La policía ha desarticulado una banda de delincuentes rumanos que se movía por toda la geografía española, robando joyerías, estancos y establecimientos comerciales. Trabajaban en grupos de cinco, forzando las persianas de los establecimientos y entraban para robar todo lo que podían. Operaban lo más rápido posible y huían en vehículos alquilados o robados.Utilizaban herramientas para acceder a los locales y adoptaban fuertes medidas de seguridad para evitar la vigilancia, algo que ha dificultado el seguimiento por parte de la policía.Actuaban de noche y su objetivo se centraba en establecimientos de venta de joyas, tabaco y demás objetos con fácil salida al mercado.A pesar de que no utilizaban violencia en sus delitos, sí lo hacían a nivel interno. Y es que era una organización muy jerarquizada cuyo líder no dudaba en castigar físicamente a sus secuaces.En las detenciones se ha incautado material valorado en más de 150.000 euros.



