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La eutanasia: esa extraña práctica de la que hablaba ABC sin tapujos en 1905 cuando nadie la conocía

Dos relatos publicados en este diario a principios del siglo XX ponían en boca de nuestros lectores un término absolutamente desconocido para los españoles y que hoy esta boca de todos

Página tratando el tema de la eutanasia, publicada en 1906+ info
Página tratando el tema de la eutanasia, publicada en 1906 - ABC
Israel Viana
MadridActualizado:

Hace 115 años, cuando prácticamente nadie en España ni en Europa conocía el significado del término 'eutanasia', en ABC ya publicábamos artículos intentado explicar a nuestros lectores en que consistía aquella práctica con miles de años de historia. «Esa palabreja equivale a buena muerte o muerte anticipada y endulzada, con fines humanitarios. No hay que olvidar que el ser humano ha sido siempre egoísta, ha deseado vivir bien, gozar en proporción, y para ello, claro está, los viejos, los deformes y los incurables estorban, molestan y perjudican».

Página sobre la eutanasia de 1905+ info
Página sobre la eutanasia de 1905 - ABC

Así comenzaba este reportaje firmado por el doctor Fausto Manolo Tolosa Latour, con aires de ensayo, en la edición del ABC de Madrid, publicada el 9 de julio de 1905. No eran más que las primera semillas de un debate todavía impensable en nuestro país.

Tendría que pasar un siglo para que las autoridades españolas se plantearan la posibilidad de interrumpir legalmente, y mediante un tratamiento médico, la vida de los enfermos terminales para evitarles el sufrimiento final. Y el asunto acabó convirtiéndose en una polémica que ha afectado a la sociedad y a los partidos políticos, sin que se hayan puesto de acuerdo, jamás, unánimemente.

El PSOE lo había intentado dos veces desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa en 2018, pero a la tercera se ha salido con la suya. El Congreso de los Diputados aprobó este jueves por mayoría absoluta la ley orgánica de regulación de la eutanasia, pero lo consiguió gracias al apoyo de los partidos independentistas, nacionalistas, la izquierda radical y Ciudadanos. En total, 202 votos a favor (PSOE, Podemos, BNG, ERC, Junts per Catalunya, Más País, Bildu, PNV, CUP, Ciudadanos), 141 en contra (PP, Vox, UPN, Foro Asturias) y dos abstenciones (CDC). El debate, sin embargo, sigue abierto.

Durante el pleno, la diputada socialista María Luisa Carcedo, autora intelectual de la «prestación de ayuda a morir», defendió «la libertad con mayúsculas» que supone este nuevo derecho individual. «Hasta ahora sufrir una enfermedad degenerativa era un delito y la condena era un final cruel y doloroso», recordó la exministra de Sanidad. Hace un siglo, el mencionado doctor Tolosa Latour, era mucho más directo y agresivo en su artículo en ABC, firmado bajo el seudónimo de Doctor Fausto. Tal es así, que es probable que el autor estuviera echando manos de la ironía para hablar de la eutanasia.

«El sueño eterno»

«En la India se les ahogaba en el Ganges –explicaba el periodista–. Los judíos y los espértalos aislaban o destruían a los enfermos y mal conformados. Estas cosas son conocidas y se repiten en todas las conferencias, discursos y sermones encaminados a fomentar la caridad en pro de fundaciones diversas. De un tiempo a esta parte, se leen trabajos y artículos en periódicos y revistas donde se inicia con alguna pudorosa timidez la idea de que puede ser lícito abreviar el sufrimiento del incurable, ya sea por sus propias indicaciones o por las de la familia, con el objetivo de proporcionarles el eterno sueño. Esta idea, triste es decirlo, cruza por la mente de los que rodean a un moribundo. La amante esposa y el hijo apenado suelen pedir a Dios la terminación de una agonía penosa».

