Día Mundial del Agua: la reutilización del agua, respuesta clave ante la sequía
Innovaciones tecnológicas y prácticas sostenibles impulsan la revolución en la gestión del agua para abordar los nuevos desafíos medioambientales.

Como cada 22 de marzo, este año también se celebra el Día Mundial del Agua, impulsado por Naciones Unidas, y cuyo objetivo es sensibilizar a la población sobre la importancia de este recurso natural fundamental para la vida y el desarrollo de nuestras sociedades.
El lema de este 2024 es “Leveraging Water for Peace” (“Agua para la paz” en castellano) y está inspirado por el hecho de que el agua puede ser vehículo para la paz y el equilibrio, cuando las diferentes comunidades y los países cooperan en torno a este preciado bien, pero también motivo de conflicto, cuando ocurre todo lo contrario.
El Día Mundial del Agua pretende este año animar a la cooperación entre todos los agentes, tanto públicos como privados, para dar respuesta a las necesidades de todas las personas, con el compromiso de no dejar a nadie atrás y hacer del agua un impulsor para un mundo más pacífico. Teniendo también en mente que “Agua y saneamiento universal para todos”, es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos para 2030, el número 6 en concreto.
Agua y cambio climático
A estas alturas ya nadie duda de que el cambio climático es uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos en nuestra sociedad. Especialmente en España, uno de los países de la Unión Europea más afectados por este problema, con episodios meteorológicos cada vez más frecuentes y extremos como sequías, lluvias torrenciales o temporales.
Obviamente, este problema tiene un fuerte impacto en los recursos hídricos, tanto en su disponibilidad como en su calidad, e incide en los ecosistemas y en la salud humana, especialmente en la de los colectivos más vulnerables.
Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, se prevé que estos efectos se intensifiquen en los próximos años, por lo que estamos obligados a repensar el modo en el que obtenemos y utilizamos el agua. Parece inevitable un cambio de modelo para redistribuir, ampliar las fuentes de aprovisionamiento y asegurar el suministro a las ciudades, las industrias y la agricultura.
Por si esto fuera poco, nuestro presente también tiene desafíos de otra índole –económicos, sociales, educativos y laborales, entre otros–, que también están provocando un incremento creciente de las desigualdades. Lo que aún hace más urgente la necesidad de actuar para abordar esta situación y garantizar que todas las personas tengan acceso a unas condiciones de vida dignas.
Agbar, actor clave en la preservación de los recursos hídricos
En este contexto, una empresa como Agbar, parte del grupo Veolia –referente mundial de la transformación ecológica con soluciones en agua, energía y residuos–, se presenta como un hub de conocimiento del agua que refuerza la actividad del grupo con servicios de gestión integral del ciclo del agua y de preservación del medioambiente.
La empresa presta servicio en nuestro país a 13 millones de personas, en más de 1.100 municipios, actuando desde la proximidad al territorio. Mediante la innovación, la digitalización y el impulso de las alianzas público-privadas, Agbar actúa para mejorar el futuro de las personas gestionando de forma sostenible los recursos hídricos. Para ello, fomenta el desarrollo de soluciones de mitigación y adaptación al cambio climático, así como proyectos de referencia basados en la economía circular para avanzar en la transformación ecológica.
Un ejemplo de esto es su impulso por la circularidad del agua. Fomentar los modelos circulares es clave para garantizar la creciente demanda de agua de las ciudades, la industria y la agricultura, debido a que la mayoría de las fuentes de agua que utilizamos tienen una elevada dependencia de la climatología. Es decir, de que llueva.
La economía circular está, por tanto, en el centro de la estrategia de operaciones de Agbar. En concreto, la compañía apuesta por la regeneración y posterior reutilización del agua, permitiendo dar una nueva vida a las aguas residuales, clave para asegurar la disponibilidad del agua en el futuro.
El proceso es el siguiente: tras un tratamiento avanzado, el agua depurada y regenerada se destina a nuevos usos como el riego de zonas verdes y de campos agrícolas, la limpieza de calles, para las industrias, etc., permitiendo reducir la presión sobre los recursos hídricos. Esta agua regenerada también se devuelve en condiciones óptimas al medio ambiente para empezar de nuevo el ciclo de captación.
