten de la forma más suave para que incorporen todas sus propiedades a la cerveza. Es por ello que la cervecera ha dado el paso de incorporar el lúpulo directamente del campo, sin realizar ningún tipo de procesado intermedio.
Antes de cada cocción, el lúpulo se muele –utilizando una instalación única situada en la propia fábrica de Ambar–, en condiciones controladas de temperatura, lo que evita su oxidación. De esta forma, desmenuzan controladamente las flores de lúpulo a un ritmo de 300 kg por hora bajo una atmósfera inertizada con CO2.
Este novedoso proceso permite mantener intactos los perfiles aromáticos que dan amargor a la cerveza y alargar su sabor fresco durante más tiempo.
“Una de las ventajas que ofrece el hecho de moler el lúpulo en nuestra fábrica es que las glándulas de lupulina permanecen prácticamente intactas ya que la molienda es mucho menos agresiva que cuando esta se destina a producir pellets”, asegura Antonio Fumanal, Maestro cervecero de la compañía.
“Tenemos que moler lo suficiente como para que las glándulas de lupulina estén accesibles al contacto con el mosto, pero no más. Estas glándulas son el reservorio natural de aromas y principios amargos de la flor de lúpulo. Si están intactas, sus propias defensas naturales se encargan de proteger su contenido de la oxidación. Estos antioxidantes evitan el deterioro del sabor de la cerveza durante su almacenamiento”, asegura el maestro cervecero.
De esta manera, Ambar es capaz de crear cervezas como Ambar Especial, de color ambarino debido al tostado medio de las maltas empleadas en su elaboración. Una mezcla de selectas variedades de cebada de dos carreras y de lúpulo recién molido, que dan como resultado una cerveza con una redondez de paladar, una frescura y un bouquet inconfundible.