?
Síguenos en

un proyecto de

MAYORES

Con estos sencillos gestos podremos navegar a salvo de ciberladrones (para que no roben tu dinero)

Estar blindado ante posibles robos de datos no está reñido con la edad: cualquiera puede protegerse de los continuos ataques que recibimos y que nos puede dejar la cuenta bancaria a cero, entre otros riesgos derivados de una vida hiperconectada

Antonio Bret

Compartir

Juan Ramón Gómez

Compartir

Hacer una transferencia bancaria, consultar nuestro saldo en la cuenta corriente o cualquier otro tipo de movimiento son ya operaciones que realizamos de manera cotidiana con nuestro móvil, sin necesidad de tener que acudir a una oficina. Sin embargo, como estas actividades están relacionadas con el dinero e información, en algún momento puedes sentir recelo a la hora de llevarlas a cabo. Los ciberataques son el pan nuestro de cada día y nadie está a salvo de ellos.

Al fin y al cabo, tus datos bancarios, personales… todo está almacenado en un dispositivo conectado a la red. Lo único que hay que hacer es poner en práctica algunos sencillos consejos y convertirlos en hábitos para estar tranquilos a la hora de usar la banca online.

Existen algunos términos nuevos que han ido surgiendo en los últimos años y que algunas personas no terminan de comprender

Banco Santander ofrece una serie de consejos que puedes aplicar en tu día a día y que no solo van a hacer que puedas hacer operaciones de banca a través de internet con la mayor seguridad y tranquilidad posible, sino, también prevenir tu salud digital frente a cualquier riesgo.

Estos sencillos hábitos nos harán estar más seguros

Todos los consejos son aplicables a cualquier dispositivo: ordenador, móvil o tablet.

Phishing: mails que suplantan a empresas reales

Es habitual encontrar en la bandeja de entrada de tu email un mensaje de tu banco, de un restaurante o tienda de moda o de alguna oferta de un supermercado al que sueles ir a comprar. Aparentemente todo está bien, pero fíjate bien porque siempre hay algo que puede levantar la sospecha: la estética de la marca (como su logotipo o su tipografía oficial) no es exactamente igual, incluso hay algún enlace a otras páginas o te piden algún dato y los mensajes suelen tener cierta sensación de urgencia. Piensa antes de actuar y no hagas clic.

Para detectar este tipo de correos es conveniente ver si tiene faltas de ortografía, fijarse bien en la web a la que nos remiten en alguna parte del texto o si, simplemente, te piden que pinches en un enlace o te descargues un archivo. Si es así, lo conveniente es eliminar el correo y ponerse en contacto con la marca o persona suplantada para reportar.

Cuidado también con los SMS

Es verdad que ya no recibimos tantos mensajes de texto. Sin embargo, en ocasiones, los servicios de mensajería, las notificaciones médicas y algunas operaciones bancarias se avisan a través de SMS. Y, al igual que ocurre con los correos, los ciberladrones utilizan este método para engañar, enviando mensajes que parecen ser reales. Se caracterizan también por ser una comunicación de urgencia y suelen ser breves. Al igual que en el caso anterior, no entres en ningún enlace y comunícate con la marca suplantada para comentarles lo que te ha ocurrido.

Llamadas desconocidas: un posible timo

El bombardeo de llamadas comerciales es habitual hoy en día. Y entre esas llamadas se pueden colar algunas que, directamente, son una estafa. No des nunca datos personales ni atiendas las supuestas “urgencias”, pues estas suelen ser tácticas que realizan los ciberdelincuentes para que les des lo que te pidan sin preguntar. No dudes en colgar sin dar explicaciones si notas algo raro en la llamada.

Contraseñas, pin o claves de seguridad: siempre privadas

En tu cuenta de Google y en otros servicios de internet existe lo que se llama doble factor de autenticación: no basta con la contraseña para acceder a la aplicación, sino que debemos añadir un código único y personal que dicho servicio nos ofrece. Suele llegar vía SMS y, en ocasiones, los estafadores se basan en argucias para sonsacarte ese código. No compartas nunca este código ni ningún pin o número secreto. Por ejemplo, Banco Santander jamás te lo pedirá.

Discreción mientras navegas ante todo

Cuidado con lo que compartes en internet, las cosas que cuentas o escribes pueden ser usadas por los ciberdelincuentes para averiguar tus claves o, incluso, el lugar donde vives y si estás de vacaciones. Revisa los ajustes de seguridad de los servicios a los que estás suscrito y tus aplicaciones de redes sociales, contenido por streaming y banca online, activa el doble factor de autenticación… Lo más importante es que nunca, bajo ningún concepto, compartas nada personal.

Compra solo en tiendas de confianza

Sabemos que hay precios que son irresistibles, pero ten en cuenta una cosa cuando veas una ganga que parece irreal: es probable que lo sea. Cuando compres en una tienda online, fíjate que su página web empiece por HTTPS y tenga el icono de un candado cerrado. Si el producto que quieres puedes adquirirlo en una tienda reconocida y de confianza, aunque cueste un poco más caro, mejor.

Ojo, no sirve cualquier contraseña

Las contraseñas que pones en tus servicios online han de ser robustas, largas, combinar mayúsculas y minúsculas y añadir algún carácter especial como comillas, guiones o almohadillas. Una buena contraseña puede ser una frase que incluye todo lo anterior. Es importante que no repitas contraseñas, así minimizarás el riesgo de ser vulnerado en cadena en tus demás cuentas o perfiles.

Compartir

Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Banco Santander. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.