La reutilización del agua supone una fuente alternativa y complementaria a otras soluciones, como la captación de aguas subterráneas o la desalación, que contribuye a la sostenibilidad del ciclo integral del agua y a preservar los ecosistemas y la biodiversidad, siendo la opción considerada más sostenible, ya que tiene una menor huella hídrica y es agua de proximidad.
Ecofactoría del Baix Llobregat (Cataluña), referente en economía circular a nivel internacional
El caso de Barcelona: un 25% del agua utilizada ya es regenerada
El pasado 1 de febrero, la Agencia Catalana del Agua (ACA) declaró el estado de emergencia por sequía en el área metropolitana de Barcelona y una parte de Girona. Una medida que afecta a más de 200 municipios.
Cataluña está sufriendo la sequía más grave de los últimos 70 años y, por esto mismo, son tan importantes las medidas que está tomando Aigües de Barcelona para mitigar los efectos de esta crisis. Actualmente, la empresa envía 1.500 litros/segundo de agua regenerada desde la ecofactoría del Baix Llobregat, aguas arriba del río Llobregat, hasta Molins de Rei, para ser reutilizada como agua prepotable. Esta agua se capta en la planta de tratamiento de agua potable de Sant Joan Despí, para potabilizarla y enviarla a la red de distribución y seguir así el ciclo del agua.
El agua regenerada ya supone un 25% de los recursos hídricos empleados para el suministro de agua en el territorio metropolitano de Barcelona, para usos industriales, agrícolas y urbanos. Entre los más importantes está el mantenimiento del caudal ecológico del río Llobregat; el riego del Parque Agrario del Baix Llobregat; la limpieza de calles de localidades de la zona o el riego de jardines y parques municipales. También se inyecta en pozos de la zona para actuar como barrera contra la intrusión salina y la mejora de la calidad del agua del acuífero.
Próximamente, la empresa quiere extender el uso a las industrias de la zona, así como replicar este modelo en la cuenca del río Besòs gracias al programa de fondos europeos Next Generation.
Murcia: otro caso de éxito focalizado en agricultura
En el caso de la Región de Murcia, los 24.000 m3 de agua que pasan al día por la depuradora Cabezo Beaza de Cartagena, gestionada por Hidrogea, parte del grupo, están ayudando a paliar los efectos de la sequía en el Campo de Cartagena, una de las principales zonas agrícolas de España.
Gracias a estas aguas reutilizadas, se están produciendo en la zona más de 412.000 toneladas anuales de hortalizas de variedades como la lechuga, la coliflor, el brócoli o el melón de la Galia. La depuradora ha hecho a la zona más resistente a las sequías.
Las claves de Agbar para una gestión sostenible e inclusiva del agua
Agbar está impulsando la transformación digital de la gestión del agua y la salud ambiental de los territorios gracias a su red de hubs digitales. Una combinación de soluciones tecnológicas de vanguardia que integra inteligencia artificial, big data, machine learning, etc., con el conocimiento experto de sus profesionales.
Entre estas tecnologías destaca especialmente la inteligencia artificial que, entre otras cosas, permite predecir la demanda de agua en una comunidad y ajustar su distribución o detectar fugas en la red.
Hoy en día, esta red cuenta con una decena de centros en España, cada uno especializado en una temática concreta dependiendo de la sensibilidad del territorio en el que se ubica (economía circular, turismo sostenible, resiliencia hídrica, etc.).
Por otro lado, con el fin de garantizar el derecho al agua de todos las personas, Agbar ha reforzado en los últimos años una serie de medidas sociales destinadas a colectivos en situación de vulnerabilidad. Acciones que la posicionan como un actor crucial en la promoción del desarrollo sostenible, especialmente en el ámbito del progreso y el bienestar social, mediante la generación de oportunidades educativas, la mejora de la empleabilidad y la creación de comunidades sostenibles.
Unas actuaciones que no serían posibles sin las alianzas y la colaboración público-privada. Un modelo por el que apuesta la compañía en todos sus ámbitos de actuación con el objetivo de contribuir al progreso económico, social y medioambiental, así como generar valor para toda la sociedad, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.



Juanjo Villalba