Claves para detectar insuficiencia cardíaca, una enfermedad cada vez más presente

Un diagnóstico temprano es clave para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Te explicamos todo lo que debes saber sobre una enfermedad que cada vez afecta a más personas. “La sociedad actual vive concienciada con el cáncer, pero no con la insuficiencia cardíaca”, dice el cardiólogo Pedro Luis Sánchez, del Hospital Universitario de Salamanca

Es la principal causa de hospitalización en personas mayores de 65 años. La insuficiencia cardíaca afecta en nuestro país al 1,89% de la población de más de 18 años, un porcentaje que se dispara al 9% si hablamos de mayores de 80. Esto supone que en nuestro país hay más de 720.000 personas que sufren esta enfermedad cardiovascular, según datos de la farmacéutica AstraZeneca, que trabaja para informar y concienciar sobre la importancia de reconocer los síntomas.

Y es que los pronósticos nos colocan en un escenario todavía peor: el número de pacientes con este problema irá en aumento según las últimas estimaciones médicas, de manera que uno de cada cinco adultos de más de 40 años desarrollará la enfermedad en algún momento de su vida.

A pesar de esta elevada prevalencia, más de la mitad de la población, un 55% según AstraZeneca, no sabe lo que es la insuficiencia cardíaca. Así que vamos a explicarlo: significa que el corazón no funciona tan bien como debería, es decir, no tiene capacidad para bombear toda la sangre que necesita y, por tanto, para hacer llegar suficiente oxígeno y nutrientes al resto de órganos. Es cierto que suele ser común en personas de edad avanzada, pero también puede afectar a personas de mediana edad o incluso más jóvenes (también niños), por eso es tan importante conocer sus síntomas y factores de riesgo.

Identificar la insuficiencia cardíaca: la clave para poder tratarla a tiempo

"La sensación de falta de aire o cansancio con los esfuerzos, la rápida ganancia de peso inexplicada, la hinchazón de tobillos o abdomen son datos, que bien juntos o por separado, nos deben hacer sospechar que tenemos insuficiencia cardíaca y que requieren un estudio médico", alerta el doctor Pedro Luis Sánchez Fernández, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Salamanca.

Un diagnóstico temprano es clave para que el pronóstico de la enfermedad mejore, como explica el doctor: “La insuficiencia cardíaca tiene diferentes fases o estadios, de menos a más grave. Cuanto antes identifiquemos a los individuos que pueden desarrollarla y comencemos con las medidas educativas y los tratamientos farmacológicos, mejor. Es importante reseñar que estas medidas recuperan, en no pocas ocasiones, la contractilidad cardíaca disminuida que observamos en muchos pacientes”.

Por esta razón, ante cualquier síntoma, conviene consultarlo con el médico, quien realizará una exploración y algunas preguntas para determinar un posible diagnóstico, y si lo ve necesario, podrá solicitar pruebas como un electrocardiograma, una ecocardiograma (ecografía del corazón), una radiografía del tórax o un análisis de sangre.

Visibilizar la insuficiencia cardíaca: la importancia de la concienciación

“La insuficiencia cardíaca es una de las enfermedades actuales más devastadoras. Sin embargo, poca gente tiene conciencia de ello. La posibilidad de muerte en pacientes con esta dolencia y con contractilidad cardíaca disminuida es mayor que en pacientes diagnosticados de cáncer de mama, próstata y colon. La sociedad actual vive concienciada con el cáncer, pero no con esta patología”, expone el doctor.

Por eso -dice este experto- resulta fundamental sensibilizar a la población sobre la insuficiencia cardíaca, que tiene un gran impacto sanitario y económico, ya que a nivel mundial afecta a más de 60 millones de personas. “La concienciación sobre la enfermedad y el autocuidado son retos presentes”, lamenta.

Prevenir la insuficiencia cardíaca

Existen factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades de padecer insuficiencia cardíaca, como la diabetes, haber sufrido un infarto de miocardio, cardiopatías congénitas… Así lo explica el doctor Sánchez: “Las causas de insuficiencia cardíaca son múltiples. Podríamos decir que todas las enfermedades del corazón pueden desencadenar finalmente este síndrome. La causa más frecuente es la enfermedad aterosclerótica coronaria.

En este sentido, hacer ejercicio, no fumar, promover la dieta mediterránea y evitar el sobrepeso serán la mejor receta para evitar tener insuficiencia cardíaca. En otras ocasiones, la causa tiene origen hereditario, donde estudiar a los familiares directos e identificar aquellos susceptibles de poder presentar la dolencia es clave”.

Abordar la insuficiencia cardíaca: novedades terapéuticas

No existe cura. Sin embargo, poder establecer y seguir un plan de tratamiento ayuda a mantener los síntomas bajo control y que el nivel de vida sea alto durante muchos años. “Hoy en día contamos con un muy buen arsenal de tratamientos para el paciente con insuficiencia cardíaca”, asegura Pedro Luis Sánchez.

“Si la contractilidad del corazón está disminuida usamos una combinación de cuatro grupos farmacológicos; todos ellos han demostrado incrementar el tiempo de vida de los pacientes. Aquí el seguimiento estrecho, la educación del paciente y los programas de rehabilitación cardíaca y ejercicio son también muy importantes”, añade.

Respecto a las técnicas para el abordaje de la insuficiencia cardíaca que se están llevando a cabo en los hospitales de vanguardia, el doctor explica que en el Hospital Universitario de Salamanca el estudio detallado del músculo cardíaco con resonancia magnética es un proceso rutinario en todos los pacientes. Esta técnica permite estimar “perfectamente” si el ventrículo está dilatado o no, la función contráctil y permite evaluar otros parámetros que nos ayudan en el conocimiento de la causa de la insuficiencia.

“Hemos dado tanta importancia a la caracterización del miocardio que en 2014 fuimos el primer hospital español que puso en marcha una resonancia cardíaca gestionada directamente por un servicio de cardiología. Desde entonces, otros hospitales del país han seguido nuestros pasos: el Hospital General Universitario Gregorio Marañón, el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago y el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo”, apunta.