Archivo ABC
Archivo

Cómo la Segunda República acabó fusilando a su abanderado

El teniente Pedro Mohíno, que se hizo famoso al enarbolar la bandera tricolor el 14 de abril de 1931, fue condenado a muerte por rebelión y ejecutado en agosto de 1936

Pedro Mohíno, con gorra de plato, durante la proclamación de la Segunda República en la Puerta del Sol+ info
Pedro Mohíno, con gorra de plato, durante la proclamación de la Segunda República en la Puerta del Sol - Alfonso
Actualizado:

El periodista y escritor Pedro Corral había investigado durante meses y había visitado archivos y bibliotecas en busca de historias desconocidas para escribir «Eso no estaba en mi libro de la Guerra Civil» (Almuzara). «He podido descubrir sucesos muy llamativos - contó a ABC en 2019- como que el teniente Pedro Mohíno, abanderado de la República el 14 de abril del 31, acabó fusilado por la propia República posteriormente».

En el Archivo de ABC encontró información valiosa con la que logró completar las desventuras que sufrió este teniente de Ingenieros que saltó a la fama el día de la proclamación de la Segunda República. Pedro Mohíno acaparó todas las miradas en aquellos momentos de entusiasmo popular desbordado en Madrid.

Entre el enorme gentío que se congregó en la Puerta del Sol para celebrar este acontecimiento histórico, este militar se abrió paso para enarbolar la bandera tricolor sobre la capota de un taxi, provocando la exaltación de los presentes. Las imágenes que tomaron los fotógrafos de aquel momento, entre ellos el mítico Alfonso Sánchez Portela "Alfonso", pasarían a la posteridad.

Madrid, 14/04/1931. Proclamación de la Segunda República. El pueblo madrileño se manifiesta en las calles+ info
Madrid, 14/04/1931. Proclamación de la Segunda República. El pueblo madrileño se manifiesta en las calles - Alfonso

El periódico " La Libertad" identificaría al día siguiente al aplaudido abanderado, aunque erró en su segundo apellido, pues era Díez y no Díaz. «He aquí que avanza hacia el centro de la Puerta del Sol la figura juvenil y bizarra de un oficial de Ingenieros. En la bocamanga de su guerrera lucen las estrellas de teniente. En el cuello se destaca el emblema del Cuerpo a que pertenece, sin la corona. De su gorra también ha desaparecido la corona real. En sus manos tremola una gigante bandera republicana. Prorrumpe la muchedumbre en gritos unánimes y ensordecedores: "Viva el Ejército del pueblo! ¡Viva España con honra! ¡Vivan los hermanos de Galán y de García Hernández!". El bravo oficial es el teniente de Ingenieros Sr. Mohíno Díaz".

ABC había dado cuenta de su ascensión a alférez en 1925 y de su ascenso a teniente dos años después. Tenía 26 años y estaba destinado en el Regimiento de Zapadores Minadores nº 2 con sede en Alcalá de Henares.

Tras aquel momento inmortalizado en la Puerta del Sol, el mismo Pedro Mohíno entró en la sede de Gobernación para colocar la bandera republicana en el balcón. ¿Sería también el mismo teniente de Ingenieros vestido de uniforme y con la enseña tricolor que, según contó ABC, fue parado en la calle de Alcalá en un camión lleno de gente? «Le salió al paso una sección de la Guardia Civil, al mando de un teniente, para cortar la manifestación. Seguidamente dichas fuerzas de la Benemérita se replegaron a la acera, dejando pasar el camión», relató este periódico.

Días más tarde, los periódicos informaron que el teniente había sido detenido. «El correctivo obedece al propósito de mantener con todo rigor la prohibición a los militares de intervenir en manifestaciones políticas», explicó el diario "La Libertad" el 18 de abril.

Ocho años después y tras la fraticida contienda que enfrentó a los españoles entre 1936 y 1939, su nombre volvía a aparecer en las páginas de ABC. El 20 de junio de 1939 se informaba de los trabajos de exhumación en la manzana 41, sepultura número 4, emplazada en el extremo sur del cementerio de la Almudena. Allí habían ido a parar los restos del falangista Julio Ruiz de Alda, miembro de la tripulación del histórico «Plus Ultra» que fue asesinado el 23 de agosto de 1936 en el asalto de las milicias a la Cárcel Modelo de Madrid. «El triste momento tuvo una impresionante solemnisdad. La viuda de Ruiz de ALda esperaba el instante de la aparición de los restos de su esposo para identificarlos. El primer cadáver exhumado fue el del capitán Baldomero Rojo Arana. El general Bermúdez de Castro identificó el cadáver de su hijo Arturo. También fueron reconocidos los restos de Isidoro, Rubio Paz, Juan Aguilar Gómez y Pedro Mohíno Díaz, del Batallón Ciclista», recogió este periódico.

+ info

En agosto de 1939, una esquela dedicada a «los caballeros españoles del Batallón Ciclista de Alcalá de Henares», recogía de nuevo el nombre del capitán Pedro Mohíno Pérez (sic) y demás oficiales del Batallón de Zapadores, número 7, de la referida guarnición».

«Cayeron gloriosa y cristianamente, en la madrugada del 28 de agosto de 1936, fusilados por los poderes rojos en la Ciudad Universitaria de Madrid», informaba al tiempo que anunciaba una misa de campaña que había de celebrarse «en la explanada de la Escuela de Arquitectura, de la Ciudad Universitaria, donde fueron inmolados».

«En apenas ocho años, el nombre de este militar ha pasado de ser vitoreado como el "abanderado de la República" a ser aclamado como un "glorioso mártir" por quienes han derrotado a esa misma República después de casi tres años de guerra sin cuartel», subrayó Pedro Corral en su libro. El escritor averiguó las vicisitudes del militar durante esos años y cómo su destino se unió al de Isidro Rubio, antiguo héroe de la sublevación de Jaca contra Alfonso XIII.

«Rubio y Mohíno - explicó en ABC- formaron parte de la oficialidad que el 20 de julio de 1936 sublevó sin éxito a las unidades acuarteladas en Alcalá. Conducidos a la cárcel Modelo de Madrid, fueron juzgados y condenados a muerte el día 23 de agosto. En su último alegato ante el tribunal popular, Rubio y Mohíno exhibieron sus convicciones republicanas, pero sin resultado. Fueron fusilados el 24 de agosto en la Ciudad Universitaria».

Ver los comentarios