Mientras los diputados brasileños daban luz verde al proyecto, dos activistas que habían sido amenazados por madereros y ganaderos morían tiroteados al norte del país
Día 25/05/2011 - 13.35h
La Cámara de Diputados de Brasil ha aprobado un polémico proyecto de ley que propone extender las tierras cultivables del país. Los ecologistas vaticinan un «desastre ambiental», informa Efe.
El proyecto, que fue aprobado gracias a 410 votos a favor y 63 en contra, ha unido a sectores del oficialismo y la oposición agrupados en la «bancada ruralista», un grupo suprapartidista que representa los intereses de los grandes empresarios del campo.
Los diez ministros de Medio Ambiente que ha tenido el país desde 1973 también han aunado fuerzas para remitir una carta a la jefa de Estado, Dilma Rousseff, pidiéndole que impida lo que ellos califican de «desastre anunciado».
Esta disposición no es definitiva, puesto que, además de requerir la aprobación del Senado, podría ser vetada por el Ejecutivo, que dijo que actuaría si la reforma implicaba un retroceso en la protección de los bosques. La presidenta Dilma Rousseff se comprometió durante la campaña electoral a no hacer concesiones que permitan más deforestación o pongan en juego los ambiciosos compromisos ambientales internacionales del país.
La reforma se valida justo cuando la agropecuaria brasileña se ha convertido en una de las mayores del mundo, con exportaciones récord de 80.000 millones de dólares en 12 meses. Y coincide con una sensible reducción del ritmo de deforestación amazónica, que había llegado a devastar 27.000 km2 en 2004 por el avance de la agropecuaria, madereras y la minería ilegales.
Ya protege una buena parcela
El Código Forestal vigente, que data de 1965, limita el uso agrícola de tierras, obligando a los propietarios en áreas de bosque a mantener una parte intacta, que llega a 80% en la Amazonía. Por ello, el nuevo texto, impulsado por la poderosa industria agropecuaria, plantea reducir ese porcentaje a un 50%.
El 90% de las propiedades agrícolas del país vulneran el código. «Cumplirlo significaría la reforestación de 602.500 km2 de bosque, lo que supondría un costo de más de 300.000 millones de dólares», ha denunciado el autor de la reforma, el diputado Aldo Rebelo, recoge AFP. Rebelo considera que Brasil ya protege una buena parcela de sus bosques y que tales requerimientos estrangulan a la agricultura.
«Estamos regularizando 90% de las propiedades rurales del país que estaban en situación de ilegalidad y manteniendo las Áreas de Protección Permanente (APP), algo que nadie en el mundo tiene», se felicitó el diputado.
Brasil, un gigantesco país de 8,5 millones de km2, tiene 5,3 millones de km2 de selvas y bosques, de los que solo 1,7 millones están bajo protección del Estado. El resto, pertenecen a productores rurales o carecen de una propiedad definida.
Amnistía hacendados
El proyecto propone que las zonas protegidas a la vera de los ríos, que en la actualidad suponen una franja de 30 metros a cada lado, pasen a ser de 15 metros.
Pero el punto que más discusiones ha generado contempla una amplia amnistía para todos los hacendados que, en las últimas décadas, han violado las leyes vigentes. La propuesta de perdón generalizado ha sido criticado hasta por Rousseff, quien adelantó que podría vetar tanto este como otros asuntos en caso de que sean aprobados en las cámaras.
El diputado Alfredo Sirkis, uno de los principales líderes del Partido Verde, recordó que la deforestación origina el 65% de las emisiones de dióxido de carbono en Brasil, uno de los mayores contaminadores del planeta.
Activistas muertos a tiros
Mientras se debatía la cuestión en el Congreso, un activista de la selva amazónica y su esposa fueron asesinados a tiros en el norte de Brasil.
Joao Claudio Ribeiro da Silva recolectaba caucho y era el líder de la misma organización de trabajadores forestales que fundó el legendario conservacionista Chico Mendes, asesinado por hacendados en 1988. Da Silva y su mujer, Maria do Espirito Santo, fueron emboscados y asesinados en el estado amazónico de Para, según fuentes policiales.
Las autoridades investigan quién disparó a la pareja. Da Silva había advertido que recibía amenazas de muerte por parte de madereros y ganaderos, informa Reuters.
