El Parque Natural de Interés Nacional de Poblet (Tarragona) quiere conservar el recurso micológico que atesora. Para lograrlo, expedirá un carné a quien se acerque hasta él con la intención de recoger setas. Cuesta diez euros por temporada y permitirá a su titular cortar un máximo de seis kilos por día.
Se trata de una experiencia piloto que durará dos años. Los habitantes de la comarca pagarán un euro. Y los parados, jubilados y menores de 16 años, cinco. Si la iniciativa obtiene una buena acogida la Generalitat se plantea su desarrollo en otros enclaves naturales.
El Centro Tecnológico Forestal de Cataluña (CTFC) estima que hay dos millones de recolectores de boletus en la comunidad. «Somos un pueblo muy micófilo, como ocurre, también, en Navarra o País Vasco», señala el investigador Juan Martínez de Aragón.
Se contemplan sanciones de hasta 120 euros para aquellos que dañen el sotobosque con su irresponsable comportamiento. «No queremos sancionar sino hacer pedagogía. No tenemos afán recaudatorio», explica Josep María Pelegrí, consejero de Medio Natural. Solo se tomarán medidas contra los reincidentes.
La temporada comienza en octubre
Unas 700 personas visitan cada fin de semana el paraje de Poblet (3.500 ha) con la llegada de la temporada de setas, que este año comenzará a finales de octubre-principios de noviembre.
«Un buen "boletaire" es el que no deja rastro de su paso por el bosque», comenta Martínez de Aragón. El investigador nos brinda algunos consejos que contempla el manual de buenas prácticas (pdf) elaborado por el CTFC: 1) No pisar las setas desconocidas o que se consideren venenosas; 2) Nunca utilizar rastrillos, palas, azadas o herramientas parecidas para levantar la capa superficial del suelo; 3) No cortar los hongos muy maduros o los que no hayan alcanzado su etapa adulta; 4) Transportar la carga en cestos de mimbre, pues, al contar con entradas de aire, favorecen la polinización y no estropean el recurso micológico; 5) Seleccionar los ejemplares que se vayan a consumir en unos pocos días.