Página hablando de la eutanasia en 1909+ info
Página hablando de la eutanasia en 1909 - ABC

Estas apreciaciones no son de un tertuliano cualquiera, sino de una de las eminencias médicas más importantes de la España del momento. Tolosa Latour era uno de los pediatras más prestigiosos del país, además de escritor, y había sido elegido miembro de número de la Real Academia Nacional de Medicina en 1900. A principios del siglo XX, de hecho, desarrolló una campaña dirigida a mejorar la salud y la educación de los niños de las clases populares y se esforzó para que los legisladores tomaran conciencia de protegerlos, logrando que se aprobara la Ley de Protección a la Infancia en 1904.

Además, estableció el Sanatorio Marítimo Infantil de Chipiona, en Cádiz, para la cura de los niños más débiles y predispuestos a enfermar. Por eso, habiendo dedicado toda su vida al cuidado de la infancia, es probable que debiéramos tomar sus duras palabras en este diario como un ejercicio de sarcasmo: «Hasta hace poco tiempo hemos conservado muy calladamente el odio a lo viejo, a lo deforme y a lo inútil. Es más, llevados por un espíritu de compasión malsana, hemos procurado defender al débil, respetar al anciano, levantar al caído y reformar al llamado incurable. Ahora ya no hay razón alguna para fingir lo que no se siente. La verdadera caridad estribará en propinar a esa turba de seres que perturban la marcha social la eutanasia a todo pasto».

Siglos de historia

Este debate, sin embargo, no se puso sobre la mesa realmente hasta la aparición de Ramón Sampedro a principios de los años noventa, quien pidió en un juzgado algo sin precedentes: que se autorizara a su médico a suministrarle los medicamentos necesarios para evitar el dolor y la angustia «y así poder, llegado el caso, morir dignamente». Se había quedado tetrapléjico a los 25 años y llevaba 30 postrado en una cama. Pilar Rahola, diputada de ERC, fue la primera en promover una proposición no de ley en torno a la eutanasia en 1994. En ella pedía la creación de una ponencia que estudiara cómo dar solución a un asunto sobre el que había «un vacío legal». «Es un debate incómodo», advertía, pero el Congreso lo rechazó con 14 votos a favor, 282 en contra y seis abstenciones.

Reportaje de 2021, en plano debate sobre la eutanasia+ info
Reportaje de 2021, en plano debate sobre la eutanasia - ABC

Tolosa Latour echaba manos de algunos datos históricos con respecto a esta práctica, pero no todos. Se sabe que la eutanasia se practicó en las antiguas Grecia y Roma y fue apoyada por Sócrates, Platón y Séneca el Viejo en el sentido de acelerar deliberadamente la muerte de alguien. Hipócrates, sin embargo, la criticó enérgicamente: «No prescribiré una droga mortal para complacer a alguien, ni dar consejos que puedan causar su muerte». Esto quiere decir que, aunque el debate no llegó a la España contemporánea hasta esas primeras menciones en ABC, ya se dio en otro periodios de la historia.

En su sentido moderno, sin embargo, ha sido fuertemente opuesta a la tradición judeocristiana. Tomás de Aquino se opuso a ella en el siglo XIII y argumentó que la práctica de la eutanasia contradecía los instintos humanos de supervivencia. De la misma opinión fueron médicos célebres como François Ranchin y Michael Boudewijns a principios del siglo XVII. Pero no fue hasta finales del siglo XIX y principios del XX cuando se habló en Estados Unidos de permitir el suicido en casos de enfermedades crónicas.

El primer intento en este país para legalizarla tuvo lugar cuando Henry Thomas Hunt lo introdujo en la Asamblea General de Ohio de 1906, un año después de que ABC publicara su artículo titulado directamente «Eutanasia». «Solo aceptaré que los tuberculosos, los raquíticos y los anormales sean aniquilados suave, dulce y piadosamente, con tal de que me quiten de en medio a los imbéciles egoístas, a los impotentes ambiciosos y a los pedantes ridículos. Venga la buena muerte para los pobres niños abandonados y enfermos, pues así lo exige el flamante progreso, según dicen por ahí los supersabios», comenta el Doctor Fausto.

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