El método también sirve para matar a la almeja asiática, otro bivalvo invasor de la Cuenca del Ebro
Día 02/09/2011 - 11.14h
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha finalizado su informe sobre la aplicación de «biobalas» para la lucha contra el mejillón cebra. Y ha confirmado la efectividad del método en sistemas cerrados.
El ingenio denominad o«biobala» ha sido desarrollado por especialistas de la Universidad de Cambridge y consiste en una cápsula que encierra una sustancia tóxica para el mejillón cebra. El molusco no detecta la amenaza, porque la cápsula impide que detecte la toxina. Pero cuando la cápsula se deshace en el agua, el molusco absorbe su contenido y muere.
El Organismo de Cuenca ha analizado con datos propios y con los ofrecidos por la Universidad de Cambridge el experimento.
El informe remarca las ventajas del método para sistemas cerrados y frente a otros «por la seguridad de su manejo, la no corrosión de las tuberías y la posibilidad de ser utilizado como un tratamiento rápido al final de la temporada de riego, ahorrando costes de operación y personal».
En la actualidad, por encontrarse en fase de pruebas, sólo se aplica con el asesoramiento de los investigadores que han desarrollado la técnica, han advertido desde el Organismo de Cuenca.
Las pruebas realizadas por la CHE para la aplicación de este método se integran en un proyecto de investigación financiado por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino dentro del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica.
La «invasión» de la especie (Dreissena polymorpha), originaria del mar Caspio, Aral y Negro, se conoció en España en 2001| ABC
La Universidad de Zaragoza lidera la investigación, en la que también participan, además de la Confederación Hidrográfica del Ebro, la Universidad Politécnica de Valencia, la Sociedad de Infraestructuras Rurales Aragonesas y el Centro de Transferencia Agroalimentaria del Gobierno de Aragón.
Eficaz con cualquier tamaño
Los trabajos de campo se realizaron a mediados de mayo gracias a la colaboración de la Comunidad de Regantes de Mora la Nova (Tarragona), que prestó para las pruebas sus infraestructuras de riego, y al apoyo técnico del Centro Tecnológico de Manresa-Flix.
Se utilizaron dos fórmulas de «biobalas»: las SB1000 y las SB2000, creadas por el equipo del Doctor David Aldridge.
Durante un mes se realizó un seguimiento de la efectividad, inspeccionando los filtros instalados a lo largo de las tuberías tratadas. La proporción de especímenes de mejillón muertos en los filtros alcanzó el cien por cien, detectándose su efecto en ejemplares de todos los tamaños.
Mientras se realizaba el experimiento, los autores observaron la presencia de otro bivalvo invasor, la denominada almeja asiática (Corbicula fluminea), en la infraestructura de pruebas. Por suerte, los resultados finales mostraron que ambas especies compartían los mismos niveles de mortalidad, pese a que ésta se producía más rápido en el mejillón cebra.
