El complejo hotelero se compone de doce edificios, entre ellos la Torre den Santa Cilia o un molino harinero del siglo XV, que alojan un total de 90 habitaciones, así como un centro de reuniones, un spa, pistas de tenis, dos piscinas y dos restaurantes, según ha informado en un comunicado el grupo Gestión T3, propietario y gestor del hotel con la franquicia de Hilton.
Uno de los principales atractivos del hotel lo constituyen sus jardines, con una extensión de más de 50.000 metros cuadrados, así como el centro de congresos, Sa Torre Conference Center.
El proceso de restauración del complejo ha respetado el patrimonio de una finca cuya historia se remonta a finales del siglo XIV, cuando el rey Jaume I otorgó la propiedad a la familia Febrer, en 1381. Luego fue propiedad de Catalina de Mora, mujer de Pedro Tornamira.
A partir de 1540 la "possessió" pasó a los antepasados de la familia Villalonga hasta su reciente adquisición por el grupo inmobiliario Drac.
Se dice que Sa Torre fue la posesión más querida de Catalina Tomás Zaforteza Togores i Denti, conocida "la Gran Cristiana", conocida porque en el siglo XIX se dice que podría dar la vuelta a la isla sin salir de sus propiedades. Eran suyas Sa Torre y la colindante Son Granada, que juntas sumaban 8.000 cuarteradas de terreno (6.400 hectáreas).
La restauración para transformarla en el hotel Hilton Sa Torre ha respetado los recursos naturales y el patrimonio arquitectónico y ha conservado el ambiente acogedor de la finca para convertirla en el establecimiento de lujo que hoy será oficialmente inaugurado.
