Demi Moore está de muy bien ver. Para la edad que tiene y para cualquier edad. Su trabajo le cuesta. Ashton Kutcher también está de muy bien ver y seguro que le cuesta menos. Juntos seguían la dieta Master Cleanse, es decir, agua, limón, sirope de arce y pimienta de cayena. Así se ahorran el Almax. Todo esto se sabe vía Twitter, la ventana por la que las celebridades se igualan y parecen tan bobos como el resto de los mortales (anda que Eva Longoria tira para la casa). Twitter iguala tanto, por abajo, como los controles de los aeropuertos. Mucho más que la muerte. Ashton Kutcher, claro, se moría por un bistec, una cerveza y un chupa chups. Inciso tipo qué mayores somos (o qué jóvenes son otros). Pasan un chico y una chica por delante de la estantería de deuvedés de series de televisión en El Corte Inglés, ven «Kojak», la de Telly Savalas, y el muchacho suelta: «Mira, como los chupa chups». Cielos. En fin, sigo con Demi Moore, que no contenta con la Master Cleanse se ha pasado a otra dieta también presuntamente desintoxicante pero de distinto pelaje. Es The Clean Program, creación del doctor Alejandro Junger, y que ayudó a Gwyneth Paltrow a perder peso. Hombre, eso tampoco impresiona mucho, que lo de «Amor ciego», la película de los Farrelly, era caracterización. Otra cosa sería que el doctor consiguiera que Aretha Franklin se pusiera el vestido de Condoleezza Rice.
Una fan de Demi le preguntó en Twitter por el «pasahambre» anterior y la actriz, culo de mal asiento en el régimen, le dijo que ya estaba con la otra. La nueva son 21 días de batidos para desayunar y cenar (está permitido un almuerzo sólido). Te venden un kit con los potingues para los batidos por 350 dólares más gastos de envío. El crítico de restaurantes Mike Kalinadecía que la traducción aproximada de «nouvelle cuisine» era «No puedo creer que haya pagado 200 dólares por la comida y me haya quedado con hambre». La misma hambre que con los 350 de los batidos.
Dará mucho que hablar
Demi Moore da mucho que hablar, pero no conozco a nadie que vaya o haya ido alguna vez al cine porque ponen una película suya. Eso sí, juntándose con Miley Cyrus, se hace más atractiva. Está rodando con ella «LOL: Laughing Out Loud», que, pese al título, es la versión americana de la cinta francesa del mismo título en inglés (aquí se estrenó así también). Son madre e hija. Ni que decir que las fotos que hemos visto del rodaje las ha colgado Demi en su cansino Twitter.
Todo lo contrario pasa con Meryl Streep. A la más grande, con permiso de Aretha, voy a verla aunque haga una película iraní. No damos abasto ni para excitarnos con los proyectos. Primero que va a interpretar a Margaret Thatcher (los mellizos Mark y Carol están horrorizados). Y ahora se anuncia que va a rodar una comedia con Tina Fey dirigida por Stanley Tucci. «Mami y yo» parece que se va a llamar. O sea, que son madre e hija. Igualitas que Demi y Miley . En teoría, «Las chicas de oro» (o una película iraní) con Concha Velasco, Lola Herrera, Alicia Hermida y Carmen Mauradebería excitarme igual. Pero está el factor Moreno, que da mucho miedo.


