Estos son los riesgos que tiene comprar neumáticos de segunda mano
Su uso reduce de manera muy notable la seguridad en carretera, pero el comprador debe saber que existe una Norma UNE que garantiza que se ha comprobado que tienen unos mínimos requisitos

Seguramente, muchos de los conductores que apuestan por neumáticos de segunda mano para sus vehículos desconocen los riesgos que conlleva esta decisión, que compromete la seguridad en la carretera. Y, ¿cuáles son los motivos para no confiar ellos? La Comisión de Fabricantes de Neumáticos del Consorcio Nacional de Industriales del Caucho recuerda que, en primer lugar, no se tienen datos sobre su procedencia y eso impide, claro está, saber en qué condiciones se encuentran. El paso del tiempo es un factor clave para la efectividad de los neumáticos por el propio deterioro del caucho, que pierde flexibilidad poco a poco, algo que se conoce como “cristalización”. Por otra parte, los neumáticos usados no pueden garantizar plenamente su rendimiento en caso de una frenada de emergencia en una carretera con agua ni su agarre en una zona deslizante o una curva pronunciada.
Su vida útil siempre va a ser más corta que la de unos neumáticos nuevos y, además, sus posibles defectos no se pueden descubrir echando un solo un vistazo cuando uno se encuentra en el taller. A simple vista no se perciben golpes que sí que afectan a su estructura interna o si han estado sometidos a cambios de temperatura muy bruscos que generan defectos ocultos. Y no hay que olvidar que cada coche desgasta los neumáticos de una forma diferente. Es como intentar caminar con los zapatos de otra persona, lo que traducido a la carretera genera inestabilidad y reduce notablemente el confort de la marcha. Y a la larga, tampoco suponen un ahorro desde el punto de vista económico: en seguridad lo barato sale caro.
“El neumático es una estructura compleja, sensible a cuestiones como los cambios de temperatura y las condiciones en las que ha sido almacenado, y que pierde adherencia como consecuencia del envejecimiento de sus componentes”, aseguran desde la Comisión de Fabricantes. El problema de los neumáticos de segunda mano en España supera ya el millón de unidades al año, si se suman los datos de la Dirección General de Aduanas (DGA) -en los que Francia y Alemania figuran como principales países de los que España importa neumáticos- junto a la comercialización interna en desguaces, talleres e importaciones no declaradas. En 2014 llegó a haber dos millones de neumáticos de segunda mano en circulación en el mercado español sin control administrativo, lo que supone un 7% frente al volumen total.
Unos mínimos de seguridad
La seguridad es lo primero que se debe valorar. Pero si a pesar de todas estas recomendaciones, de los datos objetivos sobre el riesgo que conllevan los neumáticos de segundo mano, se toma la decisión de apostar por ellos, el posible comprador debe saber que tiene un mecanismo con el que puede verificar un mínimo de seguridad. Se trata de una Norma UNE (concretamente la Norma UNE 69051) de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) que como consumidor puede solicitar al vendedor de neumáticos, es un cerficado que justifica que el neumático ha pasado una serie de controles. No se trata de una certificado obligatorio, así que el comprador es el que debe reclamarlo y recibirl0, porque va en su propio beneficio y en el de la seguridad de su vehículo.
A pesar de esta Norma UNE que regula de alguna manera el mercado, lo más importante para la Comisión de Fabricantes, en la que están integrados Bridgestone, Continental, Goodyear Dunlop, Michelin y Pirelli, es que los conductores tengan conciencia de la importancia que tienen los neumáticos para la seguridad vial. “Porque son en único punto de contacto con el asfalto y si no se encuentran en condiciones óptimas se producirá un mayor consumo de combustible (con lo que no se producirá en realidad ningún ahorro por circular con neumáticos usados) y la adherencia puede verse comprometida hasta el punto de producirse una peligrosa pérdida de control del vehículo”.
Y llegados a este punto, solo lo neumáticos de primera mano garantizan al cien por cien los factores necesarios de seguridad en la carretera, como pueden ser la capacidad del conductor de respuesta al volante y de frenar con seguridad tanto en seco como en mojado; la adherencia y la tracción del vehículo; y el mantenimiento de la direccionalidad. En definitiva, que los neumáticos en buen estado pueden salvar la vida en una situación de peligro en una carretera.


