En los últimos años la salud mental se ha convertido en uno de los principales problemas de salud de la sociedad española. Uno de cada cuatro españoles sufre o sufrirá un problema de este tipo a lo largo de su vida: tristeza, depresión, ansiedad o falta de esperanza en el futuro, son algunos de los trastornos más habituales.
La situación empeoró además con la pandemia. Según datos de la Confederación Salud Mental España, durante el primer año de afectación de la covid-19, un 30% de la población sufrió ataques de pánico, un 25% se sintió excluido socialmente y un 55% era incapaz de controlar la preocupación. La demanda de atención psicológica se disparó, aumentando, según datos de la Asociación Americana de Psicología, en un 29%.
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Este empeoramiento afectó más a las personas de clases sociales más bajas. Un 32,7% de los ciudadanos con pocos recursos se sintieron decaídos, deprimidos o sin esperanza, frente a un 17,1% de los de clase alta.
Y es que el factor económico y, por extensión, también el laboral, están muy relacionados con la salud mental, produciendo en muchos casos un círculo vicioso difícil de romper. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, 8 de cada 10 personas con problemas de salud mental están desempleadas. A su vez, el desempleo contribuye a que los problemas mentales empeoren.
Tener un trabajo resulta algo muy positivo para las personas con problemas de salud mental por diversas razones. En primer lugar, facilita el reconocimiento social y fomenta la vida independiente. Por otro lado, contribuye al bienestar y a la salud física, la persona sale de su casa, ocupa su mente en tareas alejadas de su problema, etc.
Es por esto que iniciativas como la línea de Salud Mental del programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa” resultan especialmente interesantes. El objetivo principal de este proyecto es mejorar las posibilidades de integración laboral de las personas con trastornos mentales, estudiando cada caso concreto para ofrecerle a cada persona los servicios y herramientas laborales que mejor se adapten a ella, acompañándola además a lo largo de todo el proceso de inserción laboral y atendiendo a su bienestar desde el inicio del proceso de selección hasta su plena inclusión en el equipo.
Por otro lado, desde la Fundación trabajan estrechamente con empresas, entidades y profesionales de la inserción, construyendo una red que favorece la implantación de programas de inserción laboral.
En este sentido, ofrecen a las empresas y entidades adheridas, más de 411, un servicio gratuito de asesoramiento y de apoyo a la inserción laboral, integración en la plantilla y al mantenimiento del puesto de trabajo de las personas con problemas de salud mental a través de herramientas, recursos, ideas, foros de debate y consejo de expertos. También se orienta a la dirección para que la salud mental de sus trabajadores en general sea una de las preocupaciones de las compañías.
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Durante el año 2020 cerca de 4.000 personas con problemas de salud mental lograron su inserción laboral a través del programa Incorpora Salud Mental y la idea es que esta cifra siga aumentando, proporcionando a muchas más personas un proyecto de vida y un rol activo en la sociedad que aumentará su autoestima, su bienestar y, en definitiva, su recuperación.
Algunas de estas historias pueden escucharse, contadas por sus propios protagonistas, en la serie de podcast documental Diarios Incorpora, un paso cada día, a través de la cual podemos comprobar de primera mano la importancia del empleo para personas con problemas de salud mental. La serie está producida por el Programa Incorpora.
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Juanjo Villalba